Querida venganza

Katniss Everdeen es una chica aplicada a sus estudios y nada llamativa para el genero masculino, pero ocurrirá algo que hará que cambie por completo para realizar una venganza. Deberá enamorar a Peeta Mellark, el capitán del equipo de football de su instituto ¿Podrá Katniss centrarse en su objetivo sin sucumbir a los encantos del chico?

domingo, 12 de agosto de 2012

Capítulo 6: La confesión.

¡Me ha dado tiempo a terminarlo! Creo que pondre una encuesta para preguntaros una dudilla que tengo. Quiero aprovechar para deciros que me encanta vuestro apoyo y vuestros comentarios. Cuando empecé no pensaba que escribiera el segundo capítulo. Pero ahora espero terminar la historia porque me está encantando esto de escribir. Que os guste piltrafillas!








CAPITULO 6: LA CONFESIÓN

Me despierto cansada, esta noche me he despertado muchas veces y he dado miles de vueltas en la cama. Miro el reloj de la mesilla, marcan las 10 y 20. Me levanto y me asomo a la habitación de mi hermana, no la he escuchado llegar esta noche. No está en la cama pero está deshecha, me extraña que se haya levantado tan relativamente pronto después de volver de la fiesta. Bajo al comedor y me la encuentro tomándose un café solo, y al lado un vaso con una aspirina efervescente esperando para ser ingerido. Me río de mi hermana, está claramente de resaca.

-Ah! ¿Podrías reírte un poco más bajo? Además a mi no me hace gracia, estoy hecha mierda. - Su pelo está recogido en un moño rápido y su cara está adornada con unas ojeras que le llegan hasta el suelo.
-Te dije que no te emborracharas mucho, te avisé. - me pongo un café y me siento frente a ella. - ¿Cómo te lo pasaste?
-Muy bien, estuvo muy divertido. Marvel se va arrepentir en cuanto abra los ojos. Se bebió hasta el agua de las plantas por lo que estará peor que yo.
-Me gustaría verle la cara cuando se de cuenta de las condiciones en la que está la casa.
-El suelo estaba muy pegajoso, costaba caminar, el suelo lleno de vasos, una selva. Se va a pegar una buena paliza a limpiar.
-Supongo que ya no volverá a hacer más, le servirá de escarmiento.
Cuando Prim se termina su café se toma de un trago la aspirina. Se dirige al comedor para tirarse en plancha al sofá y queda boca abajo
-Intuyo que poco vas a hacer hoy ¿verdad?
-Mmmm, me duele todo el cuerpo. Supongo que las chicas están igual que yo, tampoco se quedaron cortas.
-Bueno pues yo voy a recoger, y a hacer algo productivo. - Prim sacude la mano para comunicarme que me ha escuchado.
Subo a mi cuarto, hago la cama y me voy al baño a ducharme. Hoy Glimmer se va a llevar un palo y lo más seguro es que su relación con Peeta termine, si es que cumple con lo que me dijo ayer. Me da lastima porque que yo recuerde es del único chico del que realmente se ha enamorado. Ella no me lo ha dicho pero lo se, ayer me lo confirmó. Cuando estoy vestida, bajo a la cocina y me encuentro con que Prim sigue en la misma posición, cuando le haga efecto la aspirina espero que se ponga a hacer cosas y no se tire todo el día en el sofá. Lavo los cacharros que hemos usado para desayunar y ya no me queda nada mas que hacer en todo el día. Tiempo para mi, me encanta. Decido tocar un poco el piano, hace tiempo que lo tengo desatendido y no quiero oxidarme. Pero el piano está en el comedor y no se si mi hermana me dejará tocar.

-¿Prim?¿Estás despierta?
-Con este dolor de cabeza es imposible dormir. - Vaya...
-Oye ¿te importa si toco un poco el piano? Si te molesta podrías irte a tu habitación.
-Uff... no me quiero mover pero no pasa nada, hazlo. Me apetece escucharte, hace mucho que no tocas.
-Gracias. - Me dirijo a mi querido piano de pared, es un regalo de mi abuela en mi decimoquinto cumpleaños, ella siempre me ha apoyado en el tema de la música. Pongo la partitura frente mio, es una pieza de Beethoven preciosa y suave. Claro de luna, tampoco quiero torturar a mi hermana. Me crujo los dedos para quitar el agarrotamiento y tocar con soltura. Comienzo y la música llena la habitación. Ya no me acordaba de lo que es esta sensación. La música me llena por dentro, hinchándome. Hace que me olvide de todos los problemas, las cosas malas. Cuando pongo las manos sobre las teclas me transformo y me dejo llevar. Pensaba que tanto tiempo sin tocar iba a conllevar que cometiera algún error, pero no es así. Antes no notaba la falta que me hacia, pero cuando he empezado si que lo he notado. Realmente lo echaba de menos. Cuando termino la pieza me siento muy, muy relajada. Sonrío para mi misma, contenta.

-Lo haces muy bien. - Me doy un susto de muerte cuando escucho esa voz. Esperaba que solamente estuviera mi hermana escuchando. Peeta me está mirando desde la puerta de casa. - No sabía que tocaras el piano. - Lleva el casco bajo el brazo del lado bueno, supongo que si ha podido venir en moto es porque está mejor. Lo que no me cuadra es no haber escuchado la puerta. ¿Tan enfrascada estaba con la música?
-¿Qué haces aquí? - Realmente tengo curiosidad, me muestro neutra.
-Yo...he venido y Prim me ha abierto la puerta. Tú ni siquiera te has dado cuenta.
-Y...¿Qué quieres? - Peeta mira a mi hermana, supongo que se para lo que ha venido. Asegurarse de que mantenía el pico cerrado, pero Prim le cohíbe. - Oh, vamos Peeta se va a enterar de todas formas dentro de nada ¿Qué mas da? - Eso le convence y se encoge de hombros.
-Venia para saber si se lo habías contado ya o no. Quería llegar preparado para lo que pudiera pasar y no con la incertidumbre de si ya lo sabía o no. - Prim nos mira con confusión desde el sofá, no tiene ni idea de lo que está hablando. Su cabeza se mueve de tal forma que parece que esté viendo un partido de tenis. Osea que era cierto cuando dijo que se lo contaría hoy mismo. Me fijo en su gesto, parece cansado. Dudo que haya dormido algo, porque las ojeras que tiene son parecidas a las que lleva Prim.
-No le he dicho nada. Te dije que esperaría para que lo hicieras tú mismo. - Digo tajante, incluso borde diría yo.
-Quería asegurarme. Bueno...Me voy ya. - Se despide de Prim con un beso en la mejilla y de mi pasa olímpicamente. - Adiós.
Cuando Peeta se ha ido, Prim se levanta del sofá para ponerse delante de mi.
-¿Me haces el favor de explicarme que era todo eso? - Dice mientras señala al espacio vacío.
-¿De verdad hace falta? - digo exasperada, no me apetece hablar del tema. Me tiro al sofá con las manos en la cara. La tranquilidad que había tenido hace escasos minutos se ha evaporado.
-Katniss Everdeen, cuéntame ahora mismo lo que pasó anoche. - La cara de mi hermana es de incredulidad. Oh no, está sacando conclusiones equivocadas y yo se que está pensando.
-Eh un momento, no pienses cosas raras. Ven, siéntate. - Doy unas palmaditas a mi lado para que lo haga.
-Soy toda oídos.
-Ayer, cuando volví a por mi bolso a la enfermería... - me paro un momento, mi hermana me mira con impaciencia invitándome a seguir. Suelto un suspiro. - Vi a Peeta y a Clove, besándose. Ahora Peeta iba a contárselo a Glimmer, por eso ha venido. Quería saber si se lo había contado.
La expresión de Prim pasa de la sorpresa al horror. Todo eso sin decir nada.
-¡Qué pedazo de cerdo! Pero, ¿Llevaban viéndose tiempo, o solo fue esa vez?
-No lo se, no quería saber del tema. Le dije que no quería que me explicara nada y no lo hizo.
-Pobre Glim. Lo va a pasar realmente mal, ella quiere mucho a Peeta. - Dice escupiendo su nombre.
-Ya, ya lo se. No creo que ella quiera seguir con él después de que se entere. - Prim asiente, dándome la razón. En ese momento escuchamos unos gritos que provienen de la calle, reconozco perfectamente la voz de mi amiga. Imagino que está echando a Peeta a patadas de su casa. Prim y yo nos levantamos rápido y abrimos la puerta. Alcanzamos a ver como Glim grita a Peeta de todo y como él se pone el casco para subirse e irse como una exhalación. Yo soy la primera en reaccionar y voy corriendo con mi amiga. Ella me abraza muy fuerte y rompe a llorar.
-Shh tranquila, ya está. - Prim está a mi lado dándole palmaditas en la espalda. - Vamos dentro.
Se separa de mi y se sienta en su sillón. Pone las manos sobre su rostro y aunque ahora no puedo ver sus lágrimas se que sigue llorando. Sus hombros se sacuden violentamente. Pongo mis manos sobre sus rodillas para mostrarle que sigo con ella. Annie y Finnick han bajado por el escándalo que había montado. Vaya caras que traen, ni siquiera se habían despertado aún.

-¿Qué ocurre? - Preguntan los dos a la vez. Finn está preocupado por su hermana.
-¡Ese cabrón! ¡Me ha puesto los cuernos! - Ni ella misma se lo cree. Ahora llora más que antes. La cara de la pareja es el reflejo de la que ha puesto mi hermana hace unos momentos.
-Pero... ¿Con quien? ¿Cuando? - Glim no responde, sigue a lagrima viva. Tengo que decirle que yo lo sabia, que los vi. Así que lo suelto.
-Con Clove, ayer en la enfermería. - Mis amigos me miran sin entender nada, no entienden por que yo lo se.
-¿Como lo sabes? - Consigue decir Glim hipando. - ¿Te lo ha contado?
-No... Resulta que los vi. - Glim me mira sin comprender. - Cuando volví a por el bolso, a la enfermería, los pillé.
-Y si lo sabías ¿Por qué no me lo contaste en cuanto te enteraste? - Imaginaba que esto pudiera pasar. Eso último ha sido una acusación. Está dolida conmigo por no decirle nada.
-Yo... cuando le llevé a su casa le dije que tenia que contártelo, si él no lo hacia pronto te lo iba a decir yo misma.
-Pero Peeta no es así, tuvo que pasar algo... - Comienza Finn intentando defender a su amigo.
-Me da igual si pasó algo, yo... no puedo seguir con él. Ha perdido toda mi confianza. Si continuara nuestra relación estaría cada cinco minutos pensando que está besuqueándose con otra en cualquier rincón. Sinceramente no puedo vivir así - Dice Glim ha dejado de llorar pero su tristeza es evidente.
-Joder, que cagada. - Finnick coge el móvil – Voy a llamarle, lo más seguro es que ya esté en su casa.
-Si vas a llamarle vete. No quiero escuchar nada - Le dice Glim a su hermano. Finn sube las escaleras para meterse en su cuarto.
-No... no esperaba que esto fuera a pasar, Peeta parecía muy buena persona – Annie se ha despertado de su letargo y se sitúa frente a Glim.
-Yo tampoco me lo esperaba cuñada, es un cabronazo. Ahora solo quiero que él también lo pase mal, que sienta el dolor que yo estoy sintiendo.
-No creo que él ahora mismo se esté montando una fiesta. - Le digo.
-Peeta nunca me ha querido como yo a él. Estoy segurísima de ello, dudo que estuviera enamorado de mi. - Eso me pilla por sorpresa, ¿enserio? - Nunca...Nunca me dijo que me quería. Y cuando yo se lo dije se quedo callado, sin saber que decir. Eso me lo demostró. Quiero que sufra por hacerme esto.
Todas nos quedamos calladas durante un rato, Glim es una de las personas mas vengativas que conozco. Pasados unos minutos Finn baja vestido y duchado.
-¿A donde vas? - Le pregunta Annie.
-Voy a ver a Peeta, quiero hablar con él. - Glimmer taladra a su hermano con la mirada. - Lo siento hermanita pero él es mi amigo, quiero que me explique lo que ha pasado. - Le da un beso en la frente a Glim – No llores tonta, que te pones muy fea. - Eso consigue que ella sonría un poquito. Se separa de ella y se despide de Annie con un beso. - Hablamos luego.
-¿Qué va a pasar ahora? No creo que el grupo siga junto. Peeta es amigo de Marvel y Finnick, y dudo que ellos lo dejen solo. - dice Prim. Glim está muy pensativa, en su mundo. Y noto un brillo en su mirada.
-Tiene que seguir junto. - Suelta de golpe.
-¿Eres masoca tía? ¿Por qué quieres seguir viéndolo todos los puñeteros días? - Dice Annie.
-Katniss tienes que ayudarme. - Dice Glimmer cogiéndome de las manos e ignorando la pregunta de Annie.
-¿Yo? Pero ¿Para que? - No entiendo nada, así que la miro interrogante.
-Tienes que ayudarme a vengarme de él. - ¿Vengarse? ¿Quiere vengarse?
-¿A que te refieres? - Ahora todas estamos mirando a mi amiga como si se hubiera vuelto loca.
-Tienes que hacer que Peeta se enamore de ti y después, cuando este loco por ti, tú le romperás el corazón. - Si definitivamente se ha vuelto loca. No doy crédito a lo que estoy escuchando.
-¿Glimmer te estas escuchando? Estas perdiendo los papeles y ya no eres razonable. - Ahora es Annie la que habla, menos mal, porque yo sigo de piedra.
-Claro que si, por favor tienes que ayudarme. Ese cerdo me ha roto el corazón y yo quiero pagarle con su misma moneda.
-Pero... Supongamos que todas estamos de acuerdo en ayudarte. ¿Por qué tengo que ser yo? Digo, mirame – digo señalándome entera y poniéndome de pie – ¿Crees que Peeta se interesaría por mi?
-Respondiendo a la primera pregunta. Tienes que ser tú, Annie es obvio porque no puede, Prim... -
-NO, a Prim no la metas en este barullo.
-Eso te iba a decir, no me lo ibas a permitir. Rue, ella es un alma libre, y sabes como es. Me mandaría a la mierda en cuanto soltará las dos primeras palabras. Solo me quedas tú.
-¡Eso no es justo! ¿Y si me niego a hacerlo y también te mando a la mierda? - Glim me mira con sorna, eso último no se lo cree nadie. Está en mi naturaleza ayudar a la gente que quiero.
-Tú y yo sabemos que no me vas a mandar a la mierda. Y respondiendo a la segunda, habría que pulirte un poquito. Sería algo parecido a lo que hicimos ayer por la tarde pero en más profundidad - Oh no, otra vez ese infierno... - te puedo asegurar que cuando terminemos contigo no podrá resistirse. Ayer vi como te miraba, se quedó embobado. - ¿Que lo que? - Por favor Katniss... tienes que ayudarme... - Glimmer tiene ahora una mirada muy triste, está pasando realmente por un mal trago. Suspiro, dándome cuenta de la faena en la que me estoy metiendo.
-De acuerdo, te ayudaré. Haré que Peeta Mellark se enamore de mi. - Una vez que he dicho esto mi conciencia habla. ''Vas a hacerle daño a una persona, esta no eres tú''. Mierda.
-Katniss, ahora eres tú la que no está en sus cabales ¿De verdad vas meterte en este lío? ¿Por un tío? Además Peeta no es que te caiga especialmente bien. Y si os paráis a pensar un poco él no se va a volver a juntar con nosotros, por mucho que quieras Glim.– Mi hermana es ahora la que habla. No está de acuerdo con la decisión que he tomado. - Estaría majara. Si no está con nosotros ¿Cuándo coño vas a 'conquistarle'? Eso sumado a que tus capacidades para coquetear y seducir a los hombres es nula, no creo que tengas muchas oportunidades con un chico como Peeta
-Prim yo tampoco estoy muy de acuerdo con esto, pero no puedo negar la ayuda a una amiga. - La miro a los ojos y me lo está reprochando con la mirada. Su silencio es peor que las palabras.
-Vamos Prim no te pongas así, a tí nunca te ha pasado nada parecido y espero que no pase. Pero duele que alguien juegue contigo. - Annie intenta defendernos ahora.
-Hacer lo que queráis – Ella se sienta en el sofá que está enfrente con los brazos cruzados.
-Pero Prim tiene razón en algunas cosas, ¿Cuando vas a hablar con él si ya ni si quiera va a estar con nosotros? Lo del coqueteo podemos arreglarlo con unos consejos. -
-Está en mi clase de matemáticas, y bueno supongo que podríamos quedar para hacer trabajos o darle yo misma algunas clases. No es que se le den demasiado bien. - Ruedo los ojos cuando recuerdo como en la primera clase tuve que explicarle lo básico de las integrales.
-Bien. Ese es un buen comienzo, pero dejemos de pensar en eso. Necesito chocolate, kilos y kilos. - Glim a dejado a llorar pero eso no quiere decir que no esté triste, siempre que le pasa algo se zampa varios helados de chocolate junto con tabletas de Nestle. Nuestra tarde pasa entre películas románticas y muchísimo helado. También ha venido Rue y tras explicarle el plan, está emocionada. A Peeta ella le da igual, también quiere venganza. Cuando ya se ha hecho casi de noche aparece Finnick por la puerta.

-Hermanita. - Dice Finn
-¿Qué? - responde secamente, todas estamos calladas.
-Escucha, lo que ha pasado con Peeta y Clove es muy diferente a como tu te crees.
-Me da igual, ahora estoy soltera y voy a disfrutarlo. Ya no me importa lo que tengas o tenga que decirme. Como si le puso una pistola en la sien. Peeta ha muerto para mi. - Esas últimas palabras me dieron un escalofrió. Y tras decir esto me dirige una mirada muy significativa.
-Te estás equivocando Glim, acuérdate de mis palabras. - Y sin más se sube a su habitación.
-¡Oye! ¡Ni me ha saludado! - Annie esta ofendida. Nos reímos un poco de ella y cuando ya se ha hecho de noche nos despedimos todas. Hemos quedado en que mañana por la tarde iremos a comprar mi ropa, zapatos y maquillaje. Esto va a ser horrible.


Peeta's POV

Hoy me duele un poco menos el golpe, pero ahora el cardenal está en todo su esplendor, totalmente morado y si toco si que duele de verdad.
Me visto, desayuno y me dirijo a casa de Katniss, quiero saber si al final se lo ha contado o no. Cuando llego escucho un piano. ¿Piano? ¿Quién toca el piano? Llamo a la puerta con los nudillos bastante fuerte, espero que lo escuchen. Prim al poco me abre y me recibe con sorpresa, no me extraña. Desde que las conozco nunca me he pasado por aquí. Ahora el sonido es más fuerte. Delante de mi y de espaldas se encuentra Katniss tocando el piano, y bastante bien. Ni siquiera se ha enterado de que estoy aquí. Es realmente precioso, me quedo embobado escuchando hasta que termina, es entonces cuando la saludo. Se asusta un poco al escucharme, como su hermana ella tampoco me esperaba por aquí. Quiero preguntarle pero su hermana está con nosotros y no se si es buena idea hablar de esto delante de ella. Kat me anima a continuar, tiene razón se va a enterar en cuanto Glim me eche de su casa, por lo menos eso es lo que yo creo que pasará.

-No le he dicho nada. Te dije que esperaría para que lo hicieras tú mismo. - Dice de una forma muy borde. Ay, eso duele. Por la forma en la que me ha contestado deduzco que no quiere que siga aquí. Me despido de Prim con un beso en la mejilla, esta cría me cae muy bien. Salgo de la casa sin ni siquiera dirigirle otra palabra a Katniss.

Cuando estoy enfrente de la casa de Glimmer me tomo mi tiempo, respiro hondo un par de veces y me atrevo a llamar al timbre. Me recibe ella misma con el pijama aún puesto y con cara de sueño. Tiene que tener una resaca de tres pares de cojones y yo no es que lo vaya a mejorar demasiado.

-Mmm, hola cari. - Me mira con los ojos casi cerrados, la claridad de la calle le molesta. - ¿Qué haces aquí tan pronto? ¿Estás mejor? - Me intenta dar un beso en los labios y yo me dejo. Supongo que este será el último.
-Si, estoy mejor. Yo...Venía a hablar contigo, ayer pasó algo. - Prefiero decírselo ya que andarme con rodeos. Agradezco de que ahora todo el mundo esté durmiendo, no me gustaría que presenciaran esto.
-Si, dime. - Ella se apoya en la barra que separa la cocina del salón para ponerse cómoda. Me mira con una sonrisa, ni se imagina lo que le voy a contar. Lo estoy pasando bastante mal.
-Ayer, cuando os fuisteis y me dejasteis solo... Vino...vino Clove a verme a la enfermería – Su cara ahora es de confusión, aun no sabe por donde van los tiros. Me quedo callado un momento, no se como seguir.
-Y... - Ella me anima a seguir, impaciente.
-Y ella me besó – Claro, conciso y sin preámbulos. Claro que si machote, ¿No podrías haber sido un poco mas suave? Idiota.
-¿Qué? - La voz de Glim subió una octava por encima de lo normal.
-Pero, yo no... - Quería decirle que no quería, que fue en contra de mi voluntad. Pero entonces su mano acabo estampándose contra mi mejilla. Perfecto, ¿Algo más? Mi cuerpo se estaba llevando infinidad de golpes. Sus ojos se estaban llenando de lagrimas, esa imagen me estrujó el corazón y siempre se quedará en mi cabeza. Nunca quise hacerle daño a nadie.
-¿Y tu no hiciste nada para evitarlo? - Dios, no, no pude. No tenia fuerzas suficientes para apartarla de mi.
-No – Y me quedo callado. ¡Vamos díselo! Pero ¿Es eso lo que quiero? Debería decírselo. Su cara ahora era un poema, y el dolor de sus ojos se empezaba a mezclar con la rabia- No hice nada Glim, lo siento. - Alargué la mano para tocarle la mejilla mojada y parar la trayectoria de una lágrima. Ella le da un manotazo antes de que llegara a tocarla.
-No te atrevas a tocarme Peeta, ya no tienes ese derecho. - Joder, ¿Por qué no lo has hecho? Es la verdad, tu no querías ese beso, incluso te dió asco. Pero lo que hice fue quedarme callado.
-Lo siento de verdad Glimmer, cariño... -
-¡NO ME LLAMES ASÍ, NUNCA! ¡FUERA! - Dijo señalándome la puerta. Yo la miré un momento y me dirigí a la salida. Ella me seguía y se quedó parada en la puerta chillándome.
-NO QUIERO VOLVERTE A VER NUNCA MÁS, ¿ME HAS OIDO? ¡NUNCA! - Me pongo el casco sin girarme a verla. Me subo a la moto pero antes de arrancar miro hacia la casa de Katniss. Su hermana y ella están mirando la escena desde la puerta de su casa, seguramente después de escuchar los gritos de Glimmer. Dudo que vuelva a hablar con ellas. Arranco la moto y me voy a mi casa, a enterrarme en mi mierda.

Cuando no llevo ni dos minutos en casa mi móvil suena. Es Finn, lo más seguro es que ya se haya enterado de todo.

-¿Qué? - No estoy de humor para recibir el regaño de mi excuñado.
-Tío, Peeta pero ¿Qué mierda has hecho? La has cagado pero bien – pongo los ojos en blanco, aunque se que el no puede verme.
-¿No me digas? Escucha Finnick, ahora mismo no tengo ganas de oír tus regaños y... - No me deja terminar.
-Me da igual Peet, voy a ir a tu casa y me lo vas a contar tú. Quiero saber las dos versiones.
-Haz lo que quieras.
-No tardo. - y cuelga.
A la media hora ya escucho el timbre, abro y me encuentro con mis dos mejores amigos. Finn llamaría a Marvel para que viniera también, lo malo es que este no me va a regañar, sino que se va a reír de mi. Este chico nunca ha podido ser serio. Vaya careto que traen, el desfase de ayer no sería pequeño. Sin decirles nada me siento en mi sofá. Y ellos se ponen delante de mi.
-Tú eres tonto ¿Cómo se te ocurre contarle a la rubia que has besado a otra? Eres tonto – Repite. Genial, gracias Finnick.
-Kat nos vió, pero de todas formas se lo iba a contar. No podía guardármelo. - Marvel resopla muy fuerte. - Además no fui yo, ella fue la que me tiró.
-A eso venia yo – Finnick toma el turno de palabra - ¿Que cojones pasó? No obvies nada, gracias.
Y me dispuse a contárselo.
-Mmmm, entiendo. Ahora por lo menos se a quien no tengo que tirarle. No pensaba que besara tan mal - Marvel siempre igual, mujeres.
-Intentaré hablar con mi hermana Peet. - Finn me pone una mano en la rodilla para animarme.
-No creo que te deje. Lo peor de todo es que no fui capaz de decirle que yo no quería que me besara. No.. no se por qué.
-No te comas la cabeza, seguramente esto tenia que pasar y punto. El finde que viene nos vamos de fiesta y te trincas a alguna chati y veras como se te pasa. - Me río por el comentario de Marvel, vale que no se tome las cosas enserio pero me hace reír.
-Te recuerdo que no puedo hacer esfuerzos, y por culpa de alguien... - Le hago la mirada del tigre.
-EH! Ya te pedí perdón. No seas mariquita que no será para tanto.
-¿Qué no? Mira. - Me levanto la camiseta y pone los ojos como platos, enseguida pone gesto de indiferencia.
-Si, si unos abdominales muy bonitos, pero ¿Qué me quieres enseñar? ¿Ese moradito de nada? Eso mañana no lo tienes.
-Calla anda, no seas pesado. Vamos a dejar descansar a Peet. - Miro agradecido a Finn. De verdad que lo necesito.
-Mañana nos vemos tío, supongo que no vendrás al entrenamiento – Se despiden de mi.
-Tengo que ir, debo darle al parte del medico al entrenador. No puedo entrenar en dos semanas. -
-Bueno pues, que te sea leve. - Marvel me da una colleja y cierra la puerta tras él. Me alegro de verdad de tener unos amigos así

18 comentarios:

  1. Me encanta, es fantástico, como siempre. Me sigo preguntando 2 cosas:
    1ª ¿Y Gale (no le hagas nada malo, que es muy bueno xD)?
    2ª ¿Cuándo subirás el siguiente capítulo?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. 1º)Mmmm a Gale es posible que aun le cueste aparecer un poco. Presiento que Peeta se va a poner un poco celosón JAJAJAJA

      2º)Pues a ver está tarde he quedado. Empezaré a escribir cuando vuelva y de madrugada con suerte lo tendré, si no a lo largo del día de mañana.

      Un beso Cristina :)

      Eliminar
  2. genial, esperando que subas el siguiente,esta superbien enganchada a tu blog!

    ResponderEliminar
  3. ME ENCANTO!, no pude evitar reírme en la parte que dice "le hago la mirada del tigre" jajaja, me encanta tu historia y estoy de acuerdo con cristina ¡¿donde esta Gale?!
    me encanta tu blog y adoro como escribes
    un besote grande, Lucia

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuando escribí esa parte en mi cabeza sonaba Eye of the tiger XDD. Gale está por ahí perdio. Tranquilidad que en su momento lo explicaré ajajaja.

      Un besazo Lucia ^^ y muchas gracias, me alegro que te gustee

      Eliminar
  4. Buaaaaaaa *-* Me encanta! Estoy super enganchada *-* Sigue pronto Tania!! Un besito :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Sara!! Subiré prontito el proximo ^^

      Un besoo :)

      Eliminar
  5. Me encanta, ya hemos leido de donde viene la frase de la parte de arriba del blog!
    Me encanta, va ha ser muy divertido cuando lleven a Katniss a comprar ropa y maquillaje y le den lecciones para "conquistar" a Peeta! El capitulo genial, el proximo capitulo pronto!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sii, la frase la metí aposta ajaja. Espero que en el prox capi pase todo eso xD

      Un beso ^^

      Eliminar
  6. Que sepas que me encanta :3 Y que ya llevaba tiempo queriendo que subieras un capítulo :33 Es genialisimooo! :)

    ResponderEliminar
  7. LO AMÉEÉEÉEÉ, enserio *-* "-Si, si unos abdominales muy bonitos, pero ¿Qué me quieres enseñar? ¿Ese moradito de nada? Eso mañana no lo tienes." ABDOMINALES DE PEETA *babaaaa* :o espero el siguiente Tania ;)

    PD: me haces sufrir haciéndome soñar/fantasear con los abdominales de Peeta *-* no tendrás algún cubo para la baba? .__.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. tengo el mio propio aqui para cuando tengo que escribirlo, me pasa lo mismo que a ti !! AJAJAJAJA increible

      Eliminar
  8. Me encataaaaaaaaaaaaaaaaa :)) Voy a leerme los demás jejeje pero es genial, ya se empieza a poner muy interesanteeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee jijijijiji
    un besotillo!

    ResponderEliminar
  9. Me encaaaanta, declaro este blog mi vicio oficial, sigo leyendo :)

    ResponderEliminar

Con la tecnología de Blogger.

© Querida venganza, AllRightsReserved.

Designed by ScreenWritersArena