Cápitulo 8: La puesta en marcha. Parte I

Helouuu. Bueno este capítulo me ha salido muy muy largo, el más largo de todos. Así que he decidido, con el asesoramiento del chat (XD), que estará partido en dos partes. Espero que esté a la altura de vuestras expectativas. Que lo disfruteis!

CAPITULO 8: LA PUESTA EN MARCHA. PARTE I

Me cuesta la eternidad elegir algo que ponerme. Finalmente cierro los ojos y hago el pito pito. Cuando los abro y veo lo que la suerte ha escogido para mi me asusto un poco. Cuanta carne al aire señor...

Me maquillo como me enseñaron y me seco el pelo con el secador. Me quito algunos mechones que se me van a la cara con unos ganchos y me lo dejo suelto.

Cuando Prim y yo nos disponemos a subir al coche de Glim me da el bochorno en toda la cara. Menos mal que la suerte ha sido buena conmigo y no me he tenido que poner unos vaqueros largos y ajustados. Mis amigas me miran de arriba a abajo evaluando mi aspecto. Annie me sonríe y sube su dedo pulgar dándome el visto bueno. Suspiro aliviada.

Cuando llegamos presiento que muchos ojos se están parando en mi y no estoy nada cómoda. No ha empezado la mañana y ya tengo ganas de volver a mi casa. Va a ser un día largo, pero menos mal que estoy con Rue la mayor parte del tiempo. El momento en el que me sentiré totalmente expuesta será cuando esté a solas con él, bueno no a solas porque estaremos con todo el mundo en la misma aula. Pero sin apoyo. Estamos en la última clase antes de la comida.

-Hola, ¿Eres Katniss no? - Se me acerca un chico que reconozco porque estamos en la misma clase pero no se siquiera su nombre. Miro a Rue suplicante, ella me ignora y ríe pícaramente mirando al frente. Será...

-Si, soy yo. - Le sonrío intentando ser agradable y él me devuelve la sonrisa.

-Me preguntaba si tenias algo que hacer esta tarde. - De la sorpresa me atraganto con mi propia saliva y empiezo a toser ¿Soy yo o me está pidiendo salir? -Eh ¿Estás bien?

-Si es que estoy un poco acatarrada, no es nada – Rue se ha tenido que levantar porque no aguantaba la risa. Ten amigas para esto.

-Vale... ¿Y bien? - Miro al chico, es muy guapo pero se porqué está aquí, soy un trozo de carne 'bonito'. Veo que se muerde el labio nervioso.

-No, no puedo quedar. Estos días estoy ocupadísima. Lo siento. - Me disculpo con él.

-Bueno, no pasa nada. Si tienes algún día libre llamame ¿vale? Me llamo Brad - Y me pasa un cuadrado de papel con un número escrito.

-V..Va..Vale. - Tartamudeo. Creo que a esto se le llama ligar. Me quedo mirando el trozo de papel mientras él se marcha a su asiento.

-¡Kat! - Me llama mi amiga tratando de disimular su carcajada. - Tía ¡Qué has ligado!

-Muchas gracias Rue, me has dejado completamente sola.

-Lo siento, pero no me quería reír en la jeta del chaval. Pobrecito, con lo mono que es. ¿Qué le has dicho?

-Le he dicho que no podía quedar, que estaba muy ocupada y me ha dado su número.

-¡No jodas! Déjame ver. - Se lo paso y se lo guarda en el bolsillo.

-¿Qué haces?

-Tú no puedes quedar con él, pero yo algún día es posible que pueda. - Me dice y me guiña el ojo.

La clase pasa más rápido de lo que me gustaría y Rue y yo nos dirigimos al comedor. Y vuelven otra vez las miradas.

-Joder, podrían ahorrarse esas miraditas, me ponen nerviosa.

-No te preocupes, es por la novedad. Mañana no te miraran tanto. - Me asegura Rue.

Cuando ya tenemos la comida en las bandejas vamos a la mesa con las chicas, ya que Finn y Marvel no quieren dejar solo a Peeta. Y hablando del rey de Roma. Peeta aparece por la puerta que da al jardín con la mochila al hombro. Él se me queda mirando y yo le observo mientras camina. Hasta que nuestros ojos conectan. Yo enseguida aparto la mirada, posándola en la bandeja. Según las chicas no tengo que mostrar demasiado interés. Cuando pasa por mi lado deja su aroma por mi alrededor. Es una mezcla de perfume con su olor natural. Dios... Se me han puesto los pelos de punta. Me fijo en Glim, tiene la mandíbula apretada.

-¿Kat? - Prim me despierta de mi ensoñación -

-¿Si?

-Que que tal te ha ido el primer día del cambio. - Repite

-Oh, nada especial.

-¿Cómo que nada especial? Katniss ya ha ligado. - Les informa Rue - Mirad – Y les enseña el número de teléfono. - No es un tío cualquiera. Es Brad, el del equipo de natación. - Todas abren mucho los ojos.

-¿El mismo Brad que está para tomar pan y moja? - Glimmer no para de moverse de su asiento.

-El mismo. - Todas silban por mi proeza.

-Si, Rue me ha dejado completamente sola con él. No tenia ni idea de como actuar.

-Bueno esa es la mejor forma de aprender, bajo presión. - Se encoge de hombros.

-Estoy... un poco nerviosa, mi próxima clase es con él. Y me da miedo no saber como hacerlo..

-Tú relajate, y solo se un poco malvada. Pero no lo asustes ¿vale? No queremos espantarlo antes de tiempo – me explica Annie

-Además, con Brad lo has hecho muy bien – Le mando una mirada envenenada a Rue.

La hora de la comida pasa como siempre y ellas no paran de hablar de mi nuevo aspecto. Yo me quedo callada, comiendo y deseo que el tiempo pase volando. El timbre suena y mi estomago se da la vuelta. Me despido de mis amigas.

-Suerte preciosa – Dice Glim guiñándome un ojo. Y me despido de ellas con la mano.

Entro en el aula, está todavía medio vacía y me siento en el lugar de siempre. Preparo mis cosas y espero a que empiece.

-Hola, otra vez – Joder es Brad, de nuevo... Me saluda con una gran sonrisa -

-Oh, hola -

-¿Este sitio está ocupado? - Dice señalando la silla vacía que está a mi lado. Mierda, se supone que ahí se tiene que sentar Peeta. Me quedo un rato pensativa, a ver que excusa le pongo.

-Eh...

-Si, está ocupado. Lo siento. - Brad y yo miramos hacia la dirección en la que viene la voz. Es Peeta, que mira fijamente al chico.

-Ah, no lo sabía. Bueno luego nos vemos. - Me sonríe y se va.

Peeta se sienta en el lugar que han estado apunto de quitarle. Lo miro unos momentos y veo que tiene el ceño fruncido mientras saca el libro y las cosas necesarias. Él me mira a la cara cuando ha terminado y juraría que ha desviado la mirada a mi escote. Pero enseguida gira la cara mostrando un rosa en sus mejillas. Así de perfil puedo ver como traga en seco. El profesor entra en clase y cierra la puerta tras él. ¿Está loco? Nos vamos a morir de calor aquí dentro. A los diez minutos esto ya parece una sauna, mientras explica me abanico con la libreta y me hago el pelo a un lado. Noto como la piel la voy teniendo mas brillante.

Peeta me imita con la libreta, tiene la camiseta un poco levantada dejando ver un camino fino de vello rubio que se pierde por sus pantalones. Una corriente eléctrica me recorre por la columna y aparto la mirada, moviéndome incomoda en mi asiento. Ahora tengo más calor.

-Presten atención, el examen de integrales y derivadas será el próximo martes. Tienen una semana para prepararse. - Toda la gente se queja de que es muy poco tiempo para poder preparárselo. Yo sinceramente me veo capacitada incluso de hacerlo ahora. Apunto la fecha en mi agenda. Peeta resopla a mi lado. La antigua Katniss se habría ofrecido a ayudar, pero ahora no soy esa. - Pueden empezar a hacer los ejercicios que deseen. - Dicho esto sale por la puerta, ahora dejándola abierta. Una suave brisa me da en el pecho y noto como Peeta me mira de reojo. Una lucecita se enciende en mi cabeza cuando recuerdo lo que me dijo ayer Rue: 'Tienes que ser coqueta, hacer que se fije en ti'. Aunque mas que coqueta voy a ser un poco de zorrón. Echo la cabeza hacia atrás para que me de también en el cuello y cuando lo hace suelto un jadeo de satisfacción. A Peeta se le cae el lápiz de la mano y tose descontroladamente, poniéndose el puño en la boca. Le doy unos golpes en la espalda para que se le pase.

-¿Mejor? - Le pregunto inocentemente cuando ya ha terminado.

-Si, gracias. - Dicho esto se dispone a repasar la materia que ha dado Beetee en esta semana y las aclaraciones que le apunté en la libreta.

Yo empiezo a hacer ejercicios, hasta que uno empieza a resistírseme. Tengo que calcular el área que hay entre la curva y el eje. Hago todos los pasos revisando una y otra vez lo que hago. Imposible. Me quedo un rato mirando la libreta, estoy totalmente en blanco.

-¿No has comido lo suficiente? - Dice a mi lado.

-¿Perdón? -

-Nada, que como sigas así vas a quedarte sin lapicero. - No me había dado cuenta pero de la frustración había empezado a roer el extremo de mi lápiz.

-Oh, vaya -

-¿Ocurre algo? - Pregunta curioso.

-Este estúpido ejercicio, no me sale. - Digo dándole un golpe a la libreta

-¿Puedo? - Dice señalándola quiere revisarlo él ¿Enserio? Intento no reírme.

-Claro – Y se la doy. Está un rato mirando el ejercicio y finalmente me la devuelve. -¿Y Bien?

-No has pasado correctamente el grado del numerador, además este signo de aquí es negativo, no positivo. - Le cojo la libreta, ofendida, y miro donde se supone que tengo los errores y así es. Son errores muy estúpidos. Empiezo el ejercicio de nuevo fijándome donde me ha indicado y el ejercicio es correcto.

-¿Y bien? - Repite lo que le he dicho hace unos minutos

-Ya está bien. - Le ignoro durante un buen rato. Brad aprovechando que no está el profesor se acerca a mi. Que pesado por favor... Peeta se percata y se envara en su asiento, aunque veo que está a sus cosas, presiento que esta atento. Sonrío interiormente muy maliciosamente. Creo que voy a jugar un poco.

-Katniss ¿Puedo preguntarte una cosa? - Este se ha situado frente mi pupitre con los brazos apoyados sobre la madera. Ahora está mas cerca. Peeta tiene las manos cerradas en puños y los nudillos ahora son blancos. Perfecto.

-Por supuesto. - Intento sacar una sonrisa arrebatadora inclinándome hacia él. Pero creo no me sale del todo bien, me falta experiencia.

-Verás, como el examen es dentro de una semana y yo no tengo mucha idea de las concavidades, las áreas y todas esas cosas... – Que cara tiene – me preguntaba si podrías ayudarme algún día para ir más preparado. - Este chaval busca cualquier excusa para quedar conmigo. Llevamos en las mismas clases desde hace unos años y siempre ha sacado excelentes notas en clase.

-Mmm, me lo tengo que pensar – Le respondo, apoyando la mano en su brazo. Miro de reojo a Peeta, su bolígrafo está apunto de sufrir una rotura de la fuerza con la que está sujetándolo. Jojo ¿Será posible que esté celoso? ¿Ya? Si prácticamente no había empezado con el coqueteo. - Tengo muchas cosas que hacer. Yo te aviso ¿vale?

-De acuerdo, ya tienes mi número. No dudes en usarlo. - Se va y me guiña un ojo

-Adiós. - Pongo voz seductora. En ese instante suena el timbre indicando que se ha acabado la clase y Peeta sale disparado. Vaya, no esperaba esa reacción. Saco el móvil rápidamente, yo nunca he usado la aplicación de mensajería instantánea, pero ahora lo necesitaba, quería asesoramiento.

Ayer crearon un grupo para cuando ocurrieran estas cosas.

-Chicas, no se si lo que he hecho está bien.

Glim: Es imposible que ya te haya dado tiempo de cagarla, ¿Qué has hecho?

-He coqueteado con la persona equivocada. Brad me ha pedido que le de clases de matemáticas y para probar a Peeta he flirteado con él y le he dicho que lo pensaría

Annie: ¿Y como ha ido?

-Pues su bolígrafo casi acaba partido por la mitad y cuando ha tocado el timbre ha salido como alma que lleva el diablo.

Glim: Perfecto, ya hemos plantado la semilla. No le ha gustado un pelo que te interesara Brad, le conozco. Se como reacciona ante esas situaciones. Lo has hecho muy bien pequeña saltamontes.

Suelto un suspiro de alivio mientras me dirijo a mi última clase de hoy, por el camino me encuentro con Madge, mi compañera en el laboratorio de química. Juntas tenemos que hacer un trabajo para la semana que viene. Se me había olvidado por completo con todo este lío.

-Joder Katniss ¿Que te has hecho? Estás estupenda, sea lo que sea yo también quiero. - Me río de su comentario.

-Larga historia ¿Qué quieres? Tengo un poco de prisa, mi siguiente clase está apunto de empezar.

-Ah si. Te quería preguntar si te importaba quedarte al terminar las clases para empezar con el trabajo de química y comenzar con los ensayos.

-Si, claro no pasa nada. Cuando terminen las clases nos vemos en el laboratorio.

Le envío un mensaje a las chicas para que no me esperen, ya cogeré un taxi para ir a casa.

Esté día está siendo realmente pesado. Lleno de cambios y emociones. Y encima me tengo que quedar mas tiempo en el instituto mientras la temperatura no hacía mas que subir y subir.

Madge es una persona estupenda, aunque nuestra relación se limita a las clases de química. Empezamos a buscar la información necesaria, discutimos sobre como debemos hacer la presentación. Esta parte me da mucha vergüenza, tener que hablar delante de toda la clase... Me vibra el móvil, es un mensaje de mi hermana.

Prim: ¿Dónde estás? Estoy empezando a preocuparme. Por las lentillas no tengas prisa, Annie ha ido a por ellas. Está deseando ponértelas.

¿Preocuparse? ¿Qué hora es? Miro el reloj de la pared y ya han pasado dos horas desde que terminaron las clases.

-Madge ¿Has visto la hora que es?

-¡Aiva! Pues no me he dado ni cuenta. ¿Por hoy es suficiente no? - Asiento con la cabeza. Ella se despide de mi y se dirige al gimnasio, quiere hacer algo de deporte. Esperaba que ella me acercara a casa. Pero veo que me va a tocar coger un taxi.

Salgo al aparcamiento y espero diez minutos con la esperanza de que pase por aquí alguno y no tener que caminar bajo la solana. Pero me canso de esperar. Llamo a mis amigas ¡Fantástico! Una no tiene batería, la otra me sale el buzón de voz. Maldigo por lo bajo mientras guardo el móvil. Empiezo a caminar, el camino andando es de tres cuartos de hora y eso a paso ligero. Suspiro por la tortura que será caminar bajo este sol. La carretera está totalmente vacía, no pasa ni un alma. Cuando llevo aproximadamente cinco minutos caminando escucho un motor a mis espaldas y me giro. Es una moto que viene a toda velocidad pero noto como va aminorando. Me doy la vuelta para seguir caminando, ahora más rápido. Quiero llegar a la siguiente calle, la cual está normalmente mas transitada. Si va aminorando no es especialmente bueno. Cuando llega a mi altura escucho como apaga el motor.

-¿Qué haces a estas horas aquí y sola? - Esta es la última persona a la que esperaba encontrarme.