Capítulo 1: Quien ríe el último.

Esta historia se sitúa en un universo paralelo a Los Juegos Del Hambre, donde nuestros personajes se encuentran en los Estado Unidos. Son estudiantes de último curso en el instituto, a punto de ir a la universidad. A continuación el capítulo, espero que lo disfruten y critiquen constructivamente, así podré aprender de todos un poquito. 

-¡Prim, baja ya o llegaremos tarde a clase! - grito a mi hermana pequeña, no se como puede ser que tarde tanto en arreglarse para ir al instituto.

De repente escucho otra vez el pitido nervioso desde el coche de mi amiga Glimmer, 30 segundos después escucho los rápidos pasos de mi hermana bajando por las escaleras.

-Ya estoy.- me dice con una sonrisa en la cara, así es ella.

-Por fin, Glimmer lleva un rato esperándonos, seguro que ahora se pondrá a gritarnos-

Salimos de la casa y allí está con su flamante Porsche Boxster plateado, dado que todavía es verano ahora es un descapotable, adora conducir dándole el aire en la cara.

-YA ERA HORA! He estado a punto de marcharme sin vosotras- nos grita, lo que me imaginaba.

-Ya sabes, Prim- digo, rodando los ojos mientras me subo al coche. Tengo que hacerlo en los asientos de atrás, ya que Rue va sentada de copiloto.

-No me eches la culpa, es que hoy es el primer día de curso y quiero estar presentable- intenta disculparse.

-Claro que si Prim, ahora vamos ya a la escuela, quiero ver que chicos nuevos han venido este año- dice Rue apoyando a mi hermana. Adora a los hombres.

Glimmer y Rue son de mis mejores amigas, de echo las considero como mis hermanas. Conocí a Glimmer cuando me mude a Lancaster, California, ella vive en la casa de enfrente con sus padres y su hermano Finnick, fueron muy agradables conmigo, y ahora somos inseparables. Los dos son muy agraciados, parecen chicos de anuncio. Se nota que son hermanos. Glimmer es una chica rubia de ojos verdes y con unas piernas kilométricas. Finnick es un chico alto y musculoso con el pelo corto de color bronce y unos ojos verde mar muy profundos. Mi familia y yo nos trasladamos aquí porque a mi padre le ofrecieron un trabajo en uno de los hospitales mas reconocidos, el Lancaster General Hospital. Él es un cardiólogo muy prestigioso, mi madre a su vez también es médico, especializada en el campo de la neurología. Debido a esto no nos falta de nada, puede que hasta nos sobre. Lo peor: su ausencia. Solamente pisan la casa de madrugada y salen temprano para irse al hospital. Más aparte están los viajes que deben hacer, ya no recuerdo la última vez que los vi.

A Rue la conocí en el instituto, y desde que puse un pie en él, ella estuvo conmigo, y dio la casualidad de que estábamos en la misma clase. Ella es muy alegre y simpática, de tez oscura y con un pelo a lo afro muy bien cuidado. Pocas veces nos hemos enfadado en serio, salvo alguna que otra riña por cosas sin importancia.

Cuando no me doy cuenta ya hemos llegado al instituto con 10 minutos antes de que empiecen las clases. Glimmer aparca al lado del Hummer de Marvel. Allí ya están él, Finnick y Peeta, esperándonos. Glimmer le da un beso a Peeta, son pareja desde hace 8 meses y parece que van totalmente enserio. Peeta es un chico por el que cualquiera suspiraría, rubio, ojos azules y atletico, está en el equipo de football junto con Marvel y Finnick. Un detalle que se me escapa. Lo detesto, es un echo. No lo soporto, siempre está haciéndome de rabiar, prácticamente lo ignoro la mayor parte del tiempo.

-¡No os apoyéis en el coche, por favor!-. riñe Marvel a Glim y a Peeta que se acaban de apoyar en el capó- Lo acabo de sacar del taller -.No podemos evitar reírnos, trata a su coche como si fuera su propio hijo-. A mi no me hace ni puñetera gracia.

-No me puedo ni imaginar lo que ocurriría si una paloma se cagara en el parabrisas- dice Finnick riéndose.

-Me vengaría de ella con su misma moneda.

-Por dios Marvel, eres asqueroso! -. Le grito poniendo cara de asco.

-CARIIII-. Como no, Annie gritando a Finnick cuando lo ve- Te he echado de menos -. le dice mientras le planta un beso en los labios.

- Y yo a ti amor-. responde un acaramelado Finnick. Estos dos son pareja desde que llegue a esta ciudad, no me los imagino por separado.

Rue pone los ojos en blanco ante la escena y nos susurra a Prim y a mi.

-Si algún día yo me convierto en eso- dice señalando a la pareja feliz- hacerme un favor y matarme.

-Envidia-. responde Annie, se ve que la ha escuchado.

-¡JÁ!, lo dudo.

Unos minutos después suena la campana, lo que indica que nuestro primer día de clases ha comenzado. Me dirijo a mi primera clase junto con Rue, doy gracias porque este año volvemos a tener el mismo horario, salvo por matemáticas. Ya me las apañaré. No creo que pudiera acostumbrarme a trabajar con otra persona. Y así empezamos el día con biología. El profesor empieza a dar la típica charla de principio de año, sus normas etc. Yo enseguida me pierdo en mis pensamientos haciendo caso omiso de lo que dice el profesor.

Todos estamos en último curso menos mi hermana Prim, que va uno mas atrasado que nosotros. Esto quiere decir que el año que viene estaremos todos en la universidad. Mi padre ya me ha estado recomendando universidades para realizar mis estudios de medicina, el da por hecho que deseo hacerlo, pero es todo lo contrario. No tengo ni la paciencia, ni las ganas necesarias para hacer esa carrera. Pero debo resignarme. ¿Acaso no me dan ellos todo lo que necesito (salvo su presencia)? Supongo que esta será mi forma de agradecérselo, ademas a ellos les hace muchísima ilusión.

Mi sueño seria ir a Juilliard. Es la mejor escuela de arte de Estados Unidos. Adoro la música, me encanta. Cuando de pequeña me apuntaron a clases de piano y comencé a tocar, ya no pude separar mis manos de aquel instrumento. Me gusta componer y cantar. Todo el mundo dice que tengo una voz hermosa, una voz que hace que hasta los pájaros se paren a escuchar. Tampoco les hago mucho caso, yo solamente me limito a tocar en mis ratos libres. Mis padres dicen que la música es una perdida de tiempo y no es nada fructífera para mi futuro. Tampoco es que tuviera muchas oportunidades de ser admitida, hay gente con mucho más talento que yo.

Lenta, muy lentamente llega la hora de descanso para comer. Mientras me dirijo al comedor, noto las miradas de siempre, las risas de siempre. Si, las provoco yo ,pero no me importa. Cuando llegamos al comedor me veo reflejada en la puerta de cristal que lo separa de los pasillos. Llevo el estilo de ropa de siempre. Falda que me llega hasta la mitad de la pantorrilla con estampado de flores, zapatos negros con calcetines blancos tobilleros para que no me roce y una camiseta de media manga del mismo color que la falda, verde oscuro. Vale que no es el modelito que les guste a los demás pero yo me siento cómoda con esto y no con los pantalones ceñidos y con las camisetas de gran escote que no dejan nada a la imaginación, mis amigas visten así y lo respeto, yo me visto así y ellas lo respetan, es lo único que me importa. A parte en mi cara, la cual se ve toda ya que llevo el pelo recogido en una trenza, llevo cero de maquillaje, no me agrada. Y unas gafas de pasta negras porque sin ellas no me veo ni tres en un burro.

-Friki-. Que originales, los mismos insultos año tras año

-Fea-. que si...

-No les hagas caso Katniss-. me dice Rue cogiéndome de la mano y dandome una sonrisa, llevándonos a la mesa donde nos sentamos todos a comer. Ya están todos, solo faltamos nosotras.

-Hola-. saludo a mis amigos.

-Vaya Katniss se ve que tu modelito está causando furor, es de lo único que se habla-. dice Peeta intentando sofocar una risa.

-Cállate Mellark-. le digo dirigiéndole una mirada asesina, aunque se que sus comentarios no son para herirme. Creo que ahora solo lo hace por simple costumbre. De esa costumbre viene mi odio hacia este chico.

-Estas muy sexy-. intenta poner voz de seductor mientras levanta las cejas a toda velocidad, pero las risas no se lo permiten

Eh!- le reprocha Glim dándole una colleja. Como respuesta el le da un beso con lengua. Ugh, aparto la mirada para evitar ese espectáculo

-¿Que tal os están yendo las clases?-. cambia de tema Prim antes de morder su sándwich.

-Es el primer día y ya quiero tirarme por la ventana- Responde Marvel con la boca llena, haciendo que un trozo de pechuga de su bocadillo XXL salga disparado de su boca a la mesa.

-Marvel tío, eres un guarro. Por lo menos podrías taparte la boca.- dice Finnick mientras le devuelve el trozo de pechuga a propulsión de un golpe con su dedo indice y pulgar.

Marvel es rápido y lo esquiva por lo que va a parar al pelo de la jefa de animadoras de la escuela, Clove. Esta chica se dedica a insultarme para su diversión, mientras que el resto de las animadoras la siguen por sus espaldas.

-¿Quien ha sido?-.Grita histérica mirando para todos lados.

Todos en mi mesa se ríen a carcajadas, yo para evitar cualquier problema intento aguantármelas, aunque me resulta complicado.

Clove se gira en nuestra dirección y le dirige una mirada a cada uno de nosotros, parándose en mi. Oh vaya, genial.

-Vaya vaya, mirar a quien tenemos aquí. Si es la Virgen María-. Se burla y me mira de arriba a abajo – Vaya parece que la ropa la sigues comprando en un anticuario. ¿Sabes que te sentaría mejor? Una bolsa que te cubra de pies a cabeza- Yo me limito a mirar mi bandeja de comida mientras todo el instituto se ríe, menos esta mesa.

- Clove...- Comienza a decir Peeta.

-¿Si? - le contesta ella poniendo ojitos, está claro que Peeta le gusta de lejos. Según ella deberían estar juntos. Él es el capitán del equipo y ella de las animadoras.

-¿Sabes que te sentaría mejor? - responde con una sonrisa maliciosa, Clove cambia de expresión al instante.- Un bozal en ese hocico tuyo, PERRA.

La reacción de todo el mundo es inmediata. Risas por todas partes. Vale no puedo creer lo que acaban de ver mis ojos. Peeta Mellark acaba de defenderme, cuando él es el primero que se burla de mi. Supongo que le debo una.

Clove se pone roja, lo que no me queda claro es: si es de la vergüenza o de la rabia. Como no sabe que mas responder se sienta en su sitio otra vez.

-G..Gracias –.No puedo evitar tartamudear, es lo único que sale de mis labios.

-De nada, aquí el único que se puede meter contigo soy yo- me sonríe y me guiña el ojo. No puedo evitar sonrojarme.

-Te juro que como vuelva a ponerte ojitos, limpio el suelo con sus extensiones-. Glimmer puede llegar a ser un poco agresiva cuando le tocan lo suyo.

-Vaya una zorra-. masculla Annie entre dientes – No entiendo porque no deja de meterse en la vida de los demás.

-Porque ella no la tiene –. Aclara Rue, sacando una sonrisa a todo el mundo.

-Bueno y cambiando de tema, quien se viene a mi casa a ver unas pelis y descargar tensiones del primer día de clase –. Dice Glim.

Suena un 'me apunto' general, a mi la verdad no me apetece y empiezo a disculparme para no ir

-NO, ni se te ocurra decir que no puedes, es el primer día de clases, es imposible que ya te hayan mandado tareas. - Dice Finnick- A si que a las 5 y media en mi casa, cada uno tiene que traer algo, tenéis que poneros de acuerdo

-Vale, iré.

Por un momento nos quedamos todos en silencio y cuando levanto la vista me encuentro con un par de ojos azules mirándome y de repente me saca la lengua. Para responderle lo único que hago es enseñarle mi dedo corazón.

-Oh vaya nuestra Katniss se vuelve una rebelde. - Suelta Annie que ha estado observando la situación.

Yo me pongo roja y bajo la mirada aunque aun noto esos ojos clavándose en mi cara. Odio que haga eso, sabe que me pongo nerviosa! Ya veremos quien ríe el último Mellark.