Capítulo 14: Tomando una decisión.

AHHH Siento mucho mucho la espera. He estado escribiendo cada vez que tenía algo de tiempo libre. Al final me ha salido un capítulo largo, incluso lo he acortado xD También siento no responder a los comentarios x.x Dentro de poco volverá todo a la normalidad, por lo menos hasta que empiece la universidad. Para eso aún quedan 2 semanas por lo que no preocuparse por el momento. Disfrutar del capítulo y de nuevo disculpar la espera!

 

CAPITULO 14: TOMANDO UNA DECISION.

-Quiero una explicación, y esta vez quiero la de verdad. -

-Ya lo sabes, estoy con otra persona. - ¿Por qué no se da por vencido?

-Me da a mí que no te creo. - Está todo lo más alejado que puede de mi de brazos cruzados. No se que decirle, nunca he sido una buena mentirosa - Puedo quedarme aquí el tiempo que quieras, no tengo prisa.

-No es mi problema que no me creas. Es la única verdad que hay. - Estoy empezando a ponerme nerviosa.

-Ya... entonces... - Se acerca a mi poco a poco. Yo como respuesta me alejo pegándome todo lo que puedo a la puerta de madera. - ¿Por qué aceptaste salir conmigo? - Touché. Mis mentiras van perdiendo peso cada vez más. Piensa rápido Katniss eres inteligente.

-Por compromiso. No iba a decirte que no habiéndote tomado tantas molestias. - Está peligrosamente cerca llenando mis fosas nasales con su delicioso perfume.

-Así que por compromiso... - Pone los brazos a cada lado de mi cabeza dejándome sin escapatoria posible, con su respiración dándome de lleno en la cara. Así no puedo pensar claramente. -

-Ajá. - Mierda Katniss, cúrratelo un poco más. -

-¿También me besaste por compromiso? - Su cara se acerca peligrosamente a la mía. A estas alturas mi respiración ha llegado a una velocidad insospechada. -

-Yo no te besé. -

-Vamos Katniss, tanto tú como yo quería. No me vengas con tonterías. - Su nariz recorre mi mandíbula, como una suave caricia. Siguiendo su recorrido por mi cuello. Su aliento me hace cosquillas allí por donde va.

-No te hagas tus películas Mellark. - Me encantaría que mi voz sonara mas autoritaria pero me está matando solamente con la punta de su nariz, por lo que es mas parecido a un jadeo que otra cosa. Noto su sonrisa a través de la piel de mi cuello.

-¿Te pongo nerviosa? - Vuelve a subir poco a poco, alargando mi tortura.

-Para nada. - Para ya por favor. Podría abrir la puerta e irme pero las posibilidades de encontrarnos con un profesor son altas. Sus caricias se paran en la comisura de mis labios y se pone frente a mi, acercándose mientras no aparta sus ojos de mis labios entreabiertos por la búsqueda de aire. No creo que sea capaz de rechazar ese beso que ansío con ganas. Cuando pensaba que juntaría sus labios con los míos pone una sonrisa burlona y se separa de mí bruscamente.

-¿Sabes qué? No deberíamos estar aquí, podríamos meternos en problemas. - Su sonrisa no abandona su cara. Me cago en todo ¡Ha jugado conmigo! Y el caso es que yo como tonta me he dejado embaucar.

-¡Eres lo peor! - Intento abrir la puerta para salir de allí pero me lo impide.

-También quería preguntarte algo.

-¡Pues te vas a quedar con las ganas Mellark! - Sigue empujando la puerta para impedirme salir. - ¡¿Qué coño quieres?!

-Mi padre quiere invitarte a la inauguración de su restaurante. -

-¿Y yo que pinto allí? No me conoce. -

-Quería agradecerte por ayudar a su hijo a sacar un notable alto en matemáticas. - Esto me huele mal, pero ¿Y si resulta que me ha invitado de verdad? Quedaría muy mal. Agh mierda. - Además, por mi tampoco vendrías. - Con que no eh.

-Día y hora. - Sonríe de lado. Odio lo que me ha hecho pero sigo adorando esa sonrisa.

-Viernes, a las ocho y media pasaré a por ti. -

-No te preocupes, ya me llevará mi novio. - Pongo énfasis a la palabra novio.

-Lo siento Kat, pero solo puedes pasar con una entrada. Resulta que me la dará el mismo viernes, por lo que tendremos que ir juntos. - Lo tiene todo planeado el cabrón.

-Te estaré esperando. - Digo, ahora si, saliendo de aquel cuartucho.

-Allí estaré. Por cierto, es de etiqueta. Ponte guapa.– Dice saliendo él también y tomando una dirección contraria a la mía.

Entro a la clase, toda acalorada por la carrera. Pero no hay profesor. Me siento al lado de Rue y detrás de Annie.

-¿No hay profesor? -

-Está enfermo. Así mejor y nos cuentas que tal te ha ido – Dice Rue levantando las cejas.

-¿Lo sabias? - Le pregunto enfadada. Ella solamente señala a Annie. ¡Claro! Ella me había pedido esa aspirina. - ¡Tú, traidora!

-Esa es una palabra muy fea Kat. No te enfades conmigo, si parece que te lo hayas pasado bien. Vienes toda acalorada.

-¿Por qué me has hecho esto? Sabes perfectamente la situación en la que estoy.

-Pues por eso mismo lo he hecho. Katniss, lo que estás haciendo no tiene sentido alguno.

-¡Annie! No puedes decidir lo que tengo que hacer. Son mis sentimientos.

-¡Y TÚ ERES MI AMIGA! No pretenderás que me quede quieta mientras te veo sufrir. - Miro a Rue para que me apoye. Ella levanta las palmas de las manos y se concentra en su libro. -

-Vale, muchas gracias. Annie tranquilizate, piénsalo desde otro punto de vista. Si, nos gustamos ¡Pero es el ex de una de mis mejores amigas! No puedo ponerme a salir con él. Ale viva la vida, para mi, la amistad también es importante.

-A Glimmer no creo que le importara... - Dice, pero con duda en la voz.

-Eso no lo sabemos. Así que por favor, dejemos ya el tema en paz. Ahora tendré que aguantarlo todo el viernes por la noche. - De pronto a Rue ya no le parece tan interesante su libro de literatura.

-¿Qué me he perdido? En teoría estabas en proceso de pasar de él.

-Su padre me ha invitado a la inauguración de su restaurante. ¿Como le digo que no? - Me llevo las manos a la cara, sabiendo que lo que voy a hacer ahora mismo me arrepentiré de hacerlo, pero es necesario. - El evento es de etiqueta, y no tengo nada que ponerme. - Annie suelta un gritito de emoción.

-¿Sabes que quiere decir eso? -

-No... Por favor... Otra vez no. -

Estoy agotada, ya hemos llegado a casa después de toda la tarde enfrascadas en las tiendas de ropa. Cuando estoy a punto de subir para darme una relajante ducha escucho la puerta de la calle abrirse y veo desde las escaleras a Prim entrando por la puerta pero Cato no se lo permite cogiéndola de la cintura y la besa. Después sus manos van a parar al trasero de mi hermana. No quiero presenciar esto, pero tampoco quiero que se sobrepase con ella. Toso audiblemente aposta. La escena es divertida. Cato la ha soltado al momento y Prim se da la vuelta toda roja. Eso lo hemos heredado las dos, quien diría que no somos hermanas, aunque físicamente no nos parecemos en nada.

-Hola cuñada. - Dice pasándose las manos por el pelo corto.

-Hola cuñado ¿Qué tal? -

-Bien, venia a dejar a Prim. Yo ya me voy. - Se gira para encarar a mi hermana – Te veo mañana. - Le da un casto beso y Prim cierra la puerta. Ella me mira avergonzada.

-¿Qué? Me estas poniendo nerviosa. -

-Ya veo que vais muy bien -

-Si. - Una sonrisa enamorada pinta su cara. - Es el mejor. - Una duda recorre mi mente desde hace unos días. Ella pasa las horas con Cato. Solo viene para cenar y dormir. Voy a abordarla poco a poco.

-¿Como van las clases? -

-Muy bien, los exámenes que hemos hecho los he aprobado todos con matrícula.

-Me alegro mucho Prim. Espero que estar con Cato no te descentre de los estudios, como ya no estás casi en casa... - Prim resopla.

-Pareces papá.

-Ya que ellos no están aquí, deberé de preocuparme yo por las dos.

-Tranquila, él me ayuda en todo lo que necesito. Cuando estoy con él hacemos cosas de clase antes de hacer lo que nos apetece.

-Mmm, ya... Con respecto a eso... Habéis estado... ya sabes... - Prim abre mucho los ojos y se pone roja roja.

-¡Kat! ¿Tengo que hablar contigo de esto? -

-Soy tu hermana, me preocupo solamente. - Ella baja la mirada y asiente un poco con la cabeza. Oh Dios mio. Han desvirgado a mi dulce y pequeña hermanita. - ¿Tan pronto Prim?

-¡Solo ha sido una vez! Y por mutuo acuerdo, yo también quería. -

-¿Os protegisteis cierto?

-De verdad que me da vergüenza hablar de estos temas contigo. Pero si, Cato es un chico responsable no te preocupes por eso.

-Como pasa el tiempo. -

-No te pongas nostálgica Kat, algún día tenía que pasar. Antes o después.

-Pero eres tan pequeña...-

-Solo soy un año menor que tú. -

-Yo aún soy virgen, no lo excusa. -

-Cuando tengas novio lo entenderás, es algo mágico y maravilloso. - Dice con una sonrisa risueña, me alegro mucho de que Cato la haga feliz, pero es tan joven...

-Es verdad... No puedo ponerme en tu situación.

-No pasa nada, ya te llegará el momento Kat. - Asiento ausente - Voy a ducharme ¿Vale?

-Yo también.

Los chicos vuelven a sentarse con nosotras al día siguiente. Todos me miran socarronamente mientras comen. El bocazas ya se lo ha contado sus amigos, o eso es lo que me están dando a entender.

-Tenemos que empezar a hablar de las vacaciones de navidad si no queremos que nos pille el toro. - Dice Annie.

-¿Qué tenéis pensado? - pregunto con curiosidad.

-Alquilamos una casita o nos vamos a algún hotel -

-¿No pasáis la noche buena en casa? -

-¿Cómo que pasáis? Tú te vienes con nosotros, obviamente. Además, no te preocupes. Solo es una semana, para las fiestas estamos aquí -

-Podríamos ir a Nueva York – Propone Glim

-Demasiada gente. - Dice Finnick – Recordar cuando nos fuimos a Los Angeles, aquello daba asco.

-¿Las vegas? - Propone Rue.

-¿Me has escuchado? Además recuerda que aún somos menores. Me gustaría ir a un lugar tranquilo para relajarme después de los exámenes.

-Y con nieve. Aquí no nieva casi nunca. Hace algunos años que no la veo. - propone Annie.

-Alaska. Tiene nieve y es lo más tranquilo que te puedes encontrar. - Todos me miran como si fuera un bicho raro. - No habéis estado nunca ¿verdad? Aquello es precioso.

-Me gusta. - Dice Marvel. Vaya no me lo esperaba.

-Si. Es buena idea. Muy bien Katniss, empezaré a buscar sitios e ir a las agencias de viaje. - No entiendo las ganas de Annie de calentarse la cabeza. - Ir ahorrando. Cuento con todos, Prim dile a Cato que también está invitado. - Esperemos que sea un viaje tranquilo.

Peeta's POV

¡Si! Si, si, si. Lo sabia. Me ha costado la vida apartarme de ella teniendo en cuenta las ganas que tenía de empotrarla contra la puerta. Pero ha valido la pena si eso significaba demostrarme lo que ya me ha quedado claro. Ahora mis preguntas son más, pero la más frecuente ¿Por qué? Lo que si tengo claro es que conseguiré la respuesta. Lo de la invitación ha sido sin pensarlo, quería volver a quedar con ella, lo malo es que ahora me tendré que enfrentar con la furia de Marvel.

-¡No es justo! Me habías invitado y ya te he dicho que si. Lo siento Peeta pero pienso ir.

-Eso no tienes que decidirlo tú. Recuerda que tengo las entradas yo. Perdona por haberte hecho esto pero ha sido sin pensarlo.

-¡Que no!

-Hazte a la idea, no irás.

-Ya me pedirás algún favor.

-De hecho esto es un favor, y como amigo que eres podrías hacérmelo.

-Vale, pero me debes una muy gorda. Me iba a poner hasta los topes a comer.

Finnick, que hasta ahora había estado callado me habla.

-¿Como estás tan seguro de que Katniss de verdad quiere ir y no va por obligación?

-Me podría haber dicho que no perfectamente.

-Si la tienes encerrada en el cuarto de mantenimiento y sin escapatoria ¿De verdad crees que ha aceptado por voluntad propia? -

-Te lo ha contado Annie... -

-Tío como te lo montas ¿Y son cómodos esos sitios? -

-Marvel, solo hablamos...

-Si, me lo ha contado Annie. También me contó que no estaba muy contenta y bastante enfadada. -

-¿De verdad? -

-Quizás debas hablar con ella y preguntarle como es debido.

Y aquí estoy, en la puerta de su casa como un verdadero idiota solo porque tengo una conciencia de mierda. Pero Finnick tiene razón, debería de planteárselo de otra forma. Llamo a la puerta de su casa. Oh vamos ¿En serio? Ruedo los ojos.

-Hola Brad, ¿Está Katniss? - Digo pasivamente.

-Hola. Espera un momento. - Pasa adentro y cuando pasan unos segundos escucho como los dos empiezan una discusión pero no se de que va. No llega al minuto cuando me recibe en la puerta.

-¿Qué quieres? - Dice apoyándose en la puerta con los brazos cruzados. Puede ser que si que esté enfadada

-Hola, yo también me alegro de verte. - Escucho un carraspeo desde la cocina. Katniss pone los ojos en blanco.

-¿Quieres pasar? -

-Claro – Ella se hace a un lado para dejarme entrar. - No será mucho. Quería disculparme. - Su expresión se dulcifica cuanto apenas.

-Tú dirás.

-No me porté bien contigo ayer, lo siento. Y entiendo que no quisieras venir a la cena del viernes.

-Estás disculpado, solo si prometes no volver a meterme en un cuartillo de esos. -

-Te lo prometo.

-Con respecto a la cena... no me queda más remedio que ir. - Sonríe

-¿Por qué? No quiero obligarte a ir si no quieres.

-Es que tu confabulada ayer me llevo de compras para adquirir un precioso vestido para la ocasión. No querrás que se pudra en el armario ¿No?

-Claro que no. - Me levanto para irme. - Estaré aquí a las ocho y media para verte con ese precioso vestido. Y lo siento otra vez, la próxima vez que quiera hablar contigo será en un lugar menos claustrofóbico. - Katniss me acompaña hasta la puerta.

-Será un honor ver como te desenvuelves. - Dice riendo. Me doy la vuelta para darle un beso en la mejilla.

-Nos vemos Kat.

-Adiós Peeta.

Katniss's POV

-Está loco por ti Kat. - Dice Brad cuando cierro la puerta. Me apoyo en ella para respirar tranquilamente.

-Me da igual. Eso tiene que cambiar.

-Pues yendo a la cena esa no vas por buen camino. Si has aceptado es por que te mueres por estar con él pequeña. - No puedo evitar sonreír por tomarse las molestias de disculparse. A parte de que tiene toda la razón del mundo. - solamente hay que ver la cara que acabas de poner.

-Solo será por esta vez. Será como una especie de despedida. - Noto como me sonrojo.

-Me encantaría verte con ese vestido. Seguro que estás para tomar pan y moja. -

-Seguro que no pensabas eso de mis antiguos atuendos – Contraataco. Siempre he pensado que esta amistad no existiría si no fuera por mi cambio.

-He de admitir que no eran tus mejores ropas. - Se sienta a mi lado en el sofá y me pasa un brazo por los hombros. -

-Lo más seguro es que no fuéramos amigos de no ser por que Annie me compró toda esa ropa. - Le digo dolida.

-Tengo que darte toda la razón. Es cierto que me acerqué a ti porque quería ligar contigo. Cuando te vi con esos pantalones cortos pensé: 'La madre que la parió, que a gusto se quedó'. Después pasaste de mi poniendo, a mi parecer, una excusa malísima. - No puedo evitar reírme. -

-Sabía que no te lo tragarías. -

-Claro que no. Después te sentaste conmigo, charlamos y me pareciste una tía genial. Ahora te quiero mucho y sinceramente me da igual la ropa que te pongas en estos momentos. Eres una gran amiga y nada va a cambiar eso.

-Eres un capullo con sentimientos, a pocos encuentras así.

-Soy una especie en peligro de extinción preciosa.

Y la conversación sigue y sigue pasando la tarde entre libros, risas y comentarios.

Rápido es una cosa, pero la velocidad a la que ha pasado esta semana no se le puede llamar así. Cada vez que miraba el reloj habían pasado horas y yo no me había dado ni cuenta. Cuando me quiero dar cuenta ya estoy totalmente vestida y arreglada delante del espejo de mi habitación. Han hecho un trabajo estupendo. Estoy verdaderamente guapa. El vestido es realmente precioso. Es totalmente negro y llega hasta el suelo, suave al tacto. El escote muy pronunciado está adornado con pedreria brillante y mi espalda está totalmente desnuda, salvo por un cordel de los mismos brillantes que cuelga a lo largo de ella. Se ciñe a mis formas y tiene un poco de cola. Mi pelo está recogido en un moño despeinado del cual caen unos rizos y mi flequillo me cubre parte de la frente. Mis ojos son totalmente negros y mis labios de un color rojo muy llamativo.

-¿No voy muy exagerada? - Pregunto temerosa.

-Katniss, estás guapisima. No te preocupes, la gente que acude a esos eventos van a ir igual que tú. A mi me han invitado un par de veces y no vas a desentonar nada. - Me tranquiliza Glim.

Vuelvo a mirarme en el espejo y observo como mis amigas me miran con una gran sonrisa. Glimmer me mira de forma diferente.

-¿Podemos hablar un momento? - Las demás lo captan enseguida y nos dejan a solas. Me siento en el borde de mi cama con cuidado de no arrugar el vestido.

-¿Qué pasa Glim? - Ella se pone de cuclillas frente a mi, coge mis manos entre las suyas y me mira con esos ojos verdes de una manera tierna. Como cuando una madre mira a su hijo.

-Kat... Eres la mejor persona que he conocido nunca. - La miro extrañada, no entiendo a que viene esto. Cuando voy a abrir la boca para preguntar me calla. - Espera, dejame terminar. Eres la mejor persona que vive en este planeta y si alguien se merece ser feliz eres tu. - Oh, ya se por donde va. - ¿Por que no lo intentas? Tus intenciones no fueron malas. Solamente quisiste ayudarme, en todo caso aquí la que se merece lo peor soy yo... No es justo que te hagas esto por mi culpa, no sabes lo culpable que me siento de verte así. Si uno de los impedimentos es porque él es mi ex por mi no hay ningún problema, ya lo sabes.

-Glim...No me lo merezco... -

-No digas estupideces, te lo mereces más que nadie. No puedes dejar que una tontería te amargue. Eres joven, tienes que echarte novio, y si te gusta un chico, tienes que ir a por él. - Suspiro. Ahora estoy confundida, no tengo ni idea de que hacer. Es lo que más deseo en este mundo pero sigo pensando que no me merezco el cariño que él pueda ofrecerme. Aunque... quizás si me merezca tener un poquito de felicidad en mi vida... Estoy hecha un lío.

-Gracias. - ¿Qué más puedo decir?

-De nada cariño. Para eso estamos las amigas, espero que mañana me sorprendas cuando llegues a mi casa contándome que tal te fue la noche.

-KATNISS NO SE SI NO LO OYES, PERO ESTÁN LLAMANDO A LA PUERTA. DEBERÍAS ABRIR. - Grita Prim desde el comedor.

-Ánimo y pásatelo bien. -

Bajo las escaleras con cuidado, los tacones que llevo son más altos y serán todo lo preciosos que quieras pero no he tenido una cosa mas incomoda en mis pies. Aún así me defiendo bastante bien.

Vuelvo a escuchar llamar a la puerta pero me permito el lujo de hacerlo esperar un poco.

-¿Quién es? - Digo en tono inocente.

-Papá Noel. - Es Peeta reconozco su voz. Me roba una sonrisa enorme y abro la puerta.

Creo que mi visión nunca se había encontrado con algo tan sumamente sexy. Traje con corbata. La americana la lleva en la mano echándosela al hombro, la otra mano está metida en su bolsillo y se ha apoyado en el marco de mi puerta. Si, podría hacerse pasar por modelo. Me fijo en que ha agrandado sus ojos y me mira de arriba a abajo. Creo que esto ya lo he vivido antes.

-¿Quieres una foto? Te durará más. - Las chicas dentro se desternillan de la risa.

-Me gusta más lo que viene siendo el 3D. Buenas noches señoritas. - Dice mientras imita como se quita un sombrero y hace una reverencia.

-Buenas noches Peeta. Cuida bien de mi hermana, no dejes que se caiga de los edificios que tiene en los pies si no quieres enfrentarte a nuestra furia. -

-Cuidaré bien de ella, peque. - Me dirige una mirada que me derrite entera. ¿Como no me va a encantar este hombre? - Hasta luego chicas, la traeré sana y salva.

Ha venido en el Aston. El restaurante está en pleno centro y tengo que decir que estoy muy impresionada con el sitio. Nunca habia pisado nada de esta envergadura. Tiene incluso un servicio de aparca coches. Desde dentro del auto puedo distinguir como las mujeres, mayores que yo, llevan vestidos muy elegantes. Por lo menos no desentonaré. Una vez que hemos bajado Peeta me ofrece su brazo con una gran sonrisa y yo enrosco el mio sin dudar. Esta noche quiero pasármelo bien, olvidarme de todo. Ya me preocuparé en su momento de lo que sea.

-¿Sabes? Me has sorprendido mucho cuando has abierto la puerta. - Dice antes de entrar.

-¿Por qué? -

-Porque no pensaba que podrías estar más hermosa de lo que lo estuviste cuando saliste conmigo. - Maldita sea, espero que el maquillaje este tapando el color rojo que está subiendo a toda velocidad a mi cara.

-Tu tampoco estás nada mal, me gusta como te queda el traje.

-A mi todo me queda bien preciosa. - ¡Será engreído!

-No te haré más cumplidos, ni siquiera me los agradeces. -

En ese momento ya estamos dentro, si por fuera me parecía elegante por dentro me parece el palacio de la reina Isabel II. El restaurante es enorme, con mesas grandes (Supongo que para hacer la cena en grupos) y al fondo se encuentra una pequeña orquesta de cuerda, viento y un pianista para dar ambiente. Al techo hay colgadas varias lamparas enormes de araña de cristal. Las paredes están decoradas con cuadros y madera, la cual si no me equivoco es roble.

-Es precioso... - Le digo embobada mirando a todas partes. -

-Muchas gracias. - A la derecha se nos acerca un hombre apuesto, puede que ronde los 45 años. Lleva un esmoquin tradicional, blanco y negro. Pelo totalmente blanco y unos ojos azules muy profundos. Solo por este detalle ya se de quien se trata. - Tu debes de ser Katniss. Yo soy Nathan Mellark, encantado. -

-Encantada de conocerle señor Mellark. -

-Llamame Nathan por favor, si me llaman señor me hacen sentir mas viejo de lo que ya soy. - Dice con una sonrisa encantadora. Ya se de donde ha sacado Peeta todo su encanto.

-De acuerdo Nathan. El lugar es increíble, gracias por invitarme.

-Ha sido un placer, disfrutar de la noche chicos. - antes de irse le dice a Peeta en un susurro en su oído más que audible. - Es más guapa de lo que me decías hijo. No dejes que se te escape. - Vaaale... esto es un récord en menos de cinco minutos me han hecho sonrojarme vergonzosamente 2 veces. Peeta le sonríe a su padre, nadie podría negar que son familia. Un camarero pasa con una bandeja con copas de champan, cojo uno. Presiento que esta noche me va a hacer falta un empujoncito. La noche pasa entre saludos y presentaciones. Peeta conoce a mucha gente, le dicen lo mucho que ha crecido y él le como le va en el equipo y en las clases. En todas las ocasiones me presenta, aunque han habido confusiones llamándome novia. Algo que enseguida él ha desmentido. Cada vez que decía 'No, es una amiga' mi corazón se hacia más chiquitito. Un momento antes de que sirvieran la cena y cuando llevo un par de copas de champan una mujer que no sobrepasaria los 24 años se nos acerca y le da un abrazo más que efusivo a Peeta. Es una chica espectacular. Altísima, cuerpo de escándalo y un vestido mucho más bonito que el mío. Hablan con tal emoción que me siento totalmente fuera de lugar. Cuando estoy apunto de largarme de ahí para dar una vuelta, Peeta me coge de la mano y enrosca sus dedos con los míos.

-Mira Katniss, esta es Johanna. La conozco desde el jardín de infancia. Ella pegaba a los niños que se metían conmigo. Claro, como era mayor se aprovechaba de ellos - Le doy la mano aunque más fuerte de lo necesario. Ha dicho que se conocen de niños pero eso no quita que me sienta un poco irritada. Pongo una sonrisa falsa y la saludo.

-Encantada Johanna, es un placer.

-Igualmente Katniss. Tu chico era un blandengue, y aunque no tengo el placer de verle tanto como me gustaría estoy segura de que sigue siendo una nenaza. - Mi chico. ¿Dará por hecho que somos pareja? Yo, celosa como ninguna, me enrosco a su brazo, por si le quedaba alguna duda.

-Yo no era un blandengue, lo que pasaba es que era mas bueno que el pan.

-Si claro. Bueno chicos nos vemos después de la cena, voy a seguir saludando. ¡Que aproveche! - Odio decir que parece una chica agradable.

-¿Qué pensaría tu novio si te ve enroscada a mi brazo? - Ups, es cierto. Yo tengo novio. Me separo de él y me dirijo a la mesa donde hemos visto que nos ha tocado sentarnos. Estamos en la mesa con su padre, su pareja y otros más que supongo que serán socios, etc.

Peeta's POV

Puff, esta noche me merezco una medalla por las ganas que me estoy aguantando. Cuando me ha abierto la puerta de su casa ha sido un shock. La he visto con ese vestido negro, con ese escote largo que le llega casi al ombligo. Solo que un pequeño elástico mantiene la tela en su sitio para que no se vea nada de más. Lo peor ha sido cuando dentro del restaurante se ha adelantado un poco a mi y he logrado ver el escote de la espalda que llega hasta la curvatura de su cadera, eso juntado con sus movimientos al andar me iban a llevar al infierno. Hoy estaba realmente hermosa, nada que envidiarle a ninguna de las presentes. La cena pasa muy tranquila. El menú es delicioso y me consta que mi padre ha ayudado en la cocina, salió muy temprano para dejar algunas cosas preparadas.

-Bueno Katniss. ¿Que vas a estudiar en la universidad? - Esa pregunta no es la adecuada, pero sabrá apañarselas. Mi padre y ella llevan hablando toda la noche. Cosa que no pasó ni de lejos con Glimmer, con ella solamente cruzaba un par de palabras. Katniss pone una sonrisa triste antes de responder.

-Tengo pensado estudiar medicina. Como mis padres. - Su vista no se aparta de su plato vacio.

-Eso está muy bien, es una profesión preciosa. Seguró que te gustará. - Ella asiente solamente con la cabeza. Mi padre me mira, preguntandome en silencio. Yo solo niego para que corte con el tema. Él entiende.

-Ya se que eres una chica muy estudiosa, mi chico no aprueba un examen por los pelos si no llega a ser por tu ayuda.

-No exageres papá.

-Peeta no es malo en mates, solo necesita que se lo expliquen adecuadamente. No le culpo, no nos ha tocado un buen profesor.

-¡Gracias! -

-¿Aparte de estudiar tienes algún hobbie? - Si, mi padre estaba de un comunicativo que tiraba para atrás, supongo que será para que Katniss esté cómoda.

-Toco algunos instrumentos y compongo. También leo mucho, pero solamente lo hago cuando tengo algo de tiempo libre.

-Que chica más completa ¡Haces de todo! -

La conversación sigue y sigue hasta que la cena termina y los musicos continuan. La gente se ha levantado de la mesa menos Katniss y yo. Parece muy pensativa.

-¿En que piensas? - Le pregunto.

-Tu padre es muy agradable – Me dice con una sonrisa.

-Si, es cierto. Siempre hace que todo el mundo intente sentirse comodo. -

Después de eso nos quedamos en silencio y ella se coge otra copa de champan ¿Cuantas llevará ya? Sinceramente he perdido la cuenta. Veo como se abanica con la mano, posiblemente tenga calor. Me levanto para llevarla a la terraza que le de un poco el aire, le tiendo mi mano.

-Ven, acompañame. - Me mira indecisa, pero termina por cogerme la mano. Noto como se marea al levantarse - ¿Estás bien?

-Mmm si. Puede que me haya pasado con el champan. - No puedo evitar reirme.

-Eso júntalo con las copas de vino de la cena. No estás acostumbrada a beber y te ha afectado un poco. ¿Puedes caminar con los tacones? - Ella asiente.

Con más razón tengo que llevarla a que le de el aire. Le paso un brazo por la cintura por si las moscas. Ella se tensa por mi accion pero enseguida se relaja. Cuando estamos fuera ella se separa de mi y se apoya en la baranda de piedra y pierde su mirada en el infinito. Yo la miro mientras está a sus cosas y me fpercato de que está temblando. Me quito la chaqueta y se la paso por los hombros, da un leve respingo pero me sonrie calidamente.

-Estaba pensando... -

-En que -

-Una cosa que me ha dicho Glimmer antes de salir de casa. Estaba reflexionando y tomando como una especie de decisión.

-¿Sobre que? - Ella se gira para darme la cara.

-Sobre ti. - Noto como mis ojos se han abierto. ¿Que clase de decision puede tomar sobre mi?

-No te entiendo preciosa. -

-No pretendo que lo entiendas. - Ella se acerca a mi para acariciarme la mejilla y yo cierro los ojos por la sensación. Antes de que pueda abrirlos y responderle, ella ya se ha adueñado de mis labios. Abro los ojos de golpe, sorprendido, pero sin separarla de mi. Es un beso casto y suave. Lo más seguro es que lo haya hecho bajo los efectos del alcohol y yo no quiero que se arrepienta de esto. La aparto poco a poco de mi y me mira con una expresión triste en la cara.

-¿Y Brad? - Resopla de manera fuerte - ¿Qué?

-No es mi novio, es solo mi amigo. -

-¿Me mentiste? - Asiente mirando al suelo. Vuelve a marearse y por los pelos no se ha caido - Pero ¿Por qué? - Ella se lo piensa un momento.

-No... no te lo puedo contar ahora. Prometo que te lo contaré, cuando me sienta preparada. - Tiene los ojos brillantes y rojos. No me gusta verla así, por lo que la atraigo hacia mi para abrazarla.

-No pasa nada. Creo que podré esperar. - Sinceramente tengo tantas ganas de tenerla conmigo que podría esperar una eternidad. La separo un poco de mi, lo justo para verla a la cara. - Entonces...Si me mentiste quiere decir... -

-Quiere decir que el que me gusta, eres tú. Nadie más. -

-Mmm, me encanta escucharte decir eso - Sin poder soportarlo más la cojo de la barbilla para acercarla completamente hacia mi. Rozo levemente sus rojos labios con los mios. Es una sensación espectacular, estaba tan deseoso de que ella me correspondiera que cuando enrosca sus brazos en torno a mi cuello para apretarme contra ella no puedo evitar sonreír sobre sus labios y noto como ella también lo hace.

-¿El alcohol tiene algo que ver con esto? - Ella me da un beso en el mentón antes de contestar.

-Puede. Aunque también puede ser que estuviera deseando hacer esto desde que he abierto la puerta de mi casa. -

Su mano se pasea por mi nuca jugando con mi pelo mientras vuelve a besarme de una manera lenta y tortuosa. Meto mis manos por debajo de mi chaqueta para abrazarla completamente, tocando con las palmas su suave espalda. Con un dedo dibujo una linea recta desde la base del cuello hasta donde empieza la tela de su vestido. Ella se estremece por el contacto y pierde el equilibrio nuevamente.

-Será mejor que te lleve a casa. No estás en condiciones. -

-Vale. Creo que las dos últimas copas sobraban. - Cuando echa a andar pone cara dolorida.

-¿Estás bien? - Se señala los pies y levanta un poco su falda dejandome ver unas sandalias altísimas, si me fijo un poco más puedo llegar a ver sangre. - Estás sangrando. Son bonitos pero solo con verlos ya se ve que no son comodos.

-Eso juntalo con que es la segunda vez en mi vida que me pongo tacones. -

-Cuando lleguemos al coche te los quitas.

Kat lleva los ojos cerrados durante todo el camino con esas sandalias del demonio en su regazo. No me atrevo a hablarle por si está dormida, prefiero dejarla dormir para que se le baje la mona. Ahora mismo soy la persona con mas suerte del planeta. Esta mujer al fin me ha contado media verdad. ¿Qué estaría mejor si me la hubiera contado entera? Pues es posible, pero por ahora me contento con lo que tengo. Más vale pajaro en mano... En mis labios todavía perdura su dulce sabor, y sonrio al recordarlo. Solo me habia permitido el lujo de besarla una sola vez, y desde entonces mi único deseo era volver a hacerlo. Esta noche lo habia conseguido. Teniamos que hablar, pero yo ya me he hecho mis ilusiones. De hecho de ellas se vive.

Bueno os habeis podido fijar que no me gusta mucho el drama y que prefiero el romatiquerio xDDD. Aunque no todo son caminos de rosas, por ahí queda alguna espina. A ser felices!