Buenas a todo el mundo! Lo primero avisar de que el capítulo es extra largo, pero es que en caso de partirlo en dos como el anterior, no sabia por donde. Este tiene que ser un capítulo entero. Espero que no os moleste y que los disfruteis como los demás! Yeaah Espero que os guste!
CAPITULO
9: PROFESORA PARTICULAR.
-Ven
anda que hoy si que vas recatadita. - Me dice Annie antes de entrar a
mi clase. Llevo unos pantalones vaqueros normales y una camiseta
bastante escotada para mi gusto pero a ella parece que no le sirve. -
Vamos a hacer que se pierda en esos pechotes. - Tira fuerte de la
camiseta hacia abajo haciendo que se vea gran parte del sujetador
rosa chicle. Corriendo vuelvo a colocar la prenda en su lugar, pero
eso no ha evitado que dos chicos me hayan visto. Que verguenza...
-Eh,
mirones. ¿Qué se os ha perdido aquí? - Glimmer ya está encarando
a los chiquillos de los primeros cursos haciendo que ellos se vayan
corriendo. Creo que si no es todo el instituto, casi todo le tiene
miedo a mi amiga. - Annie eres una bestia. Con que se le vea un poco
la molla basta. - Tira la camiseta un poco hacia abajo haciendo que
se vea bastante pecho. Por Dios esto no puede ser mas incomodo. Menos
mal que mi pelo, ahora lacio tapa algo si lo echo hacia adelante. Me
echa un vistazo y sonríe - Preciosa.
-Ya
sabes, si necesitas algo estamos en el whatsapp. - Yo suspiro y me
doy la vuelta para meterme en el aula. Cuando estoy dentro, no se
cual de las dos es, pero me dan un apretón en el culo y pego un saltito
con chillido agudo incluido. Me han dejado tibia.
-¡PARA
QUE TE ACOSTUMBRES! - gritan las dos a la vez pero cuando me asomo a
la puerta ya han salido las dos pitando.
Me
acerco cojeando a mi mesa mientras me sobo el culo, creo que me han
montado algún musculo o algo así. Cuando me siento realmente me
duele.
-¡Mierda!
- Grito sin querer.
-¿Te
han metido mano? - Peeta me mira socarrón desde su sitio, no me
había dado cuenta de que ya estaba aquí.
-Si,
me han hecho mucho daño. Que fuerza. - Él se carcajea de mí. Le
echo tal mirada que hace que se calle en el momento – No te vuelvas
a reír de mi. ¿Con lo de ayer no tuviste suficiente?
-Eres
rencorosa... -
-No lo
sabes tú bien, te la tengo bien guardada Mellark. - El me mira
divertido apoyando la cabeza en la mano. Está arrebatador,
pantalones largos y una camisa abierta a cuadros deja ver una
camiseta blanca debajo. Aparte lleva el pelo despeinado. Arg.
-¿Que
piensas hacerme? Eres una chica buena... - Se acerca a mi con una
sonrisa.
-Digamos
que me estoy pervirtiendo, así que te aconsejo que no juegues
conmigo o te quemarás. - Digo inclinándome hacia él quedando muy
cerca poniendo una mirada sutil y atrevida. Veo como pone cara de
sorpresa y traga en seco. Este abre la boca para contestarme pero no
puede porque el profesor acaba de entrar por la puerta.
-Les
agradecería que dejaran los coqueteos para otro momento y se centren
en la clase por favor. - Bien, esa llamada de atención es para
nosotros. Peeta se aleja de mi y pone sus cosas en la mesa. Le miro
de reojo y él ya me esta mirando. Nos reímos por lo bajo por la
pillada.
Cuando
termina de repasar apartados que algunos le preguntan por las dudas
que tienen vuelve a irse, igual que el día anterior. Yo aprovecho la
situación para hablar con Brad, mejor quitármelo ya de en medio. Me
levanto sin decir una palabra. Y voy sigilosa hasta la mesa de este,
haciendo que su compañero de mesa me mire embobado y él da un
respingo sorprendido cuando me siento en su pupitre. Cuando sabe que
soy yo me mira sonriente.
-Hola.
- Le digo con entusiasmo. Miro lo que está haciendo, sea lo que sea
está mal. Se ven los errores por todos lados. Igual si que necesita
clases de verdad.
-Hola...
¿Te has pensado lo de las clases? -
-Tengo
malas noticias – Le pongo un puchero para corroborar mi mentira, no
soy buena en esto. Espero que no me pille. - Mi abuela se calló en
la ducha. Le han dado el alta pero ahora debo quedarme con ella todos
los días, para cuidarla y eso. Mis padres no están en casa por eso
tengo que responsabilizarme yo. - ¿Pero que cojones le estoy
contando? No me lo creo ni yo, debería de haberlo pensado un poco
mejor.
-Bueno
no pasa nada, puedo ir de todas formas. No creo que moleste. - Vaya
por Dios, pensaba que cuando le dijera lo de la abuelita enferma se
echaría para atrás.
-Si,
bueno... Verás es que ella, tiene incontinencia. Los esfínteres no
le funcionan muy bien. - Pone cara de asco al momento. Bien... vamos
bien. Ahora le digo en un susurro. - Cuando se lo hace encima tengo
que cambiarla rápido porque sino ella misma...
-¡VALE!
PARA. No...No pasa nada. Supongo que encontrare a alguien más. -
-Lo
siento de veras... No tenia esto planeado.
-¡Everdeen!
A su sitio por favor, si no quiere tener una amonestación. - Ayer
nos deja toda la clase solos y ahora tiene que venir a molestar.
Rápidamente me bajo del pupitre y me dirijo a mi sitio. Peeta me
está mirando interrogante.
-¿Que..?-
Empieza a preguntarme pero Beetee le interrumpe haciendo que se
calle. Le indico que espere con la mano. Rompo un trozo de papel de
la libreta y le escribo. Se lo voy a ir diciendo con cuentagotas.
Tengo curiosidad, a ver que dice.
He
ido para hablar sobre las clases que me pidió que le dara.
Peeta
me mira con aire tristón.
Vaya,
pues tendré que buscar a otra persona...
Sonrío para mi misma. Cree que he
rechazado su oferta y he preferido dar clases a Brad.
¿Por
qué? Le
pregunto haciéndome la tonta. Me mira confuso.
Pues
porque me he quedado sin profesora. Si prefieres darle clases a él
no pasa nada.
¿Quien
ha dicho que vaya a darle clases a él? He ido para decirle que no
podía aceptar su oferta. Pero si quieres puedo ir y quedar con él
esta tarde. Parece que ya has pensado en otra persona para que sea tu
profesora.
La lee con atención y a medida que
la lee su expresión va cambiando. Cuando me da el papelito doy un
paso más y decido acariciarle un poco los dedos y veo como los pelos
de su brazo se han puesto de punta. Que sensible
No,
no. No he dicho eso, es que pensaba que habías ido para decirle que
si que le ibas ayudar. Pero me gusta tu decisión.
Me giro y le dedico mi mejor sonrisa
y él me la devuelve gustoso. Me guardo el papel en el estuche dando
por terminada la conversación y cada uno nos ponemos con nuestras
cosas. Cuando Termina la clase salgo la primera de esta. Quiero
relajarme y respirar profundo. Cuando no llevo ni cinco metros
recorridos escucho como alguien corre detrás de mi. Me giro y veo
que Peeta ya se ha parado a mi lado.
-En tu casa o en la mía – Con
esta proposición me pongo colorada. Se a lo que se refiere pero
tiene un gran doble sentido. Este se percata de mi sonrojo y se parte
en mi cara – Para estudiar Kat, que perversa que eres. - Dice
dándome un codazo en el brazo. Como respuesta yo le doy un puñetazo
flojito en el hombro.
-No estaba pensando nada de eso. Y
volviendo al tema de lo de esta tarde, dejame que mire unas cosas y
te lo digo a la hora de comer ¿Vale? - Me fijo delante y veo a Annie
y a Rue apoyadas en las taquillas vigilando. Esto me corta
totalmente.
-Vale, hablamos luego. - Se va
dándome un beso en la mejilla y dejándome patitiesa.
Poco a poco me voy acercando a ellas
y ponen las manos en posición para que les choque pero aun no puedo
pensar. Olía tan bien...
-¡Katniss reacciona! - Dice Rue
cogiéndome de la muñeca para chocar mi mano con la suya y la de
Annie.
-¿Donde le digo que quedamos? -
Digo solamente. Aún en mi mundo.
-¿Qué? - Dice Ann. No respondo –
Ah, coño claro. Dile que vaya a tu casa. Nosotras estaremos en el
piso de arriba vigilando y guiándote por el móvil por si necesitas
ayuda. Pero ni te enterarás de nuestra presencia. - ¿Que estarán
vigilando? Eso solo me pondrá más nerviosa de lo que estaré.
-No Annie, hacerme el favor de
dejarme sola. Ya estaré lo suficiente nerviosa como para estar con
el run run de que estáis escuchando todo lo que diga y viendo todo
lo que haga. - Ella me mira reprobatoriamente pero al final suelta un
suspiro cansino.
-Hablaré con Glimmer pero no le va
a gustar un pelo. Nos vemos a la hora de comer.
Estaré a solas, con él. No le
conozco lo suficiente por lo que no tengo confianza, y no es que yo
sea una chica muy extrovertida. Más bien, me gusta la soledad. Ahora
me veo obligada a cambiar todo mi mundo, pero nadie me ha puesto una
pistola en la cabeza para que hiciera esto. Simplemente, como había
dicho Peeta hacía no muchos minutos, era una chica buena... Creo que
a lo largo de mi vida esto me va a causar problemas.
Cuando termina la clase voy al
comedor con Rue y lo que me encuentro me deja descolocada. Glimmer y
Peeta abrazándose. Pero que...
-¿Sabes algo de eso? - Le pregunto
a Rue.
-No tengo ni idea. - Dice mirando a
los dos con la boca abierta. - Esta chica tiene una grave
bipolaridad. Si no, no me lo explico lo que está pasando ahí
delante.
Se separan y van adentro. Rue y yo
vamos corriendo detrás de ellos, no nos queremos perder nada. Y
parece que tenga un Déjàvu. Están todos sentados en la mesa de
siempre, como si no hubiera pasado nada. La única diferencia es que
los chicos están sentados juntos en un lado y las demás en el otro
lado. Antes todas las parejas se sentaban juntas. Cogemos nuestra
comida rápidamente y nos dirigimos a la mesa. Rue es la que se
atreve a preguntar. La curiosidad me come pero me siento incapaz de
articular palabra, la sorpresa aun me afecta.
-Me encantaría que alguien me
explicara esto. - Dice señalando la mesa en conjunto. Glimmer se
encoge de hombros.
-Hemos hablado, y hemos decidido que
no podíamos dejar que el grupo esté separado por nuestra ruptura.
Por lo que hemos hecho una 'tregua'. Sin rencores. - Glim me dirige
una mirada muy significativa. Ajá, con eso me da a entender que
nuestro plan sigue adelante y que nos contará en la intimidad. Rue
también lo ha captado, se le ha notado mucho.
-Ah, bueno eso está bien. Se estaba
un poco raro estos días. - Dice Rue quitándole importancia.
-Genial ahora que estamos todos
juntos otra vez y habéis hecho esa tregua rara, que a saber lo que
dura, he pensado que como mi casa está sola este finde os vengáis.
-¿Otra fiesta Mar? - Le pregunto. -
Mi hermana me contó el jaleo que era tu casa después de la del
pasado fin de semana. No aprendes...
-No es una fiesta, fiesta. Solo
nosotros, como en los viejos tiempos. Películas, juegos, chupitos.
Esas cosas.
-En esos viejos no estaba yo, y
tampoco creo que... ¡AH! JODER – ¡Me han dado un pisotón! Miro a
todos lados en busca del culpable. Annie y Glimmer me atraviesan con
la mirada. Ah si, se me olvidaba que tenía que ser otra y esas
cosas.
-Que mal hablada Kat, parece que esa
forma nueva de vestirte también ha renovado tu vocablo. – Finnick
se está riendo de mi, hay cosas que nunca cambian.
-Bueno, ahora que lo pienso igual si
que me paso. - Digo ignorando a mi amigo.
-¿Tú iras Peet? - Pregunta Marvel.
- ¿Para que pregunto? Ya me has dejado tirado una vez, te traeré a
rastras si hace falta.
-Si que voy, no te preocupes no me
tendrás que arrastrar a ninguna parte. Además no me lo perdería. -
Me fijo en él. En todo lo que llevamos sentados miraba un punto
lejano, y me mira sonriente. ¿Irá por mi?
La comida pasa como antaño, bromas
por unos y bromas por otros. Hasta que.
-AJAJAJA parece que un hada madrina
te ha visitado estos días Katin. - Dice Clove mirándome de arriba a
abajo. Me cago en todo lo que se menea, estaba teniendo una comida
tranquila. Glimmer parece un semáforo en rojo. Está que no puede en
si misma. Decido coger el toro por los cuernos. Me tiene harta.
-Clove ¿No tienes otra cosa mejor
que hacer? Como hacer alguna de tus pócimas o clavar agujas en uno
de tus muñecos de vudú. - La risa de mis amigos era muy sonora. Y
la cara de la niñata no tenía precio.
-¿Como te atreves? - Dice tirándome
un vaso de agua en la cara. Todo el comedor está en silencio,
observando.
-No, como te atreves tú.
Sinceramente no se lo que te he hecho, tampoco es que me interese.
Solo que ya me tienes hasta el moño. No me das miedo. - Le digo
mientras me levanto para encararla.
-¿Y tú a mi si? - La miro desde
arriba. Soy mucho mas alta que ella.
-Creo que desde aquí podría
cogerte de tus extensiones y pasearte como la perrita que eres. -
Cogo el vaso de zumo que tengo para beber y se lo derramo lentamente por el pelo. Sus amigas ya están llevándosela pero ella forcejea.
-¡No te creas que esto se ha
terminado aquí!
-¡Te espero! - Digo mientras me
siento y me seco la cara con una de las servilletas. Cuando levanto
la vista todos me miran sorprendidos.
-Dime quien eres y que has hecho con
mi hermana. - Prim es la primera que habla.
-La madre que la parió, eso si que
ha molado. - Marvel se levanta para cogerme con esos enormes brazos y
levantarme en vilo. - ¡Me gusta esta Katniss!
-Y a mi me gustaría respirar Marvel
– Él enseguida me suelta.
-Has estado genial Kat, pero
deberías ir al baño. Se te ha corrido el Rímel. - Dice Annie. -
Das un poco de miedo. - Me levanto y Glim conmigo.
-Yo la acompaño.
Antes de irme y me giro mirando al
único que no ha hablado. Peeta está pensativo, en sus cosas y con
la mirada fija en la mesa. Se me olvidaba, no se lo que hay
exactamente entre ellos dos. A lo mejor...A lo mejor se ha molestado
de que le dijera esas cosas y la he fastidiado.
-Glim, ¿Crees que la he fastidiado
con Peeta?
-Eso ahora me da igual nena, me ha
encantado que le dijeras esas cosas. Si no hubieras sido tú, ahora
la policía me estaría llevando a comisaría por asesinato. - Me
sonríe cómplice.
-Por cierto que royo es ese de la
'tregua'. - La verdad es que tengo curiosidad.
-Bueno, como has podido comprobar ya
tienes planes para este fin de semana, que por cierto no has estado
muy fina. Mi plan era el que esteis más tiempo juntos. Me daba a mi
que 3 horas a la semana no iban a ser suficientes, por lo que decidí
actuar.
Me limpio rápidamente y arreglo un
poco el pelo y vamos corriendo al comedor para coger nuestras cosas
porque esta apunto de sonar el timbre. Me paro en seco cuando veo a
Peeta con mi bolsa en la puerta, creo que esperándome.
-¿Pasa algo? - Le pregunto.
-Bueno yo voy a por mis cosas –
Ella se gira y levanta los pulgares y me guiña exageradamente el
ojo. Tengo que controlarme y no poner los ojos en blanco.
-No pasa nada, quería preguntarte
por lo de esta tarde. Como vamos a quedar. - Dice de manera neutral.
-Ah, pues puedes venir a mi casa.
Tomate el tiempo que quieras por si necesitas hacer cualquier cosa. -
Intento responderle del mismo modo, pero no se. No parece al Peeta de
hace un par de horas.
-Vale estaré allí a las 4. Nos
vemos. - Arranca y me deja pasmada. Le pasa algo. Salgo detrás de él
y me pongo a su lado.
-Un dólar por tus pensamientos. -
Él niega con la cabeza – Vamos, te pasa algo.
-Es que... Me ha extrañado verte
así. Tú siempre has sido muy tranquila, y solo me he quedado un
poco pasmado. - Vaya, no me esperaba esa respuesta, pensaba que
estaba enfadado por como le hablé a Clove.
-Ah, pensaba otra cosa -
-¿El que?
-No nada... Me voy a clase, nos
vemos luego.
Las dos horas siguientes pasan
voladas, parece que el tiempo se pone en contra mío. Cada vez estoy
más nerviosa. En el coche las chicas me aconsejan.
-Kat, no te pongas así. Solo se tu
misma. Por suerte ya hemos pasado la etapa de ignorar, y rápidamente.
Por ti sola ya eres encantadora, dudo que te haga falta mucho más.
Las sonrisas y las miradas son importantes, no lo olvides. - Rue es
la más comprensiva de todas.
-Sonrisas y miradas... Vale...
-Deberíamos de quedarnos en tu
casa, pero tu has decidido que no. Ahora por lista te jodes. -
Glimmer si que ayuda...
Cuando estoy en mi casa decido darme
una ducha rápida para despejarme. Cojo algo para estar por casa. Me
lo compraron en el Victoria´s Secret, parece un pantalón de hacer
deporte junto con una camiseta básica de tirantes con dibujos al
azar rosa. Me gusta. Preparo las cosas y escucho la puerta. Respira,
tranquila. No pasa nada es como una clase cualquiera. Con un largo
suspiro abro la puerta.
-Hola... - Se ha cambiado y duchado.
Lleva ropa deportiva. Una camiseta de manga corta que se pega
totalmente a su cuerpo y unos pantalones que le llegan por la rodilla
muy anchos. Madre del amor hermoso. ¿Es que no puede dejar de
parecer un jodido modelo a todas horas? Esto no mejora mi situación.
-Hola – Me hago a un lado para que
pase y cuando lo hace su perfume me llena las fosas nasales haciendo
que me desconcentre por completo. Lo que faltaba. Cierro la puerta y
lo observo. Está observando la casa.
-Es muy bonita. Y está todo muy
ordenado, como si cumpliera una especie de esquema. - Frunce el ceño
cuando me río por su comentario.
-Así es mi madre, no puede dejar
algo fuera de su lugar.
-¿Donde están tus padres y Prim?
-Mis padres están en Europa –
Parece que se sorprende cuando me ha oído decir eso – Y Prim en
casa de Cato. No me quiero imaginar que están haciendo.
-Tranquila, Cato es un buen tío. -
Peeta se sienta en el sofá dejando el casco y su bolsa a un lado. -
Y tus padres ¿Por qué están en Europa? - Me siento frente a él en
la mesita de centro. Me miro las manos, este es un tema que no me
agrada.
-Ellos son personas importantes
¿Sabes? Mi hermana y yo nos pasamos solas la mayor parte del tiempo.
Son unos médicos muy buenos y normalmente los invitan a
convenciones. Además se pasan casi todo el día en el hospital. - No
puedo evitar ponerme mal. Así que por si me da por llorar o algo
parecido decido no mirarle.
-¿Los echas de menos? - Me encojo
de hombros, no quiero hablar de esto.
-¿Quieres algo de beber o comer? -
Peeta se ríe.
-A eso si que se le llama cambiar de
tema. Un poco de agua no estaría mal la verdad, hace mucha calor ahí
fuera. - Me dirijo a la cocina y cuando vuelvo él no sigue en el
sofá. Miro a todos lados y esta frente a mi piano, acariciando la
tapa como si se fuera a romper. Me acerco a él sigilosamente para
que no se percate de que estoy ahí.
-¿Qué haces? - El pega un bote del
susto.
-Joder Katniss eres super
silenciosa, me has asustado. - Le tiendo el vaso de agua y se lo bebe
del tirón. Me devuelve el vaso y me sonríe dándome las gracias. Se
vuelve a girar hacia el piano. - ¿Sabes? Tocas muy bien...
-Muchas gracias. Quizás te guste
saber que no dejo que nadie toque mi piano, ni siquiera como lo estas
haciendo tú. - Él me mira y como si el mueble tuviera corriente
pega la mano a su cuerpo. - Oh, no pasa nada. No me molestaba.
-Bueno ¿nos ponemos con las clases?
- Dice con una sonrisa enorme.
-Claro, por donde quieres empezar.
Estamos mucho, mucho tiempo con las
matemáticas. La verdad es que tiene muchas dudas. No es malo del
todo una vez que capta el concepto, incluso a veces corrige algún
error que se me escapa. Cuando nos hemos cansado de hacer ejercicios
nos pasamos a otras asignaturas. Él no estudia el científico como
yo, lo que me incita a preguntarle que quiere estudiar. Se sonroja un
poco y duda si contármelo o no.
-Vamos, ¿Qué tan malo puede ser? -
le miro con cara de corderito degollado.
-No me pongas esa cara, podrías
conseguir lo que quisieras de mi.- Eso solo hace que la mantenga - Bueno, quisiera estudiar artes. -
Coño ¿A Peeta le gustan las artes? Me ha dejado un poco
descolocada. - ¿Ves? Por eso no quería contártelo.
-¡No! Peeta no pasa nada, es solo
que no pensaba que a ti te gustara ese tema. Me ha pillado por
sorpresa. Está muy bien. - Cojo su mano y le doy un apretón, el
cual él corresponde.
-¿Y tu que quieres estudiar? -
Vaya, debería haber pensado que me haría esta pregunta. Quizás
podría contárselo, no he podido desahogarme nunca con nadie.
Suspiro sonoramente.
-Voy a estudiar medicina, como mis
padres. Pero... - Me paro, no se como seguir.
-Pero...
-Pero no es lo que quiero estudiar.
Me encantaría estudiar música. Presentarme a las audiciones de
Juilliard, que me cogieran y dedicarme a lo que amo. Pero eso es solo
un sueño... - Aparto mi mano de la suya. Esto es algo que de verdad
me afecta.
-Eso está muy bien ¿Se lo has
dicho a tus padres? -
-Lo he intentado, varias veces.
Ellos solo creen que la música es una perdida de tiempo que no lleva
a nada en un futuro. Empezaron a crearse su película de que
estudiaría medicina como ellos, así que si no me dejaban estudiar
lo que deseaba me daba igual lo que me tocara. Medicina, derecho,
empresariales... que más me da... - Mis ojos se están empezando a
poner húmedos. Me levanto de la mesa, no quiero que me vea así.
Quien me manda a mi a abrir la boca. Escucho como él también se ha
levantado para seguirme. Me siento en el sofá y el delante de mi en
la mesa. Bajo la mirada y con su mano me obliga a levantarla. No
llores, no llores.
-Siento haber preguntado... De
verdad. - Ya no puedo aguantarlas más y una silenciosa lágrima cae
por mi mejilla. Cierro los ojos muy fuerte, no quiero ver como me
observa llorando. Esto hace que más lágrimas caigan, pero una vez
derramada la primera solo era cuestión de tiempo que las demás la
siguieran. Peeta me coge la cara con sus fuertes pero suaves manos y
con sus pulgares acaricia mis mejillas limpiando todo rastro de
humedad. Abro los ojos para mirarle. Ese mar azul que es su mirada me
tranquiliza sobremanera. - Últimamente no hago más que hacerte
llorar. Ayer, hoy... - Ese comentario hace que me ria. Y él me
sonríe de lado.
-Gracias.
-¿Por qué? ¿Me estás escuchando?
Soy yo el que te hace llorar - Aparta sus manos de mi cara para ahora
cogerme las manos
-Esta última no ha sido culpa tuya,
yo he decidido contártelo. Además, soy una blandengue -
-No parecías una blandengue hoy en
la cafetería. - Genial, aparto mis manos y me levanto.
-¿A que te refieres? - Le pregunto
cruzando los brazos. Sigue sentado.
-Todo lo que le has dicho a Clove me
ha parecido... - No le dejo terminar.
-¿Te ha molestado? Bueno claro que
te molesta, tenéis algo - Me mira confuso y se levanta.
-¿A que viene esto? ¿Y a que te
refieres con 'tenéis algo'? – Me pregunta ahora molesto.
-¿No es obvio? - Levanto una ceja
exceptica. Estoy haciendo todo lo contrario de lo que debería hacer
esta tarde, pero me da igual. Quiero saberlo.
-Katniss si te refieres a lo que
vistes en la enfermería estás muy equivocada. - Da un suspiro
cansado y se tapa la cara con las manos. - Aquello fue un error, me
acorraló, yo no tenia fuerzas, me besó y el resto ya lo sabes.
¡Joder me acababa de despertar, estaba inconsciente! Pero si me dio
hasta asco ¡señor! - Me quedo en mi sitio asimilando lo que me está
contando. Fue sin su consentimiento. Entonces lo que estoy haciendo
que sentido tiene...
-No... ¿No tienes nada con ella? -
Le pregunté con un hilo de voz.
-Nada. Me colgaría de las pelotas
antes de tener nada que ver con ese bicho. - No se por qué pero el
calificativo que ha utilizado me ha hecho gracia y no puedo evitar
reírme. - Es verdad Kat, si me hubieras dejado contártelo en su
momento ahora no estarías peleándote conmigo.
-¡Entonces el blandengue eres tú!
-
-¿Me acabas de llamar blandengue? -
Me mira fingiendo estar dolido. Anda hacia atrás sin dejar de
mirarme, coge algo de la mesa donde estábamos sentados haciendo las
tareas, pero no se lo que es. Yo asiento con la cabeza mientras ando
hacia atrás para alejarme de él, que ha empezado a acercárseme con
los brazos a su espalda.
-Te arrepentirás de eso. -
Coge velocidad con un rotulador en
la mano pero yo reacciono a tiempo y comienzo a correr por el
comedor. Rápidamente me alcanza, me coge como un saco de patatas y
me echa a su espalda, pateleo y grito. Él se tambalea y los dos
caemos al sofá, quedando yo debajo de él. Fabuloso, ¿Que hago
ahora? No creo que decirle que se quite sea lo lógico. Me muerdo el
labio nerviosa lo que hace que él desvie su mirada hacia ellos. Observo como su
nuez sube y baja. Me quita un mechón de pelo de la frente que se ha
escapado del moño que me había hecho por el calor y me lo coloca
con delicadeza detrás de la oreja. Su aliento me roza la cara y sus
ojos no se apartan de los míos quedándome totalmente hipnotizada.
Su cara esta a escasos centímetros de la mía el se va acercando
y...
Y suena mi móvil despertándonos a
los dos del trance en el que estábamos. Él se levanta como una
exhalación liberándome de su peso y con las mejillas coloradas.
Seguro que acierto cuando afirmo que las mías deben de tener un
color parecido. Me levanto rápidamente para cogerlo antes de que
cuelgue.
-¿Diga? -
-¿Catnip? - Responde una voz, la cual
podrían pasar mil años y no me olvidaría jamás de ella.
-¡Gale! -
SISISI GALE YA ESTÁ AQUÍ. PERO SOLO SU VOZ :P
Buaaaaaaaaaaaaaaaa Tania! No me arrepiento de madrugar jajaja Me ha encantado *-* Y el final... ejem ejem... ¿Por qué? ¡Tenía que ser Gale! jajaaja Aish, podrías haber dejado que se dieran un besito o algo :$ jajaja Sigue prontito Tania!! Y quiero punto de vista de Peeta plis!!!! Un besito :D
ResponderEliminarJAJA me ha encantado :D Qué oportuno que es Gale. Estoy deseosa de saber quién es en esta historia. ¿Habrá cambios de planes ahora que Katniss sabe que Peeta no quiso besar a Clove? Hmmm Quiero descubrirlo ya XD Un beso Tania
ResponderEliminarno puede ser lo has dejado en lo mejor,,,V.V!!! esperando al siguiente y ahora Gale?? ajajajaja a que espera Peeta para besarla??? que lo haga yaaaaa!!!! que le va a dar algo al pobre!!
ResponderEliminarJodeer Tania lo has dejado en lo mejor, espero el siguiente con ansias :)
ResponderEliminarBesoa :)
Me cago en todo lo cagable! Ahora me quedo con la intriga de lo que pasará xDD
ResponderEliminarMuuuuuuuy requete guay el capítulo :33
La aficcion reclama otro capitulo con extra d Peeta y Gale ya!
ResponderEliminarMe encanta, no he podido decírtelo antes porque he estado fuera todo el día. Acabo de llegar, y me voy a ir en media hora. Bueno, esperemos que Gale aparezca físicamente. Que le diga algo como:
ResponderEliminar-"Abre la puerta" - y que esté ahí. Me imagino la escena. Y Peeta al fondo, de paquete xD.
Genial, no voy a parar de decírtelo. Te queremos, en serio. Un besazo ^^
Sisisisi Glae esta aqui!!! :D pero solo su voz e.e me encanta jajajajja
ResponderEliminarAla me he quedado flipando ?! GALE?! EN SERIO ?! Queeee fuerte, tengo que seguir leyendo !
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