Capítulo 15: La calma después de la tormenta.

Bienvenidos, bienvenidos, bienvenidos. Capítulo largo a continuación beibes. Espero que os guste y esté a la altura de vuestras expectativas. Os reamo a todas, me alegran un monton vuestros comentarios y me animan a continuar con ganas! Y sin nada más que decir, ESPERO QUE OS GUSTE!

 

CAPITULO 14: LA CALMA DESPUES DE LA TORMENTA.

Cuando ya hemos llegado acaricio su brazo y ella enseguida abre sus ojos.

-¿Estabas dormida? - Le pregunto bajito.

-Que va, he cerrado los ojos porque me mareaba al ver pasar las cosas. - Abre su puerta dejando los zapatos en el suelo. - Me da miedo volver a ponérmelos, pero no puedo ir descalza por la calle.

-Espera, no te los pongas. Ten las llaves de casa a mano. - Salgo por mi lado, doy la vuelta al coche y cuando estoy delante de ella la cojo en brazos.

-¡Peeta! -

-Shh, no grites. Es tarde y tus vecinos estarán durmiendo ¿Sabes que no pesas nada? - Cuando entramos a su casa no me contento con dejarla en el salón, sino que me dispongo a dejarla en su cuarto.

-¿Sabes a donde me llevas? - Me pregunta burlona cuando voy por mitad de las escaleras.

-La verdad es que no. ¿Cuál es tu cuarto? -

-La puerta del fondo. - Camino intentando hacer el mínimo ruido posible. Kat abre la puerta y le da al interruptor de la luz. La dejo en el borde de su cama, y me inclino para darle un beso en los labios para despedirme.

-Buenas noches preciosa. - Cuando tengo el pomo de su puerta en mi mano la suya me detiene.

-¿Así te vas a despedir de mi? No me he sincerado contigo para darte un par de besitos. He estado muchos días cerca de ti sin poder hacer lo que deseaba. No te creas que te vas a ir tan rápido Mellark. - Ese susurro en mi oído ha puesto todas mis alarmas en marcha. Me doy la vuelta para encararla y me empuja contra la puerta. Me lanzo a sus labios pero se aparta, dejándome totalmente confundido. Como respuesta se va acercando hacia mi depositando besos de forma lenta por la mandíbula, mis mejillas y finalmente en mis comisuras. Cada vez que giro mi cara para por fin poder darle un beso ella se aparta rápidamente.

-El otro día me hiciste sufrir. - Estaba tan fuera de mi mismo que no sabia a lo que se refería. - En aquel cuartucho me provocaste. -

-Estaba probándote hermosura. -

-Pues me dejaste con ganas. - Esta Katniss es diferente a la vergonzosa que yo conozco y aunque admito que la Kat adorable me encanta, la provocativa tiene un puntito...

-¿Te estás vengando? - Me acerco de nuevo a sus labios ya no tan rojos como al principio de la noche, pero vuelve a apartarse. Esto no es una venganza, es una puñetera tortura. - Joder Katniss me muero de ganas de besarte. No me hagas esto.

-Pídemelo. Pídeme por favor que te bese y lo haré.

-Bésame, por favor. -

Katniss POV.

Con esto no tardo ni un parpadeo en estampar sus labios con los míos. Con impaciencia, fuerza y muchas ganas. Nuestras lenguas comienzan una danza caótica deseosas de estar en contacto la una con la otra. Mis manos no paran quietas, explorando ese cuerpo que tanto ansiaba. Empiezo con su cuello siguiendo por su ancha espalda. Él tampoco se queda corto. Sus manos recorren por entero mi cuerpo hasta que aprieta mi trasero de tal forma que hace que se me escape un jadeo desde lo más profundo de mi garganta. Nunca antes había sentido está sensación. Un agujero se forma en mi vientre. Un agujero que se hace cada vez más grande. Cuando besa mi cuello, cuando sus manos me recorren la espalda desnuda. Yo también quiero explorar. Quiero hacer que el también se sienta como yo. Me peleo con su chaqueta y él me ayuda a quitársela. Cuando ya está tirada en el suelo desabrocho los botones de su camisa, acariciando la piel que queda visible. Ese pecho y vientre tan bien formados, tan duros y suaves. Aunque sus labios aún siguen luchando con los míos escucho como un jadeo parecido al mio se escapa de su garganta. Entonces sus manos agarran mi vestido. De pronto entro en pánico, me quiere desvestir. Nunca me habían visto desnuda, al menos un chico y estoy nerviosa. Peeta me mira, esperando mi aprobación, de pronto se que quiero que me vea. Quiero enseñarle todo lo que puedo darle y lo que soy. Me sonríe antes de volver a besarme, esta vez de forma mas lenta. Como una caricia, con miedo de que si fuera demasiado brusco fuera a romperme. Me entrego a ese beso y con él le mando todo mi corazón. Poco a poco desliza la tela hacia arriba hasta que cae al suelo. Sus ojos no se separan de los míos en ningún momento. No echa ninguna ojeada a mi cuerpo, solamente a mis ojos. Me siento relajada de repente, como si estar en ropa interior delante de él no fuera algo nuevo. Me inspira confianza. Peeta me agarra de la cintura y nos gira quedando ahora yo contra la puerta y el se apoya sobre mi. Echo de menos sus labios, así que no dudo en volver a besarle con fuerza, haciendo que mi hambre se haga cada vez mas fuerte. Ese agujero que parece insaciable, imposible de llenar. Me coge del trasero y yo tomo impulso para enrollar mis piernas en torno a su cintura haciendo que nuestras caderas se junten, rozando nuestras intimidades, y es entonces cuando una oleada de placer me recorre. Volvemos a jadear uno contra los labios del otro. Pretendo quitarle los pantalones, pero cuando estoy empezando a desabrochar la hebilla de su cinturón se pone rígido y deja de besarme. Apoya su frente en mi hombro para respirar más calmadamente y cuando parece que los dos comenzamos a tener un ritmo normal de nuestras respiraciones me deja en el suelo de nuevo.

-Ahora no Kat. - Esas tres palabras hacen que vuelva a la realidad en el instante. Se refería a 'Eso'. Cuando hemos empezado, incluso en el proceso de quitarnos la ropa no estaba siendo consciente de lo que todo eso conllevaría. Sexo. Pero ¿Por qué me decía que no? ¿No le estaba gustando? ¿No lo estaba haciendo bien? De pronto me siento incomoda en ropa interior pero reprimo las ganas de taparme.

-Yo... Lo siento. No... no sabia lo que estaba haciendo, estaba cegada. - Me siento en el borde de mi cama escondiendo mi vergüenza con las manos. Escucho los pasos de Peeta acercándose a mi.

-No lo sientas, de verdad. Es solo que no quiero que esto pase así. Tú has bebido y debería de ser algo mejor.

-No te gustaba – es una afirmación, no una pregunta.

-Pero ¿Que dices? Me estabas volviendo completamente loco. Ha sido cuando he escuchado el ruido del cinturón cuando me he dado cuenta de hasta donde estábamos llegando. Me moría de ganas de tirarte a esta cama y arrancarte la ropa que te queda puesta. - En ese instante si que me siento incomoda de verdad y me abrazo a mi misma. Sonríe con ternura, coge su camisa y me la pone por encima.

-Entonces... -

-Simplemente no quiero que esto ocurra así. Tan pronto, tenemos que estar seguros los dos, y que sea especial, tener confianza el uno con el otro. De verdad que me encantaría ir despacio contigo. Llevarte al cine, a cenar. Conocer a tus padres. - Me abraza y me da un beso en la frente.

-No se si tendrás la suerte de pillarlos en casa. - Se ríe suavemente.

-Todo a su tiempo. - Me coloca en su regazo y escondo mi rostro en el hueco de su cuello inhalando su dulce aroma. Estamos un momento en silencio, con sus brazos en torno a mi cintura y pasando sus dedos a lo largo de mi espalda, adormilándome. Una duda recorre mi mente.

-Peeta... -

-¿Si? -

-¿Qué somos? - Siento el aire que escapa de su boca en una risita silenciosa.

-¿Me lees el pensamiento preciosa? - Levanto mi cara para mirarle a los ojos. Me mira con dulzura. - Creo que debería preguntarte algo. - Deshace nuestra unión para cogerme las manos y tose para aclararse la garganta. - Katniss ¿Me harías el tremendo honor de aceptar ser mi novia?

Mi corazón se parece al bateo de las alas de un pajarillo asustado, me da la sensación de que se me va a salir del pecho. Cuando he salido por la puerta esta tarde no tenía planeado que esta noche terminaría así. Novios es una palabra muy seria. Todo ha sido muy rápido, tenia la firme intención de no involucrarme más con Peeta. Pero la charla que me ha dado Glim me ha hecho reflexionar ¿Qué coño? Tiene toda la razón. Me fijo en su cara, está expectante y en su rostro aparece la duda. Se me ha olvidado contestar.

-Claro que acepto. ¿Qué te crees? - Suspira de alivio y me besa con tranquilidad.

-Creo que deberías vestirte. Te queda demasiado bien mi camisa y me estás poniendo malo. - Me sonrojo al momento y me levanto para localizar mi pijama. Me doy cuenta de que la camisa no es lo suficientemente larga para taparme el trasero y tiro del bajo para taparme mejor. - ¿Te da vergüenza que te vea? No es la primera vez. - Me giro y lo veo acostado con los brazos echados detrás de su cabeza y sin camiseta. Si hace unas semanas me hubieran dicho que un chico estaría así, en mi cama, me habría partido en su cara.

-Soy vergonzosa por naturaleza. Lo siento. - cojo mi pijama y me meto en el baño para cambiarme y quitarme el resto de maquillaje. Cuando salgo lo veo con los ojos cerrados.

-Recuerda que eres mi novia. Vete acostumbrando a quitarte la vergüenza. - Abre solamente un ojo y me mira. - No se que es peor, si ese diminuto pijama o mi camisa. - Abre sus brazos abriendo y cerrando los puños, como cuando un bebé quiere que lo abracen. Me acuesto y apoyo mi cabeza sobre su pecho cerrando los ojos. El me envuelve entre sus fuertes brazos y me da un beso en la coronilla.

-Peeta. -

-Dime - Levanto mi cabeza para mirarlo.

-No le cuentes a nadie esto, por lo menos por ahora. - Abre los ojos y me mira entre extrañado y dolido.

-¿Por qué? - Acaricio su pecho deslizando la yema de mis dedos. Suspira.

-Quiero inspeccionar el terreno con las chicas antes de contárselo. Han estado muy pesadas con este tema. -

-¿En que sentido? -

-Ellas me achuchaban para que me dejara de tonterías. Sobre todo Annie. -

-Vale, esperare a contárselo a los chicos cuando tu se lo cuentes a ellas. -

Pasamos un rato de tranquilidad, con la luz apagada. Solamente pasaban los leves rayos de luna por mi ventana. Peeta no para de hacer dibujos sin sentido por mi brazo y espalda y yo me limito a escuchar el tranquilo latido de su corazón, relajándome por completo. Siento que poco a poco me estoy quedando dormida, no hay mejor somnífero que estar entre sus cálidos brazos.

Peeta's POV.

Cuando me despierto todavía es de noche. Me da miedo que todo haya sido un sueño, pero el cuerpo de Katniss abrazada a mi y su acompasada respiración, indicándome que está dormida, me convencen de que ha sido muy real.

Cierro los ojos disfrutando de la sensación que es tenerla así conmigo y acaricio su pelo que cae en cascada por su espalda.

Recuerdo como me he sentido cuando nos hemos vuelto como dos animales. Estaba enfebrecido, ciego de deseo, hasta que el tintineo de la hebilla de mi cinturón me ha despejado la cabeza dándome cuenta de lo que estábamos haciendo. Lo habría hecho, aquí y ahora. Pero ella no, no podía permitir que nuestra primera vez fuera de esa forma.

Kat se remueve desde su sitio, y abre los ojos lentamente. Cuando la miro me sonríe soñolienta y me acerco a darle un corto beso.

-Mmm, me encanta despertar así. - Dice abrazándome fuerte.

-Y a mi me encanta despertarte así. -

-¿Qué hora es? -

-Aún no ha amanecido, es temprano. Supongo que es hora de que me vaya. - Digo intentando incorporarme. Ella como respuesta vuelve a recostarme haciendo un sonido parecido a un ronroneo. - Vamos Kat... Prim está en alguna de las habitaciones de aquí al lado y tu misma me has dicho que no quieres que lo sepan aún. ¿Qué crees que pensará si me ve saliendo de tu habitación con la ropa de anoche puesta?

-Jo. No quiero que te vayas. -

-¿Volveremos a vernos verdad? No me la trames como la otra vez, o no se que haré. - Digo poniéndome en pie y abotonándome la camisa. Ella se ríe por mi sagaz comentario, pero sinceramente me da miedo que vuelva a pasar como la otra vez. Se levanta para pasar sus brazos alrededor de mi cuello.

-Eso no va a volver a ocurrir. Somos novios ¿Recuerdas? -

-Que bien suena eso. -

Estamos un rato besándonos hasta que nos separo, aunque por mi estaría así todo lo que queda de noche. Bajamos cogidos de la mano y me abre la puerta de la casa.

-Que duermas bien preciosa. -

-Tú también Peeta. - Me acerco para darle un beso y me subo al coche para dar por terminada esta maravillosa noche. Me asomo por la ventanilla y la veo apoyada en el marco de la puerta con los brazos cruzados. Justo como cuando vine a disculparme, pero esta vez en su rostro se dibuja una gran sonrisa despidiéndose. No me voy hasta que no cierra la puerta. Llego a casa cuando está empezando a amanecer. Cuando estoy en mi cama para echarme un sueñecito antes de que sea demasiado tarde para hacerlo cojo mi móvil y veo que Kat me ha escrito un mensaje.

Kat: La mejor noche de mi vida y todo gracias a ti. Gracias por hacerme sentir bien y especial. Descansa.

-Que casualidad, también lo ha sido para mi. Gracias a ti por como eres. Descansa tú también.

Katniss POV

Cuando bajo para desayunar Prim ha preparado tostadas francesas y chocolate. Dios como me voy a poner. Esta es la corona para mi buen humor. Ella va por la mitad de su taza cuando entro en la cocina.

-¿Celebramos algo? - Me siento en mi silla cuando me caliento el chocolate.

-Me he levantado contenta y me apetecía hacer un buen desayuno. ¿Qué tal fue anoche? - Reprimo mis ganas de sonreír como una tonta.

-Nada interesante. Volví relativamente temprano. - Pongo tono de indiferencia.

-Se cuando volviste, todavía estaba despierta. - Mierda, no es nada malo que sepa lo que pasó pero como le dije a Peeta prefería esperar para contárselo a ellas. - Escuché ruidos en tu cuarto. ¿Pasó algo? - Me pregunta intentando ocultar su grandiosa curiosidad pero emana de cada poro de su piel.

-Me tropecé con el escritorio, y como llevaba los tacones puestos todavía me caí. -

-Fueron diferentes golpes. - Joder, que pesada. No se iba a dar por vencida.

-Pues no lo se Prim, igual fue tu asqueroso gato. - Me mira excáptica. No le convence pero se va a quedar con las ganas.

-No digas eso de Buttercup, es un buen gato. Además ni se nota que vive en esta casa –

-Y de verdad que se lo agradezco, si lo pillo lo cocino. - En ese momento su móvil vibra y lo coge rápidamente, nerviosa.

-¿Quién es? - Es algo imperceptible pero noto como iba a hablar cuando cierra de nuevo la boca.

-Es Cato. - No me lo creo pero sinceramente me da igual.

-Muy bien. Cuando termine de desayunar voy a ir a casa de Glim y Finn. ¿Vas a venir?

-Claro.

Cuando termino de lavar los trastos voy a ducharme tranquilamente. Me asomo por la ventana y veo que el cielo está encapotado. Estamos en octubre y es normal que empiece a refrescar por lo que me pongo una camiseta sin mangas, me cubro con una rebeca fina y unos vaqueros largos.

Cuando llamo a la puerta de la casa de mis amigos me abre Wiress, y nos sonríe muy abiertamente.

-¡Qué gusto veros! Hacia días que no os veía. Pasar. - Nos da un abrazo a cada una. Wiress es la madre de Glim y Finnick, es una mujer muy agradable y la considero como mi madre.

-Hemos estado ajetreadas. Ya sabes, empezamos el instituto, mis padres este mes no están en casa y tenemos que hacer bastantes cosas. Espero que no pase tanto hasta la próxima vez que me pase por aquí.

-Eso espero, querida. Están en la cocina desayunando. Parece que hoy hay reunión o algo. -

-¿A que te refieres? -

-Han venido Marvel, Rue y Peeta también. - También está aquí, sonrío involuntariamente. Wiress nos acompaña hasta la cocina donde efectivamente están todos sentados en los taburetes que están puestos alrededor de la isla. Annie también está pero claro ella vive aquí. Marvel se está comiendo unos buenos churros con chocolate y tiene toda la boca manchada. Los demás comen tranquilamente.

-Joder, parece que el punto de reunión de hoy es mi casa. Gorrones. - Dice Finn sin saludar siquiera.

-Yo también te quiero guapo. - Me siento en uno de los taburetes que quedan libres. Le dirijo una mirada cómplice a mi chico que está sentado en frente de mi y vislumbro una sonrisa mientras bebe de su taza

-¿Querida quieres algo? - Me pregunta Wiress.

-Muchas gracias pero Prim me ha hecho hoy el desayuno. Se ha levantado inspirada.

-Vale ¿Como os va la vida? - Pregunta curiosa. Esta mujer de verdad que es muy agradable.

-Nada interesante. - Dice Prim.

-¿Como os van los estudios? -

-Perfectamente bien. Sabes que somos chicas listas. - Le digo sonriendole.

-Chicas listas y guapas, seguro que ya tenéis un noviete por ahí. - Automáticamente las dos nos sonrojamos.

-Mamá no las molestes. -

-Hija solo tengo curiosidad. Esta pregunta y os dejo que habléis de vuestras cosas. -

-Yo tengo un novio, se llama Cato – Le dice Prim con una sonrisa boba en la cara.

-Yo... bueno. Algo hay. - Digo mirando a mi nuevo novio.

-¿Como que algo hay? - Suelta Rue. - Está saliendo con el capitán del equipo de natación que está para darle un buen meneo. - Peeta se atraganta con su chocolate y tose mucho.

-Esas palabras no son de una señorita Rue. - Ella se ríe.

-Es la verdad. - La fulmino con la mirada. Es una bocazas.

-Salir...Salir... -

-Me alegro mucho por vosotras chicas. Ahora si que os dejo, tengo cosas que hacer. Me ha alegrado mucho veros. - Nos da un abrazo y sale por la puerta. Me fijo en que Peeta está mirando a la mesa con cara de poker. Supongo que no le es de su agrado que ocurra esto.

-¿Como fue la cena? - Pregunta Annie de manera indiferente. Perfectamente bien. Aunque no les voy a decir eso.

-Bastante bien. Salvo por mis pies, que acabaron desangrándose. Si quieres quedarte los zapatos te los daré, no me los pienso poner jamás.

-No sabes apreciar una buena pieza. Tampoco sabes como andar para que no ocurra eso. Pero por mi perfecto, los adoro.

-¿No pasó nada más? - Pregunta de manera especial Glimmer. Mirando de reojo a Peeta. Dirijo mi mirada hacia él, está esperando mi contestación. -

-Nada importante, por lo menos nada que merezca una mención especial. - Los dos suspiran y niegan con la cabeza. Como si fueran un reflejo. No me importaría contarlo, pero no es el momento ni el lugar.

-Me alegro que te lo pasaras bien. - Dice Peeta de forma indiferente, incluso borde diría yo.

-Cambiando de tema. Annie y yo fuimos a la agencia de viajes. Hemos cogido una casa rural, en mitad del monte, con un lago detrás de la casa. Lo que pasa que estará congelado. Los billetes de avión ya están reservados. Salimos sábado a las 7 de la mañana. -

-ZASCA. ¿No podríais haber cogido un vuelo que saliera más tarde? Vaya madrugón. - Dice Marvel con la boca medio llena.

-Tú siempre te estás quejando de todo. - Regaña Annie. - Si llegamos pronto podremos aprovechar para ir al pueblo y comprar todo lo que necesitemos. Conociéndote necesitaremos más víveres de lo normal.

Pasamos la mañana hablando de todo lo necesario para el viaje, aunque quedan algunos meses para poder ir es inevitable que no nos ilusionemos. Seguro que los días pasan volando. Comemos allí todos como solemos hacer cuando casualmente nos juntamos todos. Después los hombres se suben a la habitación de Finn para jugar a la play y nosotras nos quedamos en el comedor haciendo tareas para clase.

-No me puedo creer que no pasara nada anoche. - Dice Glimmer mientras merendamos. - pensé que mi charla había calado hondo en ti.

-Y caló, pero todavía tengo que hacerme un poco a la idea. -

-¿A la idea de que Katniss? Se cansará de esperar, ya te digo que a Peeta no le sobran pretendientas y todas estarían encantadas de quitártelo. - Dice como si nada Rue, ese comentario me ha puesto los nervios de punta. Otra chica besándole como lo hice anoche. Le arrancaría los pelos.

-Es cierto. No te duermas en los laureles. -

-Voy al baño. - Es lo único que se me ocurre decirles. Por lo que veo todas esperan que me lance con él, no entiendo ese entusiasmo. Supongo que no habría ningun problema en contarles. Cuando voy por el pasillo estoy tan ensimismada con mis pensamientos que no me doy cuenta de que alguien viene en mi dirección y me choco. Reconozco este olor donde sea. Levanto mi cara para encontrarme con la mirada de Peeta. Sin decir nada, mirá por encima de mi cabeza, me abraza por los hombros y nos mete en el cuarto de baño. No me da tiempo de preguntarle porqué,

ya que sus labios chocan con los míos con ansia e impaciencia. Cuando nos separamos para tomar aire por fin me habla.

-Te extrañé. - Dice dándome un abrazo, el cual yo le correspondo.

-Yo también. Que casualidad que nos encontráramos. -

-No soporto estar cerca de ti y no poder cogerte ni de la mano. - Escondo mi cabeza en su pecho, me siento culpable porque soy la causante de esta situación. Yo le pedí que no contáramos nada y el accedió. - Me pone nervioso que la gente piense que tienes un novio por ahí que no sea yo. Marvel y Finnick se están cachondeando de mi de lo lindo. Me he tenido que morder la lengua un par de veces. - Dice soltando un suspiro haciendo que el pelo de mi cabeza se mueva con su aliento.

-Te prometo que se lo contaré enseguida. No creo que haya ningún problema en que lo sepan. - Me separo de él para mirar sus orbes azules, perdiéndome en su mirada. Me pasaría horas mirándolos.

-Me alegra escuchar eso. - Dice dándome un beso. - Tengo curiosidad – Se apoya en el lavamanos y entrelaza sus dedos con los míos, jugando con ellos. - ¿El sabe que yo pienso que vosotros dos estáis juntos? - Eso último lo ha dicho de forma despectiva. Entiendo que no le haga ni puñetera gracia.

-Lo sabe, aunque no aceptó a la primera. Él no estaba de acuerdo conmigo.

-Ah ¿No? - Dice sorprendido.

-No, tuve que utilizar todas las armas de mujer de las que dispongo. - Le digo riéndome.

-Pobre chico. Una última cosa y ya que cada uno vuelva con su grupo. - Sigue jugando con mis dedos. Parece que le cuesta preguntar.

-¿Os habéis besado? - Doy un respingo desde mi lugar. No me esperaba esa pregunta. Está celoso y me encanta verlo así.

-¿Estás celoso? - Me mira apenado.

-Es posible, pero un poquito solo. - eso solo hace que me ria. - Me gustaría que me respondieras.

-Mmm. Quiero contarte una cosa. - Le digo pasando mis brazos por su cuello y él me abraza por la cintura, mirándome a los ojos. - Los únicos besos que me he dado desde que te conocí han sido única y exclusivamente contigo. - Me voy acercando poco a poco hacia su boca, la cual ahora se ensancha en una gran sonrisa. Nos besamos de forma dulce y pausada, saboreándonos.

-Oye y antes de conocerme ¿con quién más te has besado? - Le miro extrañada, yo no iba a preguntarle con cuantas chicas se iba besando por ahí. Él parece saber lo que estoy pensando. - Haber entiéndeme, te tenia como una chica mojigata – Levanto una ceja – pura e inocente que ni siquiera habia tenido la oportunidad de besar a nadie. -

-Entiendo, pues solo fue una vez con... - Alguien aporrea la puerta, interrumpiéndome.

-KATNISS ¿ESTAS VIVA O TE HA TRAGADO EL VATER? - Grita Prim desde el otro lado de la puerta. Miro a Peeta nerviosa.

-Metete en la bañera. - Le digo en un susurro. -¡YA SALGO!

-¿Que? -

-Por favor, se lo contaré. Pero tampoco quiero que se enteren de esta forma. ¿Que hacemos los dos metidos en un cuarto de baño? Canta un poco Peeta.

-Vale. Pero no pienso esconderme durante mucho más. Ya te puedes ir dando prisa. -Me adelanto para darle un beso pero se aparta – Que sepas que no te lo mereces, pero no puedo resistirme. - Y con eso me da uno pequeñito. Demasiado. Se mete dentro de la bañera y corre la cortina. Me arreglo la ropa y el pelo y abro la puerta. Allí está Prim esperando para entrar. Ay Dios.

-¡Por fin! Me estoy meando. - Pretende entrar corriendo pero la paro para que por lo menos a él le de tiempo de salir del baño. ¡¿Que digo?!

-Acompañame un segundo a la cocina, no queda papel. - Ella ladea la cabeza para mirar dentro.

-Katniss si queda papel. Suéltame si no quieres que me mee encima. - Se suelta de mi con un ligero movimiento y cierra la puerta con pestillo. Joder, la que tiene que estar pasando ahí dentro el pobre, escuchando como mi hermanita echa un pis. Tengo que aguantarme las ganas de partirme de la risa porque la situación, aunque incomoda para él, es graciosa. Me voy al salón porque es tontería que me quede aquí esperando. Cuando llega Prim reprimo una risita y saco mi móvil para escribirle un mensaje a Peeta.

-¿Ha sido un pis muy largo? AJAJAJA. - Las chicas me miran mientras escribo.

Peeta: Tu ríete. No he pasado un momento más incomodo en mi vida.

-Te compensaré.

Peeta: Eso espero.

Con eso doy por terminada la conversación.

-¿Con quien hablas? - me pregunta Annie. - Nunca te he visto con el movil a no ser que sea para hablar con nosotras. - Quizás esta sea una buena ocasión para contárselo. Suspiro para quitarme los nervios.

-Con Peeta. - Todas me miran sorprendidas.

-¿He escuchado bien? - Dice Glimmer. Asiento - ¿Para qué? - Simplemente le enseño la conversación del móvil, obviamente lee también lo que escribí ayer por la noche. Su expresión pasa una gradación desde la sorpresa hasta la alegría. Una anchísima sonrisa marca su cara. Me mira y pega un chillido fuerte abrazándome. - ¡SIII! -

-¿Qué pasa? - Dice Annie cogiéndome el móvil. Segundos después se une al abrazo y no soy consciente cuando las demás también lo hacen.

-¡Por eso tardabas tanto en salir del baño! - Grita Rue. La cara de Prim es más blanco de lo normal.

-Mierda. ¿Estaba en el baño mientras yo...? - Asiento con la cabeza partiéndome de la risa. - ¡KATNISS! Por Dios que vergüenza. ¡Qué es mi cuñado! ¿Cómo lo miro ahora?.

-Un momento, igual es un poco pronto para que le llames cuñado – Dice Annie mientras vuelve para mirarme. -

-Me lo pidió anoche. -

-¿Te pidió que fueras su novia? - Dice Prim con los ojos iluminados. Solamente asiento. Todas sueltan un gritito agudo.

-¿Cuando? ¿Como? ¿Donde?.

-Cuando me trajo a casa, yo tenía los pies muy mal. Me subió en brazos a mi habitación y después de estar un rato los dos – Me sonrojo recordando lo que por los pelos ocurre. - surgió y me lo preguntó.

-¿Se quedó a dormir a tu casa? -

-Si -

-¿Te has estrenado? - Son sagaces.

-No. - Lo siguiente lo digo en un susurro. - Pero casi.

-¡¿Cómo que casi?! - grita Glimmer demasiado alto. - Lo mato.

-¡No! Glim, fue él quien paró. Estaba cegada, no quería parar pero él nos paró a tiempo.

-Vamos que estabas cachonda perdida – Annie cada vez se parece más a Glimmer a la hora de hablar con finura.

-¡Annie! - Noto como mis mejillas parecen dos farolillos rojos. Annie corre escaleras arriba, hacia la habitación de su novio. Detrás de ella salen disparadas las demás. ¿Qué iban a hacer?

Peeta's POV.

Me quedo estático cuando me doy cuenta de que no estoy solo en el cuarto de baño. No, no, no. Que tenga que vivir yo esto... Me va a escuchar, cuando la encuentre se va a enterar. Cuando ha terminado y ha salido por la puerta salgo del baño y vuelvo a la habitación. Cuando me siento en la cama me vibra el móvil.

Kat: ¿Ha sido un pis muy largo? AJAJAJA. - Oh, se está riendo de mi, y no poco. Me la imagino partiéndose el culo.

-Tu ríete. No he pasado un momento más incomodo en mi vida.

Kat: Te compensaré. - Si, claro.

-Eso espero.

-¿Con quien hablas? - Pregunta Finn sin quitar la vista de la televisión y enterrando los dedos en el mando de la Play.

-Con nadie que te interese.

-Uhh. ¿Es una chica? - Marvel tampoco le quita la vista al televisor.

-Puede ser.

-Si puede ser, ¿Entonces es que vas a pasar por fin de Everdeen? - Ni hablar.

-Puede ser. - repito.

-¿Por qué tanto misterio? - Ugg que pesado que puede llegar a ser. - Toma te toca. - Me pasa el mando para correr contra Finn.

-Porque no te interesa con quien hablo. - En ese momento se escuchan los chillidos agudos de las mujeres en el salón.

-Ya se han vuelto locas. - Comenta Finnick comenzando con la carrera.

-Vas a perder. -

-Que te lo crees tú.

-Vamos Peet, ¿si no nos cuentas a nosotros a quien más se lo vas a contar? -

-En su momento lo sabréis. 50 pavos a que gano la carrera. -

-Hecho. - Dice Finn convencido.

Son solo tres vueltas al circuito. Vamos mano a mano. Nos intercambiamos las posiciones. Primero, segundo, primero segundo. Solo queda la recta final y voy en cabeza.

 

-Que bien me van a venir esos 50 dolares. -

Cuando queda nada y menos para pasar la linea de meta la puerta se abre como una exhalación y aparece una Annie histérica de alegría y se me tira encima volcándonos sobre la cama.

-¡SI! Gané. Eres la mejor cariño. - Dice Finn.

-¡Annie! ¿Qué coño haces? ¡Estaba apunto de ganar una apuesta! -

-¡¡Ah!! ¡Te quiero!. - Chilla todavía sobre mi.

-¿Perdón? - La miro con mi mejor cara de confusión.

-Eh, eh. Relajate. ¿Me estás poniendo los cuernos con este? - Pregunta Finn quitándome a su novia loca de encima. Veo como las chicas están en la puerta de la habitación descojonándose de la risa menos Katniss que me mira con una sonrisa cómplice.

-Que va, pero si tiene novia. - Dice dándole un beso a su novio.

-¿Tienes novia? - Pregunta Marvel. Ahora toda la atención se centra en mi persona. Yo solamente la veo a ella.

-Emm. ¿Si? - Ella asiente. -

-¿Como que '¿Si?'? ¿Eso que mierda es? ¿Quien es? - Pregunta Finnick.

-Pues... - Me paso una mano por el pelo, quería decirlo a voces pero me está costando.

-Soy yo – Los hombres miran sorprendidos a Kat. Ella extiende su brazo y cojo su mano sin dudar.

-No jodas ¿En serio? - Pregunta un sorprendido Marvel.

-Parece que si – me inclino para darle un beso.

-Bueno menos mal. El chaval no paraba de llorar por los rincones. - Ella sonríe contra mis labios.

-Exagerado.

-Que cabrón... Y yo sin comerme un puñetero colín. -

-Todo esto muy bonito, pero me sigues debiendo 50 pavos. - dice Finn

-Eso hay que hablarlo. Iba a ganarte justo cuando tu hiperactiva novia se me ha tirado encima.

-Y por eso la quiero más que a nada. Suelta la pasta. - Dice abriendo la palma hacia mi. Ruedo los ojos y me separo de Kat para sacar la cartera y darle su dinero. Cuando lo tiene en su mano lo huele.

-Mmm. Menos dinero que tengo que ahorrar para el viaje.

Me vuelvo a agarrar a Katniss, pero me fijo en Glimmer. Me sorprendo viéndola feliz y parece una felicidad sincera. Me mira sonriente y asiente. Yo le devuelvo el gesto antes de besar a mi novia en la coronilla, contento por que se haya atrevido a contar lo nuestro. Ahora solo me queda esperar a que se sienta preparada y me cuente porque hemos tenido que esperar este tiempo para poder estar juntos