Capítulo 7: Un profundo cambio.

Hoola de nuevo beib@s. Poco a poco la historía va cogiendo forma y empieza el plan. Muajaja.  Tengo que decir que este capi no me ha convencido del todo, pero espero que a vosotras os guste.

Quiero aclarar una cosa. GALE SI QUE VA A APARECER, no se aún cuando, pero lo hará. Tiempo al tiempo que acabo de empezar ajaja.

 Pongo una cancíon de hace algunos años de Pignoise que la escuche en un capítulo de una serie y me recuerda a la situación de la historia.

 

 Bueno os dejo con el capítulo  Disfrutar!

CAPITULO 7: UN PROFUNDO CAMBIO

-Esto... está empezando a dolerme el bolsillo. - Me quejo cuando ya llevamos una hora en el centro comercial

-Vamos Kat no te quejes, a vosotras se os sale el dinero de las orejas. - Annie está disfrutando de lo lindo. Mientras entramos en las tiendas ella es la que busca y yo me limito a ser la percha. - Además Prim también está disfrutando de la excursión. - Es cierto, mi hermana ya lleva varias bolsas y se lo está pasando como la enana que es.

-Es que me parece excesivo... - En mi vida me pondría toda esa ropa por voluntad propia. Faldas vaqueras, pitillos, escotes, vestidos minúsculos. Esto se me está escapando de las manos.

-Amiga, no empieces a quejarte que ni siquiera hemos empezado. Tenemos que pasarnos también por Victoria's Secret. - Dice Glim. Todas empiezan a descojonarse de mi, que divertido.

-¿Por qué tengo que comprarme ropa interior si no me la va a ver? - Me quejo.

-No puedes ponerte esas bragas de la edad media con esta ropa Katniss, no pega. Además, quien sabe lo que puede pasar en un futuro. - Annie alza las cejas y sonríe de lado. ¿Un hombre viéndome en ropa interior? Dudo que eso vaya a ocurrir en este universo.

-Lo que tengo que oír... - Sigo a mis amigas que marchan aparentemente sin rumbo fijo y se paran bruscamente. Miro a mi alrededor, ahí no hay ninguna tienda de ropa. - ¿Por qué os paráis?

-¿No está claro? - Dice Rue señalando la óptica que está delante de mi. Glim se sitúa delante para apoyar el dedo índice en mi entrecejo.

-Vamos a quitarte esas gafas de culo de botella, tus ojos se enfocan de tal forma que pareces un puñetero alien y das miedo. Nunca podrás ligar con esas gafas.

-A mi me gustan mis gafas. - digo mientras me empujan dentro del establecimiento. La dependienta se asusta un poco por la manada que está pasando por la puerta. Si, esa manada somos nosotras.

-Vaya, ¿A cual de todas debo atender? - Dice sorprendida la mujer.

-A ella. - Dicen todas a la vez señalándome. Yo me siento un poco avergonzada por la situación. Pasa más de media hora y mas de 20 pares de gafas diferentes hasta que todas aceptan un modelo. 'Esas no, te hacen la cara muy redonda', 'No te sientan bien con el color de tus ojos'. Maldita Annie y su perfeccionismo con la belleza. Finalmente me quito las que van a ser mis antiguas gafas y me las pruebo. No veo ni tres en un burro, me giro a mis amigas e intuyo que ahogan una exclamación. Eso es lo que me parece escuchar.

-Estás... - Esa es Prim.

-¿Diferente? - Digo ayudándola.

-Sexy, claramente obviando tu ropa - Y Glim finalmente la suelta, mientras me tapa el atuendo que llevo con las manos para solo fijarse en mi cara.

-Son perfectas. - Annie se acerca a mi para darme un abrazo. - ¡Estás guapísima! ¿Cuando podremos recoger las lentillas? - ahora se dirige a la dependienta.

-Mañana por la tarde estarán listas.

Me pongo mis nuevas gafas, ahora si, con su cristal correspondiente y puedo verme en un espejo. Estoy muy muy diferente, estas gafas realmente son bonitas y me quedan bien. No se porque no me había decidido a cambiármelas antes. Soy una chica de costumbres. Cuando salimos de la tienda Rue me pide mis antiguas gafas y yo se las doy.

-¿Para que las...? - No me da tiempo a preguntar porque ya ha roto las gafas a la mitad y tira las dos mitades a la basura - ...quieres...

-Adios lo viejo y hola lo nuevo ¿No hermanita? - Mi hermana se está riendo de mi mientras veo estupefacta las gafas en la basura. Eso creo que no era necesario. Seguimos dando vueltas por toooodo el centro comercial. Mi tarjeta cada vez está mas vacía y mi armario estará más lleno. Mis padres van a flipar cuando vean el tute que le he metido a la tarjeta.

-Última parada. - mierda ya hemos llegado a Victoria's Secret, pensaba que se les había olvidado.

-Me encantan estos sitios. - Annie es la primera en entrar, a una velocidad vertiginosa. Yo ruedo los ojos, ¿Qué tiene de divertido la ropa interior? Todas están a sus cosas mirando, de aquí para allá. Es la primera vez que me dejan sola en toda la tarde. Me siento como Indiana Jones, investigando en busca del arca perdida. Todo me parece relativamente normal si quitamos la parte en la que me metí sin querer en la zona de los babydolls, y los picardías. Sin quererlo me sonrojé.

-¡Ala! Katniss que rápido que vas ¿No? - Glim me ha pillado aquí y no se que decir.

-Yo no... - Mi amiga se apiada de mi y me sonríe cálidamente. Sabe que todo esto no es de mi agrado pero que lo hago por ella, me debe una muy gorda.

-Ven anda, no te pierdas. Yo te ayudaré a elegir cosas normalitas. - Me coge de la mano y recorremos toda la tienda pasillo por pasillo, mientras elige cosas para ella y cosas para mi. Gracias a los cielos que la mayoría de las cosas que escoge son conjuntos de braguitas y culottes. Claro que algún que otro tanga también ha caído. Esas prendas tan minúsculas... No pueden ser cómodas ni aquí ni en Sebastopol. Conforme vamos caminando me llama la atención un conjunto azul añil... Me recuerda a los ojos de Peeta... 'Recordar a Peeta mientras miras ropa interior, estás enferma'. Es de encaje, con mariposas bordadas del mismo tono que el resto de la tela, la cual es de seda. Realmente es precioso. Le doy la vuelta un par de veces buscándole el precio. Al momento me da un calambre al observar esa cifra. ¿Como puede ser que algo tan pequeño cueste tanto dinero? Algo que me gusta y lo tengo que dejar en la percha de nuevo...

-¿Te gusta? Es muy bonito. - Glim me sonríe cuando asiento. - ¿Y por qué vuelves a dejarlo?

-Es muy caro.... - Glimmer pone los ojos en blanco y coge la prenda.

-Como si eso fuera un problema. Yo te lo regalo.

-No hace falta Glim puedo sobrevivir.

-Calla, para algo que te gusta... no puedo negártelo. Además seguro que estás muy sexy.

Por el momento hemos terminado todas nuestras compras. Ninguna podemos con nuestra alma cuando llegamos a mi casa. Estamos todas en mi cuarto observando como Annie cuelga toda la ropa haciendo conjuntos predeterminados. Cuanta energía para un cuerpo tan pequeño. Conjunta faldas con tops, pantalones y camisas, zapatos.

-No creo que tengas la capacidad suficiente para conjuntar esta preciosa ropa.

-Gracias. - Digo irónicamente. Pasa el rato y mi antigua ropa está en el suelo y la nueva ocupando su lugar en el armario.

-Vale, pásame un poco de vodka. Vamos a incinerar toda esa 'ropa'. - Hace las comillas en el aire. Lo peor es que parece que lo dice totalmente enserio.

-No voy a quemar nada, cuando toda esta locura termine no pienso llevar esa ropa.

-Kat, no seas como los cangrejos. Si adelantas no vayas hacia atrás. - Annie forcejea conmigo cuando cojo el montón de ropa en el suelo para meterlo en una caja de cartón.

-¡Basta Annie! - Ella es mucho mas pequeña que yo y no supera mi fuerza. Se cruza de hombros y hace una pataleta de niña pequeña.

-Es que me escuecen los ojos de ver toda esa ropa – La miro enfadada – Lo siento amiga, pero así son las cosas.

-Te-a-guan-tas – Y le saco la lengua.

-Tu si que te vas a tener que aguantar... - Miro a las chicas y me miran con ¿Lastima?

-¿Qué me vas a hacer? - Estoy asustada. Annie rebusca en su bolso y saca una Epilady. Cuando la veo siento como mis ojos se salen de sus órbitas. Oh oh... esto va a doler.

-Annie... - Doy marcha atrás para huir de mi amiga, que ya ha encendido la maquina y su sonido hace que me asuste todavía más.

-Tranquila no duele mucho. - Los cojones de mahoma que no duele, se cree que yo nací ayer.

-¿No puedo hacerlo con la cuchilla? - Annie niega con la cabeza, que ingenua que soy...

-Siéntate, si te resistes será peor.

Esta agonía se me está pasando lenta, muuuy lentamente. Duele mucho, sobre todo la parte del muslo. Prim está todo el rato conmigo y yo le aprieto mucho la mano. Cuando hemos terminado con las piernas pasa a las axilas. Esta parte es más dolorosa incluso que la anterior. Cuando ha terminado no puedo cerrar los brazos, me siento como un pajarillo a punto de echar a volar. Rue me sube unas bolsas con hielos para calmarme el dolor, me veo ridícula con esto debajo de los brazos pero me calma el dolor en el momento.

-¿Cómo sobrevivís a esto? - Todas se encogen de hombros.

-Es cuestión de tiempo, cuando ya te lo haces un par de veces no notas nada. - Glim me masajea los hombros para relajarme.

-Gracias por todo esto... - Me susurra al oído – Se que no lo estás pasando especialmente bien, y eso me demuestra mucho Kat. - Me doy la vuelta y le doy un abrazo.

-Por cualquiera de vosotras haría lo que fuera.

-Awww, ¡Yo también os quiero! ¡Abrazo de amigas! - Annie es única. Glim y Finnick se tienen el cielo ganado. Ahora todas estamos abrazadas.

-Mierda Katniss, se me ha caído un hielo en las tetas. - Rue ahora está dando saltos por la habitación para quitarse el cubito que está empezando a derretirse.

El siguiente paso es el maquillaje. Todas me explican los pasos que tengo que seguir para saber maquillarme yo sola cuando sea necesario, no voy a estar molestando a Prim todos los días para que lo haga ella. Lo voy haciendo conforme me van explicando. Extiendo la base...polvos compactos. El rubor no es siempre necesario, gracias. Todo esto en pocas cantidades si no quiero parecer artificial. Y por último delineador negro. Y me ocurre lo último que la otra vez, no paro de llorar. Pero finalmente mi maquillaje queda sorprendentemente bien para ser la primera vez. Luego me dicen que debería de llevar el pelo suelto mas a menudo. Y así lo haré mañana.

-Vale, ¿Mañana en clase que le vas a decir? - Ehhh, estoy en blanco. - ¿Kat?

-Em, ¿Le pregunto si quiere venir a casa por si necesita que le explique algo de mates?

-MEC, error. - Miro a Glimmer confundida – Debes ser lenta, pero constante. No tienes que ir a darle con el temario en las narices. Cuando cueces una langosta la metes en el agua templada para que no lo note y cuando se quiere dar cuenta de que se está cociendo ya es demasiado tarde. ¿Entiendes un poco la metáfora? - ¿Que me está contando? Glim suelta un suspiro de impaciencia.

-Katniss, cariño. Lo que está intentando decirte Glimmer es que tienes que ser coqueta, hacer que se fije en ti, pero sin llegar a ser una acosadora. Tocarte el pelo, morderte el labio inferior, rozarle la mano haciendo como que ha sido un roce sin premeditación y alevosía. - Rue me ayuda a entender el tema de la langosta. Tomo nota. Le asiento con la cabeza para que sepa que me he enterado.

-No te muestres muy interesada, incluso pasa un poco de él si se acerca a hablarte por los pasillos, pero sin mandarlo a la mierda, ya sabes cosas sutiles como: 'Me están esperando', o ,'Ahora estoy ocupada'. Nosotras te haremos saber cuando debes mostrar mas interés en él. - A esta ecuación le faltan algunos términos.

-¿Y si resulta que no se fija en mi? - Todas resoplan.

-Katniss con lo que te hemos hecho es imposible que no se fije en ti. Además deberíamos vigilarte, mañana serás demasiado apetecible para los hombres. - ¿Apetecible? ¿Están hablando de la misma Katniss Everdeen? - Todavía no te ves a ti misma. - Me quedo mirándola, pero entonces Prim empieza a echar a todas de la casa alegando que debo descansar para estar radiante mañana. La verdad es que si que notaba que estaba bastante cansada. Prim nos hace unos sándwiches de pollo para la cena y yo antes de subirme a la habitación me dirijo hacia mi hermana.

-Prim... - Ella me mira – Oye, yo no quiero que estés enfadada conmigo por lo que estoy haciendo. - este es un tema que me tiene muy preocupada, mi relación con mi hermana siempre ha sido muy buena y no quiero estropearla por esto.

-No te preocupes Kat, no me enfado. Solamente no me parece bien lo que le vais a hacer a Peeta, aunque se lo tenga merecido. - Ella me mira desde el sofá, todo el estrés del día sale a flote y se me empiezan a inundar los ojos.

-¿Me das un abrazo? - Le pregunto como una niña pequeña, ella se levanta rápido y me envuelve con sus finitos brazos. - Es que a mi tampoco me gusta hacerle daño deliberadamente a la gente Prim, pero Glimmer me necesita... - Digo sollozando como tonta.

-Vamos Kat no llores, tú eres una muy buena persona. La mejor que conozco. Y estoy muy orgullosa de ser tu hermana pequeña. - La miro a los ojos y me sonríe. Esta chiquilla cada vez me sorprende más. Me limpia las lágrimas con la palma de la mano. - Vete a dormir que has tenido un día duro. - Le doy un último apretón y me voy a mi cama para poder afrontar la locura que empezará el día de mañana.

Peeta's POV

Este lunes ha sido bastante aburrido. Como casi todas las mañanas me presento en el entrenamiento, pero no para entrenar sino para saber que haré en las próximas dos semanas. Genial, seré el puñetero aguador, osea madrugar para darles vasos de agua a mis compañeros. Las burlas están aseguradas. Las clases han pasado lentísimas, más de lo normal y la cosa no ha ido mejor en la comida. Cuando cogía mi bandeja inconscientemente iba a la mesa de siempre, pero he recordado que ya no seré bienvenido allí. Salgo a las mesas del jardín para comer con tranquilidad y cuando ya llevo la mitad aparecen Finn y Marvel.

-¿Qué pasa aguador? - Marvel me da un manotazo en el hombro, haciendo que se me resientan las costillas. Ellos se ríen de mi muy claramente.

-Ja-ja. Que sepáis que solo son dos semanas de mierda, después os vais a cagar.

-Lo que tu digas machote.

-¿Qué hacéis aquí? Que yo no sea bien recibido en aquella mesa no quiere decir que tengáis que venir a compadeceros de mi. ¿Qué piensan Annie y Glim de que estés aquí? - Finnick se encoge de hombros.

-A Annie le parece bien que esté contigo. Y mi hermana con tal de no verte, le da igual donde me meta yo.

-Dejemos el tema ese ya de una vez. Tarde de Xbox en mi casa. Vais a perder. - Uf no me apetece.

-Mar, tío no me apetece mucho. Además sigo convaleciente, cuando me duela menos hablamos de hacer esfuerzos.

-¿Jugar a la Xbox es hacer esfuerzos? - Finn resopla y Marvel no para de reírse con la boca llena, vaya un espectáculo que es mirar esa boca.

-Dejalo no se le vaya a romper una uña -

-¿Marvel te recuerdo la última vez? - Jugamos a boxeo con el kinect, y todos acabamos al día siguiente con agujetas – No puedo llevar la misma marcha, a la próxima iré.

La hora de la comida acaba entre risas. Estos dos me han animado la mañana. En todo el día no he visto a nadie, con nadie me refiero al grupo. Pero eso mañana cambiará, es martes y tengo clase con Katniss. Que momento más incomodo, antes me agradaba. Yo no soy bueno en esa materia y ella me ayudaba, ahora dudo que tenga ayuda por su parte. El último encuentro que tuvimos me dejó claras las cosas.

Cuando estoy en casa me tiro toda la tarde sentado en el sofá comiendo mierda. Estas dos semanas que no podré hacer ejercicio cogeré algunos kilos por lo que no debería de excederme. Por un día que no tengo nada que hacer no tengo ninguna tarea que hacer para clase. Después estaré ocupado y no tendré tiempo para nada ¡Qué viva la lógica! Cuando me aburro de la programación me levanto y voy a ducharme. Cuando salgo se me ocurre que podría pintar algo, para distraerme. Me pongo unos pantalones de deporte viejos por si los mancho y no me pongo ninguna camiseta, si puedo evitar sudar que bienvenido sea. Pongo el lienzo en su sitio y comienzo con trazos al azar, sin nada premeditado. Desde pequeñito me ha gustado hacer esto, desconecto del mundo y me centro en lo que hago. Me concentro de tal manera que podría empezar la 3ra Guerra Mundial y no me enteraría. Cuando mi padre se enteró que amaba la pintura me regalo el caballete, mis primeras pinturas y unos lienzos. Según me cuenta puse tal cara de felicidad que no se me borró en muchos días después. Cuando me quiero dar cuenta estoy dibujando una mujer. No, no es una mujer, es una chica. Y tiene una trenza hecha con su larga melena. ¿Será posible? ¿Estoy dibujando a...?

-¿Peeta? - Mi padre me llama desde abajo, parece que ya ha llegado de trabajar, que raro, no suele llegar hasta la noche.

-¡Estoy arriba, ahora bajo! - Dejo las cosas a un lado y tapo el lienzo con una sabana. Bajo y me encuentro con él y a su novia. Lleva saliendo con ella un año y se le ve muy ilusionado, tienen más o menos la misma edad. Cuando mi madre murió él se sintió muy solo aunque me tuviera a mi, pero la amaba mucho y terminó por encerrarse en si mismo hasta que conoció a Helen. Mierda y yo sin camiseta y con estás pintas. - Hola papá. Helen... disculpa que te reciba así pero estaba pintando y no esperaba a nadie todavía.

-No te preocupes hijo, veníamos para avisarte de que nos íbamos a cenar y preguntarte si te querías venir, puedes invitar a tu novia si quieres. - Es verdad mi padre no tiene ni idea. Y no se lo iba a contar con Helen delante, me cae bien pero no hasta el punto de contarle confidencias de esta clase.

-Eh... No, ella ha quedado con sus amigas y yo no estoy muy bien del golpe. Ya sabes, me duele un poquito.

-Bueno, no pasa nada. Ya vendréis otro día. Espero que le hayas dicho que está invitada a la inauguración del restaurante. - Mi padre es de los chefs más famosos de Estados Unidos y ahora ya va por su restaurante número seis. - Nosotros nos vamos.

-Si, ya se lo dije. Pasarlo bien. Me alegro de verte Helen.

-Y yo a ti Peeta. Hasta luego.

Me voy sin cenar a la cama, tengo el estomago cerrado. Al sueño no le cuesta mucho llegar.

Me despierto empapado de sudor por lo que primero que hago es pegarme otra ducha fría como la de ayer. El día es muy soleado y hace una calor que te dan ganas de tirarte por la ventana... Me pongo una camiseta ancha, y unos piratas holgados. Ponerme ahora el casco es un suicidio pero no me queda de otra.

Cuando llego al instituto Marvel y Finnick me están esperando en el aparcamiento. Llego y me quito el casco con desesperación.

-Mucha moto, mucha moto... pero nada como mi Hummer con climatizador. - Dice Marvel acariciando el capó de su coche. Ya ni me saluda.

-Joder se te caen los chorretones de sudor. - Finn se acerca para saludar, y me olisquea - No acabas de llegar y ya hueles a tigre. -

-Vaya mierda. - me levanto la camiseta para darme un poco de aire y que así no me de una lipotimia.

-¿Qué cojones? - Marvel mira algo a mis espaldas y se queda con la mandíbula colgando, literalmente. Si algo merece así la atención de este chico es que es importante. Me giro y entonces veo ese algo, o mejor dicho LA veo. - Esa...Esa es... ¿Nuestra Katniss? - Si, si que es ella, pero a la vez no lo es. Está muy, muy hermosa. Lleva unos shorts vaqueros ceñidos dejando ver sus níveas y cremosas piernas y una camiseta blanca con escote que se ciñe bajo sus pechos realzándolos dejando el resto de la camiseta al vuelo, dejando ver mientras camina ese delicioso vientre plano. Y lo mas diferente de todo, su rostro. Lleva las gafas puestas, pero no esas horribles de pasta negras. Ahora son finas y delicadas, acorde con su rostro y la hacían ver realmente sexy. Se ha dejado el pelo suelto moldeado con suaves ondas. Va caminando con todas las demás, pero ahora es ella la que se merece mi atención y parece ser que la del resto de los alumnos de este instituto. El tiempo pasa muy rápido o yo no quería que se apartara de mi vista, pero antes de lo que quiero ya se ha metido en el edificio

-La habéis visto ¿no? - Finnick ya ha despertado del sueño en el que nos encontramos todos, porque es eso ¿no? Un sueño, Katniss no es así.

-Como para no verla, está jodidamente potorra. - Marvel es tan fino para hablar de los atributos de una mujer... - La verdad que no me importaría hacerle un favor. - Ese comentario hace que me ponga de mala leche. Que lo diga de tías que ni conocemos vale, hasta yo lo decía. Pero estamos hablando de la pura e inocente Katniss.

-Ahora es cuando piensas que lo que acabas de decir va para Katniss. - Finnick le recrimina.

-Cielos... es cierto, pero ¿la habéis visto? - Repite lo que ha dicho Finn hace nada.

-Que si tío, tampoco es para tanto. Las hay mejores por ahí. - Ahora soy yo el que habla intentando disimular que tengo la boca seca y que sin darme cuenta estaba manteniendo la respiración.

-Habló el mejor de todos, pero si parecías un caracol con tanta baba. - Miro a Finn con los ojos entornados.

-Es solo que me ha sorprendido. Anda vamos dentro que llegaremos tarde.

Y ahora caigo en la cuenta, tengo una clase con ella. Una hora en la que podré admirar ese cambio que no sabía cuanto iba a durar. Pero joder, no quería que volviera a ser la antigua y tapadita Katniss.