Buenas tardes lectoraasss!! Por fin el capítulo 22, ayer me encontré con que no tenía internet a la hora de subirlo y me quedé o.o WTF!!!??? Pero ahora estoy en una biblio, haciendo como que estudio o hago algún trabajo para que podais tener el capítulo. Es mega ultra extra largo, el más largo de todos. Espero que no os aburra la lectura ajajaja. Dentro de exactamente una semana espero tener el siguiente. Disfrutar beibas, que os lo mereceis. Ojala que la espera os haya valido la pena sino... T.T lloraré. Os quiero!!
CAPITULO
21: LA CARTA.
Me
despierto cuando noto la luz del sol dándome de lleno en la cara.
Abro los ojos para encontrarme con la imagen más perfecta del mundo.
Katniss está dormida de espaldas a mi, entre mis brazos. Nuestras
manos están entrelazadas sobre su vientre, que se mueve acompasado
por su respiración. Su pelo desparramado por la almohada desprende
un olor a fresas inconfundible, tentado por ese exquisito olor hundo
mi nariz en el hueco de su cuello para aspirar levemente y
embriagarme con su olor. Perfecta. A mi memoria vienen flashes de
anoche, de como me hizo el hombre más feliz de la faz de la tierra,
solamente dejándome sentirla entre mis brazos mientras nos amábamos.
Me estremezco al recordar como reaccionaba ante mis caricias y mis
besos, trataba de no asustarla y que disfrutara del momento tal como
yo lo estaba haciendo.
Abandono
mis pensamientos cuando se remueve inquieta y se gira sobre si misma
quedando cara a cara.
-Buenos
días dormilona. - Sonríe ampliamente mientras se despereza.
-Buenos
días. - me acerco para darle un beso. - ¿Llevas mucho rato
despierto? -
-Algunos
minutos. -
-Deberías
haberme despertado.
Me
apoyo sobre mi codo para verla mas detenidamente. La manta que nos
cubría esta noche está a los pies de la cama, lo que me deja ver
perfectamente las cremosas piernas de Kat. Mi camiseta, que ha usado
de pijama, se ha enrollado alrededor de su cintura revelando su ropa
interior. Se percata de mi escrutinio y se sonroja como siempre, pero
no trata de taparse. Nunca me acostumbraré a verla así. Realmente
no se como no me fijé antes en ella, es preciosa.
-¿Te
gusta lo que ves? - Dice con tono seductor y mirada inocente, esas
simples palabras encienden todas mis alarmas. Me coloco sobre ella,
casi rozando nuestros labios pero que no llegan a tocarse. Ella
quiere romper la distancia, pero no se lo permito. Me acerco a su
oído y antes de hablar muerdo el lóbulo de su oreja, es ahí cuando
la oigo jadear y removerse inquieta debajo de mi.
-Me
encanta. - Reparto besos y mordisqueo por todo el ancho y largo de su
cuello, clavícula y todo lo que está a mi alcance notando como su
respiración se acelera. Cuando la miro a los ojos los tiene rojos y
acuosos. Me separo de ella al instante. - ¿Qué pasa? ¿Te
encuentras mal? - Ella se ríe, pero una lágrima cae de su ojo
izquierdo y bizquea.
-Estoy
casi perfectamente. - Quita sus manos de mi espalda para sacarse una
lentilla y después la otra y dejarlas en su estuche al lado del a
mesilla. Todo eso sin levantarme sobre ella. - Me he dormido con las
lentillas puestas. No sabes lo que escuece.
Suelto
un suspiro de alivio y le doy un beso en la frente. Creía que la
estaba lastimando o estaba asustada.
-¿Estás
bien? ¿Sigues dolorida? - Se toma unos segundos para prestar
atención a esa zona.
-No.
Ayer me cuidaron muy bien. - Me sonríe antes de besarme y enrollar
sus piernas alrededor de mi cintura, restregándose contra mi
entrepierna.
-Katniss...
Mi auto control no es eterno. -
-Espero
que esté acabándose. - Eso era lo que faltaba para terminar de
encenderme, ella lo nota y sonríe con suficiencia.
-¿Qué
te ha pasado pequeña diablilla? Estás seduciendo a un hombre
inocente. -
-Ese
al que tu llamas hombre inocente me sedujo a mi anoche. Creo que se
la tengo que devolver. -
Enserio,
qué está pasando aquí y que han hecho con mi tímida y vergonzosa
novia. Aunque tengo que admitir que no me desagrada del todo el
cambio. Sin más preámbulos me lanzo a sus labios, devorándolos.
Sus manos pasan por mi espalda, parándose en mi trasero y lo
masajea, apretándome contra ella. Suspiramos por el roce, lo que
obliga a separar nuestras bocas para coger aire. Meto mi mano por
debajo de la camiseta para acariciar la suave piel de su vientre y
sus pechos, volviéndome completamente demente. Como nuestros labios
permanecen unidos sus gemidos acaban muriendo en mi boca, impidiendo
su salida. No puedo más, necesito sentirla, estar dentro suyo de
nuevo. Le quito rápidamente MI jersey y la escasa ropa interior.
Antes de volver a atacar sus rojos e hinchados labios a causa de
nuestro apremiante beso, me fijo en su cuerpo desnudo. Cada poro de
su piel me llama a besarlo y saborearlo, la miro a la cara que enseña
una sonrisa tímida. Puede que tratara ser seductora hace unos
momentos pero sigue avergonzándose cada vez que la miro de esta
forma. Me deshago de lo que me queda de ropa y me posiciono entre sus
piernas, acariciándola en esa zona palpitante. Como reacción ella
se muerde el labio y arquea su espalda
-Peeta...
Por favor... -
-¿Si
amor? - La beso por el cuello.
-Hazlo
ya... -
Me
introduzco despacio, abriéndome paso tranquilamente. Puede que me
haya dicho que no le duela pero todavía tiene que acostumbrarse. A
diferencia de ayer en la noche, su cara no refleja dolor sino algo
totalmente opuesto. Esta vez Katniss toma parte de esto y mueve sus
caderas con las mías iniciando una danza caótica que nos está
llevando a los limites. Me obliga a llevar un ritmo demencial, que se
remueve debajo mio. Mi niña no para de gritar y decir mi nombre
entre jadeos. Cuando siento como sus músculos se cierran en torno a
mi, indicando que ha llegado a su clímax, el mío llega al instante.
Me derrumbo sobre ella y entre los dos tratamos de recuperar nuestras
respiraciones. Me aferro todo lo fuerte que puedo a ella, no quiero
dejarla marchar, es demasiado bonito para ser verdad. Que esta mujer
tan increíble esté conmigo solo puede ser un sueño y me agarro a
ella para que no me deje solo.
-Guau...
¿Esto siempre es así? - La miro confundido, no se si es porque me
ha dejado atontado esta sesión de sexo mañanero.
-¿Como?
- Evita mi mirada mientras se sonroja.
-Tan...
placentero. - Me río a carcajada limpia y salgo de ella para
apretarla contra mi. Ella se acomoda sobre mi pecho.
-Pues
si, si que suele ser así. A veces incluso mejor. - Levanto las cejas
lascivamente. Me da un golpecito amistoso.
-Tonto.
- Obligo a que me mire levantandola por la barbilla.
-Feliz
cumpleaños cariño. -
-Gracias.
Es feliz porque estás conmigo.
En ese
instante aporrean nuestra puerta como si no hubiera mañana.
-¿Quién
es? - Pregunta Kat, con una voz dulce y aterciopelada. Me mira
extrañada por la aguda que ha sonado su voz pero me río en
silencio.
-Papá
Pitufo, no te jode. Bajar a desayunar ya si no queréis que entre por
la fuerza. - Marvel era capaz.
-YA
VAMOS! - Decimos a la vez y nos levantamos corriendo de la cama. Kat
se mete totalmente desnuda en el baño dejando la puerta abierta. Me
asomo por ella y veo que acciona la ducha.
-¿Quieres
que me duche contigo? Hay que ahorrar agua. - Ella simplemente sonríe
antes de meterse en la ducha, lo interpreto como me da la gana y me
meto con ella dentro.
Katniss's
POV
Me están dando los regalos en el
salón mientras repiquetea la madera en la chimenea. Ya he abierto la
mitad. Un marco de fotos con todos nosotros haciendo el cafre, nuevas
hojas de partituras... Ahora en mi regazo se encuentra un enorme oso
de peluche con un corazón en sus manos que pone 'I love U'. Abrazo a
mis amigos agradeciéndoles por todo y diciéndoles lo buenos amigos
que son. Cuando abrazo a Annie y se separa de mi, me doy cuenta de
que está pálida y con unas grandes ojeras. No me suelta.
-Ann ¿Estás bien? -
-Si, supongo que solo estoy un poco
cansada. El viaje, salimos ayer, ya sabes. Ahora déjame verlo. -
-¿El que? - Rueda los ojos. Antes
de señalar a Peeta.
-Su regalo. - Me lo saco de debajo
de la ropa para enseñárselo a las mujeres que han echado a los
chicos de mi alrededor para verlo mejor.
-Me encanta. -
-Es precioso. - Me ruborizo al
pensar en lo que pasó después de que me diera su regalo. Sin
pensarlo dirijo mi mirada a su persona. Él se ha adelantado y me
observaba con antelación. Ahora nos sonreímos de manera cómplice.
-Chicos si nos disculpáis vamos un
momento arriba. - Dice Rue empujándome escaleras arriba.
-¿Y eso? - Gritan desde el piso de
abajo.
-¡Cosas de chicas! -
Me llevan a mi habitación que está
toda desastrada todavía. Tras salir de la ducha no nos había dado
tiempo de dejarla en condiciones. Tras cerrar la puerta y de que Prim
recogiera el ramo que me había regalado empiezan a acribillarme.
-¿Tulipanes? - Pregunta extrañada
Glimmer.
-Lo mismo le pregunté yo. Según él
significan amor eterno. Por eso me las quiso regalar. - Suena a coro
un 'Ohh'.
-Supongo que no hace falta que le
preguntemos, con solo entrar aquí se sabe. - Dice Rue mientras
olisquea a su alrededor. Le imito, tratando de averiguar que pretende
conseguir. Solamente huelo al delicioso perfume de Peeta y el aroma
que todavía desprende el ramo.
-¿El que? -
-Katniss. Esta habitación huele a
sexo desde el pasillo. - Dice Prim. Me quedo petrificada. ¿Eso se
huele? Creo que mi semblante sonrojado les responde sin necesidad de
palabras. Todas chillan de emoción y corren para abrazarme. Sonrío
avergonzada.
-Cuéntanos todo. TODO. -
Les relaté como me fue la noche con
Peeta, la fantástica cena, las fresas, los regalos...Me ahorre los
detalles del rato en la cama pero sin dejarme nada. Sabía que las
iba a tener revoloteando a mi alrededor hasta que no se lo contase.
También les conté del dolor y que por eso no lo disfruté demasiado
en el sentido físico.
-Yo creo que ninguna llegamos la
primera vez. Es la leche Kat, seguro que te vuelves una pervertida
como la enana. - Dice Glimmer abrazándome por los hombros. Ella se
gana el gesto mas maduro por parte de Annie que podría haber hecho,
le saca la lengua.
-Se que es la leche, aunque no creo
que me convierta en una 'pervertida' – hago las comillas en el
aire.
-Un momento ¿Como que sabes que es
la leche? - Eso lo he dicho sin pensar, escondo la cara en mis manos
porque eso me llevará a contarles sobre mi otro regalo. La verdad es
que lo de esta mañana lo he disfrutado un montón y no me importaría
repetir. El dolor ya casi no existe, lo que hace que sea más
entusiasta.
-Pues nada... - Me rasco la cabeza
despreocupadamente tratando de aparentar serenidad - Que esta mañana
– Rue no me deja terminar anticipándose a mi revelación. Lo que
le agradezco.
-¡Pero que guarra! Se lo ha
trincado esta mañana también. - La conversación sigue, y sigue
llegando a diferentes cauces. Aunque ahora mismo mis pensamientos se
dirigen hacia cierto chico de cabellos morenos y ojos grises que está
a cientos de kilómetros de distancia. Perdiéndose otro cumpleaños,
con este ya iban a ser tres.
El resto de la mañana lo paso
completamente mimada por todos. Este está siendo un muy agradable
día. Después de almorzar, hemos patinado un poco. Finnick ha dejado
a un lado las rivalidades conmigo en este tema y hemos hecho algún
que otro salto juntos, robándoles aplausos a nuestros amigos.
Me han preparado una ginkama por el
bosque, no por una zona muy peligrosa. Se habían informado antes
sobre la existencia de animales salvajes, los de la agencia de viajes
les habían marcado un perímetro de seguridad por si acaso. Al
terminar el recorrido me esperaba una mesa improvisada con nueve
cartas, pero sin contarme a mi los demás son ocho... Miro el nombre
que hay debajo de cada piedra que sujeta su carta correspondiente
para evitar que el viento se la llevara. Efectivamente, como pensaba,
cada una es de los amigos que hoy me acompañan, me las guardo para
leerlas en casa. Todavía me queda la última que no tiene nombre
escrito por ninguno de los dos lados. Miro a mis compañeros
recelosa. Ellos simplemente me sonríen para animarme a abrirla. Al
último que miro es a Peeta, tiene una mirada triste en el rostro,
mezclada con nerviosismo. Ese último vistazo me llena de una gran
curiosidad y rasgo el sobre de papel sacando la carta de su interior.
La desdoblo para encontrarme con una caligrafía que reconozco. Ahora
entiendo la mirada de mi novio, esta carta es de Gale y supongo que
estará preocupado por lo que pueda contener. Empiezo a leer, animada
por todos los demás.
Hola pequeña:
Quiero decirte muchas cosas... Se
que no tengo disculpa, no te he llamado y tampoco he respondido a tus
llamadas, pero no puedo escuchar tu voz. Lo siento mucho. También
siento volver a perderme tu cumpleaños, por cierto, felicidades.
Espero que de ahora en adelante pueda estar en todos y cada uno de
ellos. Me encantaría poder regalarte algo, pero escribo esta carta
para ti.
No la escribo solamente para
felicitarte tu cumpleaños, quería decirte que me voy. Me han dado
una beca para ir a estudiar a Italia ¿Te imaginas? Yo en Italia...
si ni siquiera se decir hola, supongo que hablar inglés me abre
puertas. Me la ofrecieron hace tiempo pero me negué, todavía tenía
tiempo de retractarme si quería. Estaba muy decidido a que no iba a
alejarme todavía más de ti. Pero no tengo fuerzas Kat, necesito
irme, airearme, reflexionar y quien sabe, conocer a alguna chica.
Ahora mismo no podría ir a visitarte, me duele mucho. No te
recrimino nada, tienes todo el derecho del mundo a enamorarte, me
dijiste que todavía no lo sabias, pero te conozco. La última vez
que te vi estabas radiante, diferente. Por eso no puedo enfadarme por
sentirme rechazado, ni tampoco puedo odiar a Peeta. Él es la persona
que te hace bien y te hace feliz, solamente por eso se merece mis
respetos. Solo espero que le digas de mi parte que, como se atreva a
hacerte daño, se arrepentirá toda su vida. Lo buscaré y como
mínimo le romperé las piernas.
Volveré a América para
buscarte, eso tenlo muy en cuenta. Te dije que no te dejaría nunca,
y voy a cumplir mi promesa, por ahora estaré un poco lejos. Eso no
implica que vaya a olvidarme de ti, creo que eso es humanamente
imposible. Recuerda que siempre tendrás un espacio en mi corazón.
Te quiero, Gale.
Se va todavía más lejos... siento
como mis ojos se empañan por las lágrimas acumuladas mientras leía
su despedida. Doblo de nuevo la carta y la guardo en su sobre,
apretándola contra mí. Cierro los ojos, las lágrimas se
desparraman por mis mejillas. Me doy la vuelta para que no me vean
así, hoy no es un día para estar de esta manera pero la noticia no
es la mejor.
Unas manos que reconozco a la
perfección me acarician la cabeza por encima del gorro de lana que
llevo puesto. Me limpio las lágrimas y trato de esbozar una sonrisa
antes de darme la vuelta de nuevo hacia los que hoy están conmigo.
Nadie se cree mi burdo intento de aparentar normalidad y las manos de
Peeta me levantan la cara para mirarme a los ojos. Supongo que lo que
ve es que están rojos y parecen tristes. Sin necesidad de que le
diga nada me abraza, su contacto hace que me derrumbe y lloro
silenciosamente en su pecho. No debería hacerlo, como una buena
amiga debería estar feliz por él. Es una gran oportunidad la que le
han ofrecido y ni tan siquiera debería haberla rechazado en un
principio, ni me lo merecía ni me lo merezco. Trato de recomponerme
y creerme mis propios razonamientos, tengo que sonreír y desearle
toda la suerte del mundo, es lo que esperaría de mi. Me separo de
Peeta y ahora si que termino de secarme mis lágrimas y trato de
sonreír sinceramente.
-¿Quieres que lo hablemos? - Me
pregunta claramente preocupado. Niego con la cabeza.
-No es necesario. Ha sido una
tontería. -
-Puedo ir en un momento y darle una
paliza si quieres. No es ningún problema. - Me dice Marvel,
poniéndose detrás del rubio. Me río y los demás se acercan a mi.
-¿Qué dice, Kat? - Me pregunta
Prim. Quiero guardarme el contenido de esta carta para mi, pero ella
merece también saber que su amigo se marcha a Europa. Cojo aire.
-Se va.
-¿A donde se va? -
-Le han dado una beca de estudios en
Italia. - Pone cara de confusión, pensando. Me mira con rabia.
-Es por tu culpa. - Dice con pasmosa
calma aunque sus ojos muestran todo lo que sus palabras no-
-¿Mi culpa? Prim yo no tenía idea
de que le ofrecieron esa beca. - En la carta pone sus razones, se que
está relacionado conmigo pero es su decisión. En ningún momento le
he amenazado para que se vaya.
-¡La rechazó por ti! - Conocía la
existencia de esa beca - Ahora nuestro amigo se marcha por no se
cuantos años al otro lado del mundo. Piensa un poco en porque se
marcha. ¡No puedo creer que seas tan ingenua! Si antes se nos hacia
difícil verle, ahora más todavía. -
Sus palabras hieren. Prim es más
dura que yo, y en vez de llorar dirige sus sentimientos hacia las
personas. No es una actitud madura, no es culpa de nadie que se vaya,
simplemente es algo que necesita en estos momentos. Me acerco a ella
para para hablar tranquilamente.
-Ni se te ocurra. Me voy, más te
vale dejar que se me pase el cabreo y no acercarte a mi por ahora. -
Con eso empieza su marcha por el bosque en dirección a la
civilización. Me quedo mirándola hasta que no la distingo en la
espesura del bosque. Estoy aturdida, nunca pensé que Prim me echaría
en cara algo como esto.
-Voy con ella Kat. - Dice Cato que
se acerca para darme un beso en la mejilla. Asiento. - No te
preocupes, solamente está enfadada, se le pasará. Ya la conoces.
Con lentitud cada uno se mueve de su
sitio después de lo que parece que han sido días. Recogen lo que
tenían aquí preparado y cada uno cargamos con algo. Llegamos a
casa, el camino de vuelta no hemos dicho absolutamente nada. Peeta
está delante del grupo y yo atrás, creo que nos estamos evitando,
supongo que después de leer esa carta necesita un poco de espacio
para pensar. Aunque ahora no es que me sienta en mi mejor estado de
ánimo. Estaba exultante cuando me he levantado esta mañana y en
unas horas la tortilla se ha dado la vuelta. Estoy decaída por Prim,
no se como me puede creer la responsable de que Gale haya tomado esa
decisión. Me consta que habré influido, pero no sería el
determinante clave. Preocupada por Peeta, no se en que situación se
encontraba ahora. ¿Enfadado? ¿Preocupado? ¿Confundido? Por mi no
hay ninguna duda por nuestros sentimientos. Cada día estoy más y
más segura de ellos, pero me aterra el pensar que no pueda lidiar
con esto. También estaba preocupada por mi amigo ¿Se desenvolvería
bien por allí? ¿Me olvidaría? Me lo merezco por tratarle así, y
si llega el momento de buscarle (desde luego que lo haría, para bien
o para mal) y me pide que me aleje lo haría, es lo menos que puedo
ofrecerle.
Miro a Finnick y Annie con ternura.
Ella lleva todo el día un poco agotada, ojerosa. Pero aún así
farfullea con unas energías inagotables. Finn, que lleva preocupado
todo el día, le sonríe dándole a entender que le escucha. Tienen
una envidiable relación de pareja. Seguro que tienen sus problemas
como todas, pero son tan adorables... Marvel y Glimmer van juntos
hablando tranquilamente, cuando el hombre roza la mano de Glim ella
se la coge entrelazando sus dedos. Marvel, feliz, besa el dorso de su
mano para después continuar con la charla. Ese gesto me da a
entender que ha conseguido derribar las barreras de ella, me alegro
por ambos.
Ordenamos todo en su sitio, Peeta no
me dirige ninguna mirada, pero yo si que lo hago. Siempre cuando está
de espaldas, para que no me vea. De vez en cuando suspira. Annie me
toca en el hombro llamando mi atención.
-Nosotros nos vamos ¿Vale cielo? -
La miro atemorizada. No quiero quedarme sola con él, no quiero saber
lo que piensa. ¿Me hablará cuando estemos solos o seguiremos en
este silencio incomodo? Le hablo al oído.
-¿No os podéis quedar? -
-Tranquila, no va a pasar nada. No
muerde. - Se despide con un beso en la mejilla y finalmente las dos
parejas felices nos dejan solos.
Subo a la habitación y aprovecho
para arreglar el desastre. En el momento de entrar me abruma la
cantidad de imágenes que acuden a mi mente. Estábamos tan bien...
Ahora no quiero siquiera pensar en lo que estará pasando por la
cabeza de Peeta. Su actitud me mantiene en ascuas, es obvio que está
dándole vueltas al tema.
Y yo...me siento mal conmigo misma.
Es obvio que no le hace feliz que yo me sienta de esta manera para
con otro hombre, pero me entristece que Gale se vaya tan lejos.
Mientras leía la noticia pensaba que me quedaba la sensación de
tener conmigo a una de las personas más importantes para mi.
Quitando a Prim, Peeta es mi sustento, ahora que ella estaba
claramente enfadada y no se que va a hacer él conmigo, me encuentro
sola. Me siento en el suelo apoyando mi espalda en la cama y me tapo
completamente con una manta que hay tirada por el suelo, cabeza
incluida. Necesito recluirme del exterior.
No tengo una buena percepción del
tiempo que pasa, puede que hayan sido minutos u horas. Todo este
tiempo sola lo aprovecho para llorar en mi intranquilidad, esperando
a que Peeta me diga que no quiere seguir conmigo, que quiere a una
persona que se centre en él. No emito ningún sonido mientras las
lágrimas caen.
Estoy tan ausente que no me doy
cuenta de que alguien entra en la habitación. Me quita el escudo que
se había convertido la tela que caía por mi cabeza y me encuentro
con el zafiro de los ojos de Peeta. No se que descifrar en ellos, hay
una tormenta de emociones.
-Hola. - Dice sentándose a mi lado.
-Hola. - ¿Que se supone que tengo
que decirle? Prefiero que si quiere hablar que lo haga él. Más
silencio.
-¿Cómo estás? - Me quedo pegada
al suelo y mi vista fija en este. Es frío, respondo a lo que me
pregunta. Me limpio la poca humedad que me queda en la cara para
contestar.
-Bien ¿Y tú? -
-Bien... bueno. He estado pensando.
- ¿De verdad? No lo había notado. Calma Katniss, no seas
sarcástica, solo está tratando de encaminar la conversación.
-Ya... - De vuelta al silencio. Por
Dios quiero saberlo ya, sea lo que sea. Pero no voy a presionar, en
vez de eso cojo un hilo de mi jersey y tiro de él.
-¿No quieres saber en que? - Como
un témpano de hielo.
Ya está, me va a dejar, ese tono...
Esa mirada distante... Me preparo para lo peor y respondo con un
monosílabo.
-Si. -
-Pensaba en nosotros... Me gustaría
saber Katniss, me estoy volviendo loco. Puede que estés confundida.
¿Cuales son tus verdaderos sentimientos con Gale? -
-¿QUE? - Sigue mirándome,
esperando a que le responda. Indignada vuelvo a ponerme en pie y
corro escaleras abajo. Mi miedo se a convertido en enfado. ¿De
verdad duda de mis sentimientos? ¿De verdad cree que me entrego de
la forma que hice ayer y esta mañana con cualquiera? Cojo mi abrigo
para salir afuera, prefiero no estar en la misma habitación que él
ahora. Podríamos acabar mal, muy mal. Me agarra de la muñeca cuando
ya tengo el abrigo puesto.
-No pienses que te vas a ir. Estamos
hablando.
-No quiero hablar contigo. Tú –
Le señalo, completamente dolida de que piense que no le quiero. Se
lo demostrado de todas las formas que se. - ¿Cómo puedes dudar? -
No voy a llorar. Creo que no se lo merece, en cambio levanto la
barbilla, manteniendo la cabeza bien alta.
-¡No me das confianza! Tus
reacciones con las cosas relacionadas con ese... - Se agarra la
cabeza dando vueltas de aquí para allá. Miro como se mueve como un
león enjaulado. -
-¿No te doy confianza? -
-Con la escenita del bosque me has
demostrado que no puedo. Doy gracias de que ahora esté lejos porque
sino... -
-¿Te estás escuchando? No puedo
creer que pienses que yo tengo más sentimientos para con él que una
gran amistad. Y yo no doy gracias de que esté lejos, al igual que tu
necesitas a tus amigos contigo yo necesito a los míos.
-Katniss, cuando tiene algo que ver
con él...no se. Parece que ocupe todos tus pensamientos. Sin ir más
lejos me has ignorado desde que has leído esa carta. Así que si,
permíteme que piense que tienes sentimientos más fuertes que
amistad con él.
-Eres increíble. Si solo pensaras
un poquito, te responderías tu solo a esa pregunta. Estoy segura de
que si Finnick no tuviera novia también me echarías en cara
cualquier abrazo que le de a MI AMIGO.
-No me compares a Finnick con Gale,
por favor. -
Exasperada y cansada de tratar
razonar con él salgo por la puerta. Esta discusión está atascada,
y yo asustada por lo que pudiera pasar. Lo que ha hecho ha sido
enfadarme, defraudarme ¿Cómo puede pensar así de mi? ¿Esa es la
visión que tiene de mi persona? Sin darme cuenta estoy caminando
sobre el hielo y me da todo el sol de medio día en la cara. Hace
frío pero se nota que han subido bastantes grados. Si no fuera por
que estaba enfadada me habría dado cuenta de que la superficie del
hielo está resbaladiza por el calor que se cierne sobre él. Esto
puede ser peligroso, hace apenas unas horas que hemos patinado y eso
juntado con la temperatura alta de ahora es posible que se haya
debilitado la capa de hielo. Me concentro en repartir mi peso antes
de darme la vuelta para deshacer mis pasos. Cuando estaba dándome la
vuelta poco a poco escucho un crujido, cierro los ojos esperando caer
en el agua helada, pero no pasa nada. Sigo de pie sobre el hielo,
pero un chapoteo hace que me olvide de la posibilidad de una caída.
Un agujero enorme se abre a cinco metros de mi. Con los pies pegados
al suelo fijo mi vista en el agua, tratando de despertar mis
sentidos, deseando que no sea ninguno de mis amigos. Que Peeta se
haya quedado dentro de casa, dándome soledad y que un conejo se haya
acercado a curiosear. Me acerco poco a poco, hasta que, como un
suspiro, sale el peor de mis temores arrancándome un jadeo de
horror. Antes incluso de despegar los pies del suelo para tratar de
sacarlo de ese lago helado me detiene con su tartamudeo.
-Nno... - Quiere salir solo pero el
hielo se descompone bajo sus brazos. Sin hacerle caso ando hacia él,
guardándome mis ansias sabiendo que así no lo ayudaría. Escucho su
respiración agitada y sus temblores, lo peor que puede hacer ahora
es entrar en pánico.
-Peeta, escuchame. Quiero que te
tranquilices y calmes tu respiración, voy a sacarte de ahí. -
Trata de obedecerme porque deja de
forcejear contra el hielo, quedándose quieto. lentamente pongo cada
pie con cuidado, quiero darme prisa porque cada segundo cuenta pero
no se el grosor que tiene esta parte del hielo. Cuando creo que ya
estoy lo suficientemente cerca, el hielo se rompe, haciendo que el se
pierda bajo el agua de nuevo, enseguida vuelve a aparecer. Mis
lágrimas desbordan por la impotencia, pero no puedo pararme aquí.
Pruebo por el otro lado, pero me acuesto sobre el hielo para repartir
mejor el peso. Me arrastro y cojo su mano, está helada y las puntas
de sus dedos están pasando a ser del blanco impoluto al azul. Le
miro a los ojos, sus labios morados contrastan con su semblante
blanco. Eso solo acentúa mi llanto pero también mi determinación
con sacarlo de ahí.
-Cógete fuerte. Enseguida vas a
salir. - Asiente con energía, o eso trato de creer, aunque creo que
es más por los temblores. Tiro con fuerza mientras se aferra a las
mangas de mi abrigo. Me resbalo en el hielo pero me niego a no
sacarlo. Con un par de tirones, cada uno más fuerte que el anterior,
consigo tenerlo fuera conmigo. Su pelo ya tiene escarcha, que cae con
los espasmos de su helado cuerpo. Le quito el abrigo y su camiseta
mojadas.
-¿Q-qué ha-aces? - Le cuesta tanto
hablar que ya me he quitado el abrigo y se lo he puesto encima antes
de que termine de decirme esas dos palabras.
-Tengo que quitarte la ropa mojada.
-
Una vez se la he quitado y le he
colocado la mía. Lo abrazo a mi, y lo sujeto llevándolo dentro de
la casa. De vez en cuando sus pies se enredan y por poco cae, pero lo
mantengo en pie. Una vez dentro, lo acuesto en el sofá, no quiere
separarse de mi pero tengo que terminar de quitarle el resto de la
ropa o puede terminar con una congelación grave. Gracias a Dios la
chimenea sigue encendida después de toda la mañana encendida, cojo
todas las mantas visibles y lo envuelvo con ellas. Voy al baño a
llenar la bañera con agua caliente. Todavía con lágrimas en los
ojos vuelvo al salón y Peeta está con los ojos cerrados.
-No te duermas, por favor... - Me
quito el jersey y me meto dentro de las mantas con él, el calor
cuerpo a cuerpo es la mejor forma de calentar. Sus débiles brazos
tratan de separarme. Su cuerpo está congelado y reprimo el instinto
de alejarme
-No es n-necesario. -
-Por supuesto que si, tienes que
entrar en calor y esta es la mejor forma. - No me contradice. Agarro
sus dedos en mi mano, sin apretar mucho o puede ser doloroso. Cuando
tengo las manos frías y me dan un golpe, duele, no me quiero
imaginar si están congeladas. Me los llevo a los labios para
calentarlos con mi aliento. Hago el trabajo con sus dos manos. Un
rato después estoy titiritando y es entonces cuando Peeta me aparta
de él y estoy feliz porque ha recuperado un poco de fuerzas. Le miro
de nuevo y su semblante vuelve a tener un color más normal y sus
labios, aunque pálidos, no tienen ese color morado enfermizo. Me
levanto y tiro de su mano para que lo haga conmigo, está mejorando
pero no está totalmente recuperado. Vuelven a darle unos leves
temblores, no tan fuertes como los de antes, pero me indica que no
está totalmente bien.
-Tienes que bañarte.
-Estoy mejor. No hace falta. -
Además ya no tartamudea, pero su tono frío y neutro me asusta.
¿Sigue enfadado? Yo desde luego no... He tenido tanto miedo de que
no saliera de ese infierno helado que se ha esfumado por completo
-Estás temblando otra vez, tienes
que coger más temperatura. -
-Estoy desnudo, claro que tengo
frío. - Ruedo los ojos por su testarudez, está helado y no quiere
hacerme caso. Me acerco a él para colocarle mejor las mantas.
-Por favor... -
Le abrazo sobre la tela que le
cubre, impidiendo así que me devuelva el gesto. Me besa en la
frente, asustándome un poco, ya que no me esperaba ningún gesto de
cariño. Su tacto helado me estremece. Le miro y simplemente asiente.
Me pongo de nuevo mi ropa antes de guiarle al baño de arriba. El
calentor del cuarto nos recibe a los dos, el vapor del ambiente
sugiere que la temperatura del agua está bastante caliente. Sin
decir nada se despoja de las tres o cuatro mantas con las que estaba
envuelto, enseñándome su cuerpo desnudo. Me giro en dirección a la
puerta totalmente sonrojada.
-Voy a prepararte algo caliente. -
Apunto de salir por la puerta, su voz nuevamente me detiene. Me doy
la vuelta, cuando escucho que se ha metido en la bañera.
-No te vayas. -
Sin decir nada me siento en el suelo
al lado de la bañera. Miro las baldosas, queriendo pensar en
cualquier cosa que no sea en el chico que está a mi lado y en lo que
puede estar pasando por su cabeza. En el rato que estoy empanada con
los dibujos sin sentido de estas, encuentro dragones, caras y ojos
que me miran por doquier. Lo que puede llegar a tramar la
imaginación. Sin saber cuanto tiempo ha pasado, Peeta suspira, lo
miro y tiene los ojos cerrados, después se sumerge en el agua.
Cuando sale de nuevo, tiene una expresión satisfecha. Sus pestañas
mojadas se oscurecen haciéndolas si cabe más perfectas y
brillantes.
-Se ha quedado fría. - Doy un
respingo.
-Oh, claro. - Cojo una toalla
cualquiera y se la doy sin mirarlo directamente.
-Voy abajo a vigilar el fuego –
Muy lista, han pasado tres cuartos de hora desde que hemos subido,
dejando el fuego y ahora tengo que ir a vigilarlo. Pero lo último
que quiero es que se sienta incomodo.
Una vez abajo y ver que, lo que
quedan son las chisporroteantes brasas me acuesto boca abajo en el
sofá.
No quiero pensar en nada, al igual
que en el baño. Pero pensamientos incoherentes se van congregando.
Me va a dejar, si no hubiera pasado lo del hielo ya lo habría hecho
y ahora estaría destrozada. O igual no, se esperaría a llegar a
casa para hacerlo y así no enrarecer el ambiente. Peeta es así de
paciente. Ahora estará pensando como abordar el tema. Casi escucho
sus pensamientos desde aquí. 'tengo que dejarlo antes de que me
engañe' '¿Cómo voy a hacerlo después de haberme sacado de ahí?'
Su tono indiferente a la hora de hablarme me lo ha dejado
completamente claro. Sus intenciones no son de arreglar las cosas,
sino no habría sido tan frío, tan frío que es como si me cortaran
con miles de cuchillos. Una vez que me enamoro y me toca sufrir de
esta forma. Soy una romántica estúpida. Pensaba que si me tocara
irme, querría esperarme para después continuar donde lo dejamos.
Una mano y un olor masculino que roza mi cuello me pone tensa. Está
aquí. Ya va a ocurrir, todavía no me he hecho a la idea, ojala
pudiera pedir más tiempo. Me siento con piernas y brazos cruzados.
Su aspecto es relativamente mejor que el de antes. Sus dedos todavía
siguen con un color raro, y la punta de su nariz roja pero por lo
demás tiene un color carne normal.
-Deberías ir a un hospital. Tiene
que mirarte un médico. - Me es inevitable no preocuparme. Solamente
niega, haciendo que los mechones todavía húmedos de su pelo se
muevan sobre su frente. Está muy abrigado.
-No creo que haga falta, estoy
mejor. Muchas gracias. - Me sonríe de tal forma que me confunde. Son
como esas sonrisas que me regala cada día, cuando me abraza o cuando
me besa. Solo de pensar que puedo perder todo eso me da un pinchazo
en el pecho.
-Supongo que tu no habrías dejado
que me congelara.
-Supones bien. - Silencio incomodo.
Se coloca de cuclillas, en el suelo frente a mi. Coge mis manos entre
las suyas, yo me dejo para darles todo el calor que pueda.
-Creo que debería disculparme - Mi
corazón va un vuelco, frenético.
-Peeta, no creo que debas
disculparte. Lo que has dicho es por que lo piensas y ya está. -
-Te equivocas. Quiero que me
perdones por ser tan celoso, que me nuble y ni siquiera pueda
entender tus sentimientos. En caliente veía las cosas de una forma
completamente diferente a como las veo ahora. No quiero perderte, y
me aterra la posibilidad de que te vayas. Creo que por eso me pongo
tan a la defensiva. - Me lanzo a sus brazos sin pensarlo, demasiado
feliz como para pronunciar cualquier cosa. - También siento haberla
liado tanto el día de tu cumpleaños, debería de ser un día feliz.
-Bueno hasta el medio día todo ha
sido perfecto. - Acaricia mi pelo. - Y cuidar de ti no ha estado tan
mal.
-Soy un torpe, mira que caerme en un
lago helado... Ha dolido bastante, hasta que no me has metido en el
agua hirviendo no me sentía los dedos de los pies. - Me río.
-Me he asustado mucho. - Se acuesta
en el sofá y me coloca en su regazo, sus manos no paran de peinar mi
pelo, que se escurre entre sus dedos. Cuando estoy apunto de quedarme
dormida vuelve a hablar.
-Siento mucho que se vaya a ir. Pero
es una buena oportunidad para él, dos años pasan rápido.
-No tienes porque decirme esas
cosas. No lo sientes.
-Si lo siento, porque tú no estás
bien. Y si no lo estás yo tampoco. Respecto a Prim, se le pasará.
Ya lo verás. -
-Eso
quiero creer. - De vuelta al silencio. Esta conversación se está
convirtiendo en algo raro. Como si estuviéramos obligados a decirnos
todo esto, por eso yo me veo en la necesidad de aclararle algo que me
tiene atontada desde que empezó está terrible discusión. Así que
me doy la vuelta entre sus brazos para quedar de frente. - Te pido
por favor, que no vuelvas a dudar de mi nunca más. Estoy enamorada
de ti, ningún otro ocupa mi corazón. Tengo más que claros mis
sentimientos, y quiero que se te grabe a fuego. - Su abrazo me pilla
tan de sorpresa que me quita todo el aire de golpe.
-No sabes lo que necesitaba oír
eso. - Si pensaba que ese abrazo me había quitado el aire, el beso
que me da termina de quitármelo. -
-Que hayas estado a punto de
congelarte para que nos arregláramos, tiene delito.
-Prometo que la próxima vez no
habrá nada que haga peligrar nuestras vidas cerca de nosotros.
-Espero que no haya próxima vez. -
La puerta se abre, enseñándonos a
nuestros amigos muertos del frío. Sus ropas están llenas de copos
de nieve y se escucha el fuerte viento queriendo entrar por la
entrada. Miro por la ventana y no se ve nada. Todo gris y blanco.
-Me alegro de que os hayáis
arreglado, pero podríais encender la chimenea por lo menos. - Dice
Marvel quitándonos las mantas de encima para envolverse él. - ¿De
quien cojones fue la idea de venir a Alaska? Tengo ganas de cargarme
en alguien.
Prim y Cato también van con ellos.
Mi hermana se me acerca con la mirada baja, le sonrío con toda la
sinceridad del mundo. Comprendo que estuviera enfadada y me echara
las culpas a mi, lo bueno es que ha sabido donde estaba su error y
está tratando de enmendarlo.
-¿Me perdonas? -
-Claro que si patito. Ven – Nos
fundimos en un abrazo fraternal. Hasta que la voz de Finn hace que
levante la vista, pero no me separe de ella.
-¿Que hace aquí esta ropa mojada?
- Se agacha para recoger la ropa interior de Peeta. - Oh. Vaya,
vaya... pero que tenemos aquí. Sois unos pervertidos ¿Dónde ha
sido? En el sofá, en el suelo... Lo que no me cuadra es que esté
mojada. - No hemos recogido la ropa que le he quitado a Peeta antes
de envolverlo con las mantas. No me extraña que piensen fr tal
forma, no tengo ni idea de como desmentir algo así. Como siempre
Peeta reacciona y habla por los dos.
-No hemos hecho nada. Tienes una
mente demasiado perversa. Es solo que... - Le da un escalofrío,
supongo que de pensar en lo que ha tenido que pasar hace un rato. -
Me he caído al lago. La capa de hielo era muy fina y antes de que me
diera cuenta ya estaba dentro.
-Dios mío ¿Estás bien? - Todos
muestran su preocupación, todos sabemos lo peligroso que puede ser
estar en esa circunstancia. Él les calma sin separarme en ningún
momento de él. Enseña sus dedos, azulados. Ipsofacto todos tratan
de calentar agua en un cuenco para que los meto dentro. Es una buena
idea, Peeta ríe ante la discusión que mantienen para ver quien es
el que calienta el agua.
Terminamos de celebrar mi cumpleaños
en casa, la tormenta de fuera no permite que nos vayamos al pueblo.
La televisión dice que nos mantengamos en nuestras casas, la
ventisca es grave. Los chicos preparan la cena, está deliciosa,
aunque no les decimos la verdad porque esto puede convertirse en una
subida de ego importante. Así que todas quedamos en decirles que no
estaba mal, tampoco hay que hundirles en la miseria. Está bien que
después de todo el drama que hemos vivido en el día de hoy, la cosa
termine pacíficamente. Todos estamos agotados y creo que nada más
poner la cabeza en la almohada nos vamos a dormir. La diferencia de
hoy es que Glimmer y Marvel duermen juntos en la misma habitación y
Rue se ha quedado en la otra habitación ella sola, está encantada.
Por mi parte duermo contenta entre
los brazos del hombre que me hace feliz.
Peeta's
POV
Me despierto cuando siento una
caricia en la mejilla. Abro los ojos y lo primero que veo son sus
ojos grises, que me miran con ternura.
-Buenos días. No quería
despertarte. - Sus caricias no cesan, ni mucho menos. Ahora su mano
se encamina a mi pecho.
-Pues a mi me ha encantado
despertar. - Le doy un suave beso en los labios.
-¿Como te sientes? - Pues me siento
maravillosamente bien, no entiendo el porque de la pregunta a estas
horas de la mañana, creo que es mañana.
-Pues... Bien. ¿Como debería
estar? - Coge mi mano y mira las puntas de los dedos. Ah claro. Ayer
tenía los dedos de un color entre el azul y mi color natural cuando
me acosté. Ahora solo queda un leve resquicio en las puntas. - Si te
refieres a eso, estoy perfectamente, ni me acordaba hasta que has
empezado la inspección matutina.
-Me preocupo por ti. - Trata de
poner cara de enfada pero no le sale. Sonrío ante su intento
frustrado y la coloco sobre mi, hundo mi cara en su cuello y aspiro
su aroma. Exquisito, como siempre.
-Me alegra que lo hagas, pero no hay
razón para hacerlo. Ayer me cuidaste muy, muy bien. - Muerdo su
cuello, un suspiro sale de sus labios. Eso me anima a continuar con
mis mordisquitos.
-Peeta... - La ignoro por completo y
cuelo mi mano bajo su pijama de HelloKitty que adoro. Acaricio sus
nalgas por debajo de la ropa interior. Cumplo con mi cometido, me
besa en los labios ferozmente y me despeina el pelo con sus delicadas
manos. Me vuelve loco que se entregue de esta forma. Cuando se cansa
de acariciar por encima de mi camiseta me la quita con prisa. Wo, wo
¿Qué está pasando aquí? No pienso quedarme corto. Empiezo a
quitarle los pantalones lentamente hasta que finalmente se deslizan
por sus tobillos. En ese instante suena su móvil, un gruñido se le
escapa de los labios.
-No lo cojas. - Le digo mientras me
incorporo, sentándome y eso hace que Kat esté sentada sobre mi.
-No pensaba hacerlo. - 'Genial'
Pienso. Los botones de la parte de arriba de su pijama están
muriendo bajo mis habilidosos dedos. Otra vez suena el teléfono,
pero esta vez es el mío.
-Joder. - Lo cojo y lo silencio. Si
cuelgo cantaría mucho. - ¿Por donde iba? - me empuja para
acostarme, pero ella sigue sentada sobre mi. Se asegura de que la
estoy mirando para terminar de quitarse la prenda de la gata ella
sola. Lo está haciendo con demasiada lentitud, matándome.
Finalmente está ante mi solo con su ropa interior, mostrándome sus
perfectas curvas. Me estoy poniendo malo, ella lo nota porque no para
de mover su cadera en círculos. Coge la cinturilla de goma de mis
pantalones para empezar a bajarlos. Unos suaves golpes tocan la
puerta.
-Ahora no... Juro que hoy mato a
alguien. - Me río por el comentario frustrado de mi novia. Optamos
por ignorar a la puerta igual que los móviles pero...
-Kat. Abre por favor, tengo que
hablar contigo. - Es Annie. Habla bajo, pero lo suficientemente alto
como para que podamos escucharla. - Por favor... - Un sollozo. Nos
miramos confusos, como una bala se levanta y observo como se abotona
rápidamente el pijama cubriéndola hasta los muslos... Vaya.
-Voy a hablar con ella ¿Vale?
Seguramente se haya peleado con Finnick pero no puedo ignorarla.
-Claro, yo me ducharé. A ver si se
me pasa esto. - Me señalo en la cintura y se sonroja cuando por
instinto su mirada se topa con el bulto que hay.
-Lo siento. - Me da un beso y se va.
Dejándome en la soledad de la habitación.
Katniss's
POV.
-¿Qué
ocurre Annie? - Tiene los ojos rojos, hinchados y su semblante es
pálido. Eso juntado con su pequeña complexión hace que la visión
que tenga ahora sea un poco preocupante. Sin decir nada se arroja a
mis brazos llorando tan desconsoladamente que hace que se me parta el
corazón. Nunca la había visto llorar, ella es demasiado fuerte como
para eso. Si está así, algo grave tiene que pasar.
-Dios. Kat, no se como ha podido
pasar.
-Ven, vamos abajo y sentémonos. -
La sujeto por los hombros, me da la sensación de que se va a caer en
cualquier momento. Cuando estamos sentadas en uno de los sofás cojo
sus manos para inspirarle confianza.
-Cuéntame cariño. ¿Es por
Finnick? - Mis palabras hacen que llore mucho más. ¿Pero que pasa?
- Por favor Annie, cuéntame de una vez que ocurre.
-Creo...creo que estoy embarazada. -
¿Qué?
Primer en comentar!! Yujuuuuuu :D Menudo capítulo Tania :O Me tenías preocupada con lo del adelanto y he de decir que ahora estoy más tranquila. Me da penita lo de Gale, pero cuando se ha caído al lago me he olvidado completamente de él. Me encanta cómo escribes !! ^^ Espero que puedas escribir el próximo prontito.
ResponderEliminarUn beso
Ajajajajaj. 'Oh Gale pobrecito. Eh espera espera Peeta. SHIT Peeta!' xDD eso es lo que pasaba en tu cabeza mientras leias el capitulo ajajaja
EliminarBesoos
Eres malvada Tania, por que nos dejas con la intriga? Que sepas que te sigo desde el primer capítulo pero nunca me había parado a comentar. Me encanta tu historia.
ResponderEliminarAish Teddy, me alegra mucho que te guste mi historia y te animes a comentar. Como debes de saber los coments hacen una ilu que no veas aajaja. Dejo con la intriga porque soy malvada y me gusta que os mordais hasta los codos!!
EliminarLO SABÍAAAAAAAAAAAAAAA *_________*
ResponderEliminarEso, simplemente genialisimo! :o
El que!!?? Mujer lo sabias todo!! xDD
EliminarMe alegra que te guste ML
OH DIOS MIO! ME VAS A MATAR A SUSTOS!
ResponderEliminarENTRE LO DE GALE, QUE PEETA CASI MUER DE HIPOERMIA, Y ESTO ULTIMO! PERO POR QUE LO HAS HECHO!
Bueno, ahora dejando a un lado mi nerviosismo inicial: ADORO EL CAPITULO! Lo de Annie, creo que me gusta. Se que es joven y tal, pero me gustaria conocer al/la mini Annie/Finnick.
Bueno, besitos! Felicidades!
Demasiadas emociones para un solo capitulo cierto? soy una ansiaaaas!!! Ya veras lo del tema Embarazo. (Inserte Risa de bruja malvada)
EliminarBesooos!!
Wowowo. Me supeera . Graciaas eres genial haces que cada vez que mire tu pagina una sonrisa se me ponga en la cara ^^. Sigue escribiendo ciel, es un desperdicio que no lo hagas.
ResponderEliminarP.D. : Menos mal qe el qe se va a italia es gale por que si no no podria seguir leyendo: estari colgada del ventilador xD Jajaja
Me da la risa floja solo de imaginarte colgada del ventilador JAJAJAJAJAJA. Me encanta que te anime leer mi historia y me alegra que te guste *_*
EliminarBesituuus :3
Wo wo wo!!! Perooo que diiiices!!?!!? Embarazada... Joooder jajaj que sepas tania que eres malvada!! Como se te ocurre dejarlo asi?? Muy mal ehh jaja bueno que me encanta!! Pero que digo?? Me chifla!!! Es GENIAL sigue asi eh ^^
ResponderEliminarSisi, embarazada que fuerte no? Con 17 añitos la pobre asihh.... Lo dejo así para mantener la intrigaa!! las cosas son así ^^
EliminarBesooos!
¿AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAhhH!
ResponderEliminarAnnie...¿qué? que fuerte.
ME HA ENCANTADO EL CAPITULO, ENCANTADO, ENCANTADO, ENCANTADO
Deberías haberme visto allí delante de la pantalla con las palomitas en las manos y sonriendo como una loca....
Y lo de Gale, bueno eso, NO ES PEETA!
Y el hielo, bufffff!!!!!!!!!!!!
BIEN SE HAN RECONCILIADO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
sadhsdghasdghasdbahsbashbas* , me encanta, me encanta, me encanta, como dejes de escribir de mato, me encanta, me encanta, me encanta, me encante, hablaba en serio, me encanta, me encanta
Gracias, gracias, gracias, gracias. Y no te preocupes que ya tiene que pasar una gran catastrofe mundial para que yo deje esta historia a medias. Estaría loca si lo hiciera!!
EliminarMe alegra muchisisisisisismo que te guste. Un besoo!
noooooooooooo kiero massss va ser una semana muy muy muy muy largaaaaaaaaaaaaa jajaja me encanta como escribe tania
ResponderEliminarA ver si puede ser menos de una semana, trataré de no tardar demasiadoo!
EliminarTania, que me encanta. Mucha suerte en tu Uni, yo empecé hace 6 días y vaya mierda. Me asustaste con el adelanto, pero me alegro de que Peeniss siga en pie, pero Gale, no!!!!! Habérmelo dejado a mí.
ResponderEliminarBesazos y suerte^^
yo también empecé hace una semanita Cris... esto es agobiante ajajaja. Mucha suerte para ti tambien nena. Supe que si colgaba ese adelanto estarías comiendoos el coco. En parte lo puse por eso. XDD
EliminarBeso enorme!!
LO SABIA!! lo supuse cuando decia que estaba palida y ojerosa! me alegro de que se hayan reconciliado, y me alegro de que hayas escrito el capitulo!!
ResponderEliminarEres un lince ajajaja, quería meter algo de chicha que no involucrara a los tortolos centrales. A ver que pasa!!
EliminarHola Tania!
ResponderEliminarSé que tendría que haber comentado hace ya un tiempo, cuando terminé de leer todos tus capítulos, pero no pude por unos problemas... :(
Y ahora sí que puedo!
Para empezar, decirte que me encanta como escribes!! Es increíble como has creado esta historia y te confieso que es simplemente genial. No quiero escribir parrafadas, así que por último decirte que eres una maravillosa escritora!!
Besoss y esperaré lo que haga falta para el siguiente!
No te preocupes!!! si a mi con que la gente lo lea me conformo! nohay problema si no se puede dejar algun comentario que no muerdo, o si.. xDD Muchas gracias Criskti me encanta que me digais esas cosas :$ aish que me pongo tonta
EliminarBesoos!!
OMG! ¿Embarazada? :O jajaja aish! echaba de menos tus capis tan increíblemente perfectos *-* ejem... como siempre Gale liándola... ejem... XD Sobre Peeta y Katniss no comento (BABA) *_______________* Sigue prontito!! Un besote!! :D
ResponderEliminarPos no los eches tanto de menos que hay para rato!! todavía no se como terminar esta historia. Aunque creo que mucha vida no le debe de quedar. Tengo que reflexionarlo todo aun ajajaja.
EliminarBesitooos! :3
Lo SABIA !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ME MURO Me Muro !!!!!!!!!!!!!!!! me encantaaaaaaaaa aiiiiiiiiiiiiiiiiiiii tia ni largo ni ná! !Que se me ha hecho cortísimo :)))) Y pobre peeta !! Muy bueno lo del hielo jejeje estoy enamorada de tu historia sbes no? Bueno que me encanta!!! Un besitoo enorme cariño L
ResponderEliminarTe mures te mures!!!! Tu es que eres very clever amor ajajajaja
EliminarNo sabes como me lo paso escribiendo los capitulos y si encima me dices que te encanta por todavia mas :D
Con respecto a la longitud, creo que me paso de largos, porque veo otros blogs y hacen menos de la mitad de los míos y creo que igual no gustan tan largos porque no es la costumbre.
Sabes que yo tambien estoy enamorada de la tuya no? de Tommy y de Will (Si alfinal me está encantando ^_^) ajajajaja
Un besazo mi nena! <3
nah nah nah no te pasas de largos como los hagas mas cortos te mato!! jaja besoos
EliminarEres una plagiadora. Antes me gustaba tu historia, pero me he dado cuenta de que quieres dar imagen de originalidad cuando de original tienes bien poco. No sé si habrás llegado a un ''acuerdo'' con las escritoras de los Fanfics que has copiado (los que hasta ahora veo son Aprendiendo y Mi Profesora de Seducción) o me estoy equivocando y son ellas las que te copiaron a ti. En cualquier caso, esto último lo dudo porque las fechas no concuerdan. Bueno, espero que termines con tu historia pronto como querías, pero no la leeré, porque detesto el plagio.
ResponderEliminarMe gustaría que me explicaras si estoy en lo cierto o se debe a alguna otra razón, porque estoy bastante decepcionada.
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