Buenas tardes a todas. Quiero disculparme, llevo bastantes días sin actualizar y de verdad que lo siento. Estoy un poco ajetrada acostumbrandome al sitio, conociendo gente, visitando la universidad, arreglando papeleos pufff. Supongo que a partir de la semana que viene las cosas se normalizaran un poco. Quiero deciros también que por regla general los capítulos los subiré con más tiempo entre uno y otro. Por las mañanas estaré en clase, por las tardes me pondré al día con un par de asignaturas de las que no tengo ni puñetera idea (Física y Matematicas, soy de sociales y me he metido en una ingenieria. I'M CRAZY!) Escribiré todos los días, pero tener paciencia. Todas las semanas tendréis algo asegurado. No molesto más y aquí os dejo con el capítulo, es largo, os recomiendo que os hagais un cafelito o algo ajajaja. Os quierooo. Disfrutar!
CAPITULO
20: TE AMO.
Bajamos
a desayunar después de que Annie casi nos despertara paseándose con
las cacerolas por todos los cuartos. Nos reunimos ojerosos en la
barra que separa la cocina de la sala con nuestros curasanes y vasos
de leche.
Durante
este rato una situación semi incomoda reinó en la estancia. Algunos
casi no podían aguantar la risa, yo por mi parte quería ahogarme en
el vaso de leche que tenía delante por la vergüenza que me
recorría, otros estaban enfadados.
-JODER
¿Vamos a estar así todo el día? - Dijo por fin Peeta, levantándose
de su sitio. Todos le seguimos con la mirada y se giró para que
todos le viéramos. - Sinceramente no se porque estamos así. Es algo
normal, pasamos mucho tiempo juntos y supongo que era inevitable. -
-A mi
no me mires. No soy al que pillaron... - Empieza Finnick, pero Annie
le propina un golpe en la pierna aguantando la risa para reprender a
su novio.
Cierro los ojos mientras me termino mi desayuno. Esta situación me incumbía de primera mano, fui yo quien los pilló, por mi pudor y no aguantar unos simples ruidos a través de la pared. En mis parpados puedo ver perfectamente lo sucedido ayer por la noche.
*Flash
back*
-Hostia
puta, que fuerte... -
-¡¿Qué
coño hacéis aquí?! - Dice una pudorosa Glimmer tapándose un poco
con la sabana. Marvel ni corto ni perezoso se rasca la cabeza no
demasiado incomodo. Aparto mi vista poniendo mi mano entre su cuerpo
desnudo y mis ojos. Siento como mis mejillas parecen dos semáforos
en rojo.
-L-Lo
siento... Yo pensaba que -
-¡Katniss
joder! ¡Peeta date la vuelta, no quiero que me veas desnuda! - Podía
notar como Glimm también estaba avergonzada. Peeta se da la vuelta
-Glimmer
¿Te recuerdo que...? - Un cojín termina estampándose en su cabeza
sin dejar de terminar hablar a Peeta.
-Ni
se te ocurra terminar esa frase Peeta Mellark, si pretendes tener
hijos algún día. - Le espeta Glimmer.
-Eso,
tu mejor calladito – Le digo yo dedicándole mi mas mortífera
mirada.
-¿Que
pasa? - Dice Finnick en un susurro con la pequeña Annie abrazada a
él. Los dos bostezan a la vez. A su vez todos salen de sus
respectivos cuartos. Marvel, sale solamente con sus calzones de Bugs
Bunny. ¿Que pasa? ¿Es que ahora los chicos solo se ponían ropa
interior de niño?
-Pues
resulta que estos dos nos han interrumpido en lo mejor. - Todos ponen
cara de confusión hasta que ven salir a Glimmer de su cuarto
despeinada y con la ropa alborotada.
-Oh.
Dios. MIO. - Dice Primrose también adormilada desde la puerta de su
habitación.
-Se
llama antes de entrar Katniss. - No sabía que hacer sinceramente. Si
reír o llorar.
*Fin
Flash back*
-¿Por qué Katniss? ¡Si yo quiero
hacer lo que quiera con mi novio no te incumbe! - Vuelve a
reprocharme Primrose. Esta conversación me suena.
-Ya te pedí perdón. - Glimmer me
mira con sorna. - OS pedí perdón.
-¡Es que no lo entiendo! -
-¡PRIM! Solo ponte en mi situación.
Piensa que tu hermana pequeña está al otro lado de la pared
teniendo sexo con su novio y estás escuchando sus gemidos y el golpe
de la cama contra la pared. ¡Sobrepasó mis límites! -
-Es que Glimmer es muy efusiva. -
Dice despreocupadamente Marvel mientras se come una magdalena. La
aludida le propina un golpe haciendo que se atragante.
-Te entiendo. Pero eso no te da el
derecho de interrumpir en una habitación. Como ves ha sido muy
vergonzoso para vosotros.
-Y que lo digas... - Le respondo.
-Bueno, peleas fraternales a parte.
- Corta la discusión Rue – Vosotros dos ¿Desde cuando estáis en
ese plan? - Glimmer se sonroja pero toma el timón de la
conversación, sabe que con Marvel puede ser aún más vergonzoso de
lo que ya es.
-¿Mes y medio? - Le pregunta al
hombretón. Este hace cuentas mentales y asiente para seguir
comiéndose su desayuno.
-¡¿Mes y medio?! ¿Como habéis
hecho para que mi mente privilegiada no lo averiguara? - Pregunta
Annie.
-Nos comunicábamos por mensajería,
eludiendo cualquier trato demasiado cariñoso delante de vosotros. -
Íbamos a responder todos cuando alzó la mano para continuar. -
Además de que nuestros encuentros se limitaban a fuera del
instituto...
-Bueno... eso es discutible... -
Dijo el hombre. Glimmer pasó de él.
-Y cuando vosotros quedabais con
vuestros respectivos.
-Increíble... - Dice Peeta. - Mes y
medio... ¿Por qué no queríais que nos enteráramos? -
-Porque sinceramente no se ni lo que
tenemos – Marvel levantó la vista de la magdalena para clavar su
vista en mi amiga, ella ni se inmutó. - Aparte estaba el tema de que
tu eras mi ex, y no se, nos parecía incomodo.
-Pero Peeta está con Katniss –
Dice por primera vez Cato en nuestra conversación.
-Y estoy segura de que Katniss o
Peeta también se sienten raros. -
-Pues sinceramente yo no... -
Comienza diciendo él
-Yo si. - Me mira confuso y
extrañado y muchas cosas más. - ¿Qué? Sin ir más lejos el otro
día estábamos – recordé lo del conjunto de ropa interior y me
calle – estábamos comprando y me preguntaron tu color favorito y
respondimos las dos a la vez. Eso fue raro.
-La verdad que si puede llegar a
serlo... - Coincide él. - Supongo que es algo normal. Dando por
terminada la conversación... Annie, Primrose quiero hablar con
vosotras. - Se miran entre ellas pero se levantan siguiéndolo.
-Mañana es tu cumpleaños Katniss
¿Nerviosa? - Me encojo de hombros -
-Es uno más, nada importante. -
-Quizás si deberías estarlo. Lo
vamos a celebrar esta noche – Dice como si nada Finnick llevándose
su desayuno a la boca. Levanta las cejas sugestivamente.
Comemos en una pizzeria del pueblo,
la comida es deliciosa y la gente de por aquí es muy amable y
humilde. Todos ya han decidido donde debo celebrar MI cumpleaños.
Estábamos dirigiéndonos a una bolera para pasar la tarde. Los
chicos se han adelantado un poco y nosotras estamos algo atrasadas.
-¿Como es que surgió lo de Marvel?
- Pregunta Annie como el que quiere la cosa. Glim se ruboriza, nunca
la había visto así.
-Pues... cuando pasó lo de Peeta él
me apoyó mucho. - Mira al frente con la mirada perdida –
Quedábamos para hablar, hasta que un día me dijo que yo le gustaba
y me besó. Yo todavía estaba confundida y por eso le expliqué que
yo no tenía nada claro. Lo entendió y no cambió su trato conmigo.
El tiempo hizo el resto.
-Joder que bonito. - Dice Rue
secándose una lágrima imaginaria.
-Madre... quien lo iba a decir.
Glimmer y Marvel son... - Empieza Prim pero no la deja terminar.
-No somos nada Prim. - Discute con
dolor en sus palabras.
-¿Por qué? Se nota que te gusta
también. - Sonríe tristemente y pone los ojos en blanco.
-Conocéis a Marvel, no puede llevar
una relación seriamente. Está muy bien, porque me lo paso genial
con él. Pero no puede haber nada más. Es imposible hacerlo con esa
clase de persona.
-Glimmer... intentalo. Lo he visto
dolido esta mañana cuando has dicho que no sabes lo que sois. -
Trato de explicarme y echarle una mano al grandullón.
-Se que me está esperando, pero no
quiero arriesgarme a que me rompan de nuevo el corazón. -
-Marvel es más de lo que nos hace
ver... Ayer intuí a un gran responsable Marvel. Creo que estudiará
astronomía en la universidad. -Ponen todas cara de asombro. -
Cuando quiere puede ser aplicado, además saca muy buenas notas en el
instituto, eso no puede ser de una persona que es un cafre. Solo
bromista. Ese chico es más maduro de lo que pensamos todos.
-Me da miedo arriesgarme Kat... ya
lo he pasado mal una vez y me prometí no caer de nuevo.
-El que no arriesga no gana amiga. -
Dice Annie agarrándola por la cintura. - Habla con él.
Peeta's
POV.
-Estás pensativo Mar. ¿Qué te
pasa? ¿Te han sentado mal las dos pizzas que te has comido? - Le
pregunta Finn. Las chicas están a nuestras espaldas hablando.
-Esas pizzas están a buen recaudo
aquí – Se soba la tripa – Pero no es eso. Es por Glimmer.
-¿Qué ocurre? Ayer estabais muy
bien por lo que vi. - Se ríen por mi comentario.
-Por lo de ayer no es. Es por algo
que ha dicho esta mañana.
-No caigo. ¿Qué te ha podido
molestar? -
-'No se ni lo que tenemos' Quieras
que no eso te hace que pensar. En un principio, después de estar mes
y medio como una pareja, pensaba que habíamos pasado la fase de solo
sexo. Pero hoy hemos retrocedido.
-Marvel con problemas relacionado
con mujeres. Que vengan ya los jinetes del apocalipsis ¡Este es el
fin del mundo! - Bromea Finn.
-No te metas con el chaval, se le ve
afectado. - Dice Cato. -
-No se lo pedí porque yo ya lo daba
por hecho. Pero no – Suspira – No se que hacer.
-Igual tiene miedo. - Conozco
bastante a esa mujer, a lo mejor puedo ayudarle.
-Miedo de que. La trato como una
princesa ¿A que le puede tener miedo? - Suspiro.
-Pues igual yo tengo un poco la
culpa de eso. - Me mira extrañado – Quita esa cara, es verdad. Por
lo que se, se quedó hecha polvo cuando lo dejamos. No querrá volver
a sufrir. - Abre la boca para hablar pero le callo. - No he
terminado. Glimmer es una mujer con los pies en el suelo Marvel, ella
es de relaciones maduras y serias. Es posible que no vea en ti a un
tío con las ideas claras y prefiere no arriesgarse sabiendo que no
vais a durar.
-Eso es ridículo. No puede tener
todo planeado incluso antes de ser nada. -
-Peeta tiene razón. - Interrumpe
esta vez Finnick. - Hazle ver que te importa y que puedes llegar a
ser una persona responsable. Nosotros lo sabemos, pero ella no. Te ve
como lo que le haces ver.
-Siento ser como soy. - Dice
llevando los brazos al cielo de forma dramática.
-Habla con ella y punto.
Llegamos a la bolera enseguida.
Hacemos dos equipos. Chicos contra chicas. La cosa va a estar
entretenida. Rue y Glimmer son buenas, pero las demás... Vamos en
cabeza con bastantes más puntos que ellas.
-Es que estas bolas pesan demasiado.
- Se queja Prim.
-Coincido con mi hermana. - Dice Kat
cruzándose de brazos y dándole una patada al nada. - No es justo,
vosotros vais al gimnasio.
-La vida no es justa, que novedad –
Dice Marvel cortante. Glimmer le dirige una mirada, la tensión es
tal que parece que va a dar de si. Finalmente apartan las miradas.
-Marvel, así no vas bien. No se si
lo notas. - Le susurra Cato. Se aleja de él para ayudar su novia. Se
coloca tras ella y aguanta un poco el peso de la bola para que le sea
más fácil lanzar. Hace un pleno.
-¡Si! Gracias amor. -
-Eh, nada de ayudas. - Dice
indignado Finnick. Le ignoro e imito a Cato para ayudar a Kat.
-¿Necesitas ayuda? - Le pregunto
casualmente. -
-Mmm, a lo mejor. -
-Tenéis razón, estas bolas pesan
demasiado para esos bracitos. - Kat me mira ofendida y con la boca
abierta. - No pretendía...
-Calla Mellark. Lo haré yo sola. -
Se dirige a su calle a lanzar. Mira fijamente al suelo hasta los
bolos y lanza, no con demasiada fuerza, pero la suficiente como para
que se dirija en linea recta y a una velocidad considerable hacia el
montón blanco. Los tira todos.
Finalmente terminamos la tarde y
nosotros ganamos por escasos puntos. Llegamos a sufrir mucho, pero
finalmente las derrotamos.
-¿Estás enfadada? - Le pregunto de
vuelta. No responde. - Vamos cariño, ha sido un juego y lo habéis
hecho muy bien.
-Subestimáis mucho a las mujeres. -
-¡No! ¿Como piensas eso Kat? Es
solo que como antes os estabais quejando de verdad pensaba que no
podíais.
-'Pesan demasiado para esos
bracitos' – Dice imitando mi voz con las manos en su cintura. No
puedo evitar reírme. Creo que eso la enfada más y acelera el paso,
pero la nieve no la deja avanzar demasiado rápido.
-Perdón. Por favor no te enfades,
son nuestras vacaciones. - Su mirada se dulcifica pero no responde.
Seguimos caminando hasta que me tropiezo con algo y caigo de bruces a
la nieve, comiéndomela entera.
-Ahora si que te perdono – Y sale
corriendo hacia la casa para ponerse a salvo.
-¡Me has hecho la zancadilla! - Me
levanto como puedo y la persigo. Después de que creo que ya ha
tenido suficiente con las cosquillas que le he propinado cada uno se
dispone a ducharse y arreglarse para la celebración del cumpleaños
de mi niña.
Estoy sacando del armario la ropa
que me voy a poner esta noche cuando Kat sale del baño solamente con
una toalla alrededor de su cuerpo y con el pelo totalmente mojado.
Cuando se da cuenta de que estoy aquí, sus cachetes se tiñen de un
inconfundible rojo. No puedo evitarlo y le echo un buen vistazo de
abajo a arriba. Cuando llego a su rostro veo como el rubor se ha
intensificado y evita mirarme
-P-Perdona. No pensaba que saldrías
tan pronto de la ducha. -
-No...no pasa nada. Pasa si quieres.
El baño es tuyo. -
Me meto todo lo rápido que puedo en
el baño. Si sigo en la misma habitación que ella y solamente lleva
la toalla puesta podemos tener un problema grave.
Aún estando a algunos grados bajo
cero me doy una ducha de agua fresca y respiro tranquilamente para
poder quitarme esa imagen de la cabeza. Escucho el secador a fuera,
osea que Katniss sigue en la habitación. Me da miedo salir, me he
dejado la ropa fuera. Llevo solamente una toalla asique espero que no
se lo tome de una mala manera. Abro la puerta y cojo mis cosas, no le
miro detenidamente, solo veo un borrón antes de volver a meterme en
el baño. Cuando ya estoy listo y salgo de nuevo no está en la
habitación. Me dispongo a preparar mi regalo de cumpleaños, solo
espero que le guste.
Katniss
POV
Estoy poniéndome la ropa que Annie
me ha mandado. Un vestido rojo de manga larga y que la falda llega
por encima de la rodilla. Cuando estoy mirando como me queda el
vestido aparece Peeta con solamente una toalla y las gotas de agua
corriendole por todo el cuerpo. Me fijo en él a través del espejo,
no me dirige la mirada, coge sus cosas y corre de nuevo al baño. ¿Le
ha incomodado que saliera solamente con la toalla? Realmente no era
mi intención, pensaba que estaba sola y no me parecía inconveniente
salir. Hasta que sus ojos desorbitados se han encontrado con los
míos. Me sentía avergonzada, en parte porque no llevaba nada de
ropa encima, solamente la toalla, y en parte porque me había mirado
de arriba a abajo y cuando nuestras miradas se han vuelto a encontrar
veía en ellos deseo. El color azul de su iris había sido eclipsado
por su pupila dilatada, dándome a entender que le gustaba lo que
veía, y mucho. Escucho el ruido de unos nudillos en la puerta,
cuando doy el permiso se abre.
-Vamos Kat, hay que arreglarte. ¡Hoy
es tu día! -
Annie parece más emocionada que yo
por ser mi cumpleaños. Cuando llego a su cuarto están todas ya
listas esperando a que aparezca para hacer conmigo una obra de arte.
Siendo sincera, estaban todas guapísimas. Por el frío deciden
dejarme el pelo suelto y liso. Casi me queman con la plancha en la
oreja, para evitar cualquier incidente creo que debería aprender a
hacérmelo yo sola.
Llevo un maquillaje muy marcado. Los
ojos se basan en una sombra negra para remarcar mi color y la forma.
En los labios han usado un color rojo acorde con el vestido. De nuevo
no parezco yo.
-Se que no te gustan. Pero tienes
que ponértelos. - Dice Glimmer mientras me da una caja de zapatos.
Por lo que ha dicho intuyo de que clase los contiene. Son unos
zapatos negros bastante básicos y con un tacón no demasiado alto.
Creo que podré apañarmelas perfectamente esta noche.
-Me encanta trabajar con Kat,
siempre acabo satisfecha con el trabajo. - Dice muy sonriente Annie.
Todas me miran sonriendo como cuando
han hecho un buen trabajo conmigo. La verdad es que hasta yo las
aplaudo. Estoy muy guapa, y mira que no soy egocéntrica, ni mucho
menos. Pero es cierto que su tarea merece ser reconocida.
Cuando estamos listas todas bajamos
para cenar. Hemos llamado a un servicio de comida a domicilio y nos
la van a traer. Hemos tenido que discutir un poco porque no tenían
el servicio hasta esta zona, pero después de decirles que les
daríamos una buena propina accedieron. Bajamos al piso de abajo
donde se escucha la conversación que mantienen los chicos. Cuando
nos ven aparecer se callan y nos observan mientras bajamos las
escaleras. Al pie de ellas me espera un muy sonriente Peeta, que me
extiende la mano como todo un caballero. Cuando me tiene entre sus
brazos me susurra:
-Estás hermosa – Me sonrojo hasta
los topes. No estoy acostumbrada todavía a esta clase de trato. Creo
que nunca me acostumbraré. El lleva unos pantalones negros de
vestir, con una camiseta básica de color caqui y una americana del
mismo color que los pantalones. Guapo, hoy está muy guapo.
-Tú
tampoco te quedas atrás – Al principio Peeta se sorprende por mi
comentario pero como si no hubiera dicho nada del otro mundo me
sonríe y me da un beso. En ese momento llaman a la puerta, supongo
que será el chico de la comida. Voy a abrir pero Prim me intercepta
por el camino.
-¡Katniss! ¿Me harías el enorme
favor de dejarme tu reloj de pulsera? -
-Puedes cogerlo tú, me lo dejé en
la habitación de Annie. Lo he dejado en... -
-Sabes que terminaremos antes si me
lo das tú. - Suelto un suspiro de exasperación pero subo para darle
sus caprichos a esta niña. No tardo ni cinco minutos en dar con él.
Bajo por las escaleras, el piso de abajo está en silencio, cosa que
me extraña. Incluso sin llegar ya se que efectivamente era el chico
de la comida el que ha venido. Se huele desde la otra punta de la
casa. Cuando pongo el último pie en el suelo me sorprendo cuando veo
a Peeta solo.
-¿Y los demás? - Me voy acercando
a él.
-No lo se. Han decidido dejarnos un
poco a solas.
-¿No van a estar? -
-No. Ellos lo celebrarán contigo
mañana. Hoy eres para mí. - Me coge de la cintura y me da un beso.
- Reitero lo de antes. Estas muy hermosa.
-Lo teníais todo planeado. -
Asiente - ¿Como habéis hecho para que Marvel no se fuera de la
lengua? - Se ríe.
-No lo sabía hasta que lo han
echado a patadas de la casa. - Me río con él por la imagen que me
ha venido a la cabeza. Me dirige a la mesa donde cenaremos.
-Mademoiselle... - Retira la silla
para que pueda sentarme.
-Merci -
La cena pasa mientras conversamos.
Me ha explicado que todos le han ayudado a montarme todo esto y que
no me preocupe porque mañana estarán todo el día celebrándolo
conmigo. Después de la cena nos sentamos en la alfombra frente a la
chimenea encendida, iluminando la estancia. Brindamos con champan,
comemos fresas recubiertas de chocolate mientras estoy recostada en
su pecho y él me abraza desde atrás. Estamos sumidos en un cómodo
silencio, simplemente disfrutando de la compañía del otro. Peeta me
hace realmente feliz, tanto que hace que me replanteo el contarle la
verdad. Le quiero, y no quiero perderle por un error. Me da miedo que
se enfade, se aleje de mi y perdamos esto que tenemos. Posiblemente
yo me vaya lejos, o incluso él, y puede que no sigamos con nuestra
relación, por eso quiero disfrutar al máximo con él. La voz de
Peeta interrumpe mis pensamientos.
-¿En que piensas? - Me acaricia las
manos.
-En ti, en lo mucho que te quiero y
lo maravillosa que está siendo esta noche ¿Y tú? -
-Básicamente en lo mismo que tú.
Está en la lista de mis mejores noches. -
-Pues en la mía no. - Me mira
sorprendido y dolido. Le doy un beso para que se relaje - Es broma
tonto. Es de las mejores noches de mi vida. - Observo como el fuego
consume poco a poco la madera.
-¿No me preguntas por tu regalo? -
Noto un tono ansioso. Me siento delante de él.
-¿Tengo regalo? - Asiente – Oh,
Peeta no era necesario.
-¿Lo quieres o no? -
-Claro que lo quiero, encima que te
has preocupado. -
Se
levanta de un salto y me da su mano para ayudarme a levantarme,
cuando ha apagado el fuego subimos a nuestra habitación. Espero a
que el la abra, pero me indica con la mano que la abra yo. Me quedo
sin aire cuando veo la estancia. Una tenue luz ilumina la habitación,
hay un camino de pétalos, pensaba que era de rosas pero no. Son de
tulipanes. Su color es mas rojizo y menos granate que el de las
rosas. El camino lleva hasta la cama, en la cual los pétalos se
esparcen por toda su superficie y en el centro hay un ramo enorme de
tulipanes. Cojo el ramo y lo acerco a mi nariz para sentir su
esencia. Huelen fenomenal, cuando lo miro más de cerca hay una nota
agarrada al lazo del ramo. En ella pone unas simples y certeras
palabras para mi.
'Te
amo'
Siento como mis ojos se van llenando
de lágrimas. Nunca en mi vida nadie había hecho algo así por mi y
estoy muy emocionada. Me giro hacia el responsable de esto, que me
mira con amor. Sin decir nada le doy un beso en los labios, como una
suave caricia. Mantenemos nuestras frentes unidas y susurro contra
los labios.
-Te amo. -
Una sonrisa perfecta ilumina su cara
antes de darme otro beso, esta vez más largo y lleno de ternura.
Cuando finalmente nos separamos para tomar aire. Me coge de la mano y
me sienta en el borde de la cama, él está a mi lado. Antes de que
hable, tengo una curiosidad importante.
-¿Tulipanes? - De verdad que no se
el porque de los tulipanes.
-¿No te gustan? -
-No, no, no. Claro que me gustan, me
encantan. Pero es que lo protocolario en estas situaciones es un ramo
de rosas.
-Las rosas rojas, significan pasión,
también amor. Pero no la clase de amor que quiero transmitirte. Los
tulipanes reflejan el amor eterno. Por eso quería regalarte este
ramo.
-Es precioso Peeta. Muchas gracias.
-
-Aún no he terminado. - Le miro
extrañada.
-¿Aún hay más? - Asiente.
Saca del bolsillo interior de su
americana una caja alargada de terciopelo, color azul marino. Me la
da, se le nota nervioso, esperando a que la abra. Tiene un tacto muy
suave, giro el resorte para abrirla. Un colgante, oro blanco supongo.
Es una cadena muy fina y elegante con un corazón. La cojo entre mis
manos, sopesándolo. Cuando me fijo detenidamente en el corazón
tiene un mecanismo. El corazón se abre mostrándome dos fotos. En
una él y yo estábamos juntos en la playa. En la otra aparecemos
todos. Todos mis amigos, conmigo incluida.
-En un principio las dos fotos eran
nuestras, pero cuando supe que probablemente te fueras tan lejos...
La cambié y puse una de todos juntos. No quiero que nos olvides a
ninguno. -
-Yo... Peeta, no se que decir. Es un
detalle precioso. Nunca me lo voy a quitar. -
Me pregunta con la mirada si puede
ponérmelo. Me doy la vuelta y me aparto el pelo para facilitárselo.
Cuando ya lo tengo puesto me vuelvo a girar para lanzarme a sus
brazos y darle las gracias volviendo a unir nuestros labios.
Al
principio el beso es cariñoso y pausado, pero mis sentidos me llevan
a profundizarlo y a hacerlo con más necesidad. Recorro sus labios
con mi lengua. Los atrapo con mis dientes. Lejos de quedarse quieto,
Peeta imita mis movimientos. Succiona mi lengua cuando pretendo
apartarme y me acerca a él abrazándome por la cintura. Sus manos
recorren mi espalda sobre el vestido, hasta que llegan a mis glúteos
y aprieta con fuerza para impulsarme, colocándome a horcajadas sobre
él. Esta posición me ayuda a sentirlo más de cerca pero nunca es
suficiente. Mis manos van a su lugar de preferencia, su nuca. Tiran
de los cortos cabellos que colonizan esa zona pero cuando se cansan
quieren tocar más, quiero acariciar más. Un agujero se forma en mi
vientre, un agujero que por más que trate de llenarlo se hace más y
más grande. Es el mismo que sentí aquella vez en mi habitación. Me
regala caricias por los brazos y cuello haciendo que enloquezca, lo
que no ayuda nada a mi estado. Para poder imitarle empiezo a quitarle
la americana, arrastrándola por sus brazos. Cuando por fin está
fuera de juego paso mis manos por las suyas, que descansan en el
hueco de mi cuello. Subo, por sus antebrazos y enseguida me encuentro
con mas tela. No, quiero seguir, quiero explorar. Meto mis manos por
debajo de su camiseta, pasándolas por su ancha espalda y después
por sus abdominales. Un gruñido gutural sale de su garganta, y se
separa de mi.
-Kat... Para. Si sigues así no se
si... - Coloco un dedo sobre su boca para hacerle callar.
-No quiero parar. -
Me mira por un segundo confundido,
no dura demasiado porque un brillo se instala en ellos. Aún así no
hace ningún movimiento para volver a besarme así que tomo la voz
cantante y vuelvo a unirnos. Él no me rechaza pero se muestra
cauteloso. Sus manos no se sienten tan seguras como lo eran antes,
sino que tantean el terreno. Finalmente nuestro beso se aviva, tal
como hace unos momentos. Feliz por que me corresponda con la misma
efusividad, me aventuro y cojo los pliegues de su camiseta y tiro de
ellos para sacársela. Miro su torso, tan suave y trabajado. Paso la
punta de mis dedos por su piel haciéndole suspirar. Lo miro con
miedo de haber hecho algo mal pero me encuentro que tiene sus ojos
cerrados. Sus largas pestañas amenazan con enredarse, pero no es
así. Con tan poca luz son casi imperceptibles, son tan rubias que si
no les da la luz adecuada son prácticamente imposibles de ver.
Acaricio sus parpados, haciendo que abra de nuevo los ojos y me
dirija una mirada llena de sentimiento. Su mano pasa por mi pelo
hasta la parte baja de mi espalda, estremeciéndome. El recorrido no
termina ahí, se aventura por mis muslos hasta las rodillas. Hace el
recorrido contrario parándose donde empieza mi vestido. Lo sube poco
a poco esperando a que le detenga, pero no quiero hacerlo. No voy a
detenerle, no otra vez. Me levanto de sus piernas para facilitarle la
escalada por mi cuerpo, levantando también mis brazos. Se coloca
delante de mi, mirándome. Me intimida un poco, no estoy acostumbrada
a estar tan ligera de ropa delante de un hombre, pero es Peeta. Él
tiene toda mi confianza. No me había dado cuenta de que tenia los
ojos cerrados hasta que le oigo jadear. Me miro a mi misma esperando
a ver que tengo de malo. Llevo el conjunto naranja que me compraron
expresamente para ponérmelo hoy. Oh... Maldita Annie. Ella lo sabia
incluso antes que nosotros.
-Te lo has puesto... - Dice en un
susurro. Trato de taparme un poco, pero me lo impide.
-Si. -
-Estas preciosa. -
Me levanta en brazos para dejarme
delicadamente sobre el colchón. Se acuesta sobre mi, simplemente
observándome, mientras pasea su palma por mi vientre dejando un
rastro de fuego allá por donde pasa. Deja un casto beso en mis
labios, y tortuosamente sopla en mi cuello antes de besarle con
detenimiento. Sigue bajando, besando mi vientre hasta que llega a la
cinturilla de mi ropa interior. Mi respiración se esta volviendo
errática por momentos, Peeta se da cuenta y sube de nuevo por mi
cuerpo.
-¿Estás bien? - Trato de
tranquilizarme. No estoy nerviosa, ni mucho menos. Este hombre me
llena de una confianza que hasta yo desconocía en mi.
-Si. Estoy bien, es que no puedo
controlar mi respiración. Estoy como... agitada. - Sonríe con
suficiencia, como si entendiera lo que está pasando.
-Escuchame
cariño. Si quieres parar dímelo. - asentí para que continuara. -
Te quiero. - Lo dice como si saboreara cada letra.
-Yo también te quiero. -
Vuelve a besarme en los labios.
Había fuego por todas partes, allí donde su piel se juntaba con la
mía ardía en llamas. Toco su torso con mis tímidas manos y
desabrocho sus pantalones. Él se los quita sin levantarse. Cuando
vuelve a su posición original noto una dureza contra mi muslo. Lejos
de incomodarme me gustó. Que estuviera así por mi, ayudaba a mi
amor propio. Pensé que era una mujer que no lograría esta clase de
cosas, y que Peeta se excite estando conmigo me levantaba el ego. Sus
labios parecen renuentes a abandonar los míos, pero quien soy yo
para negarme a ellos. Sus manos pasan por mis costados y una de ellas
se mete por debajo de mi espalda, la arqueo para facilitarle la
entrada y en un hábil y rápido movimiento desabrocha el sujetador.
Enrolla los tirantes en sus dedos deslizándolos por mis hombros.
Estoy totalmente expuesta de cintura para arriba. Suelta de nuevo un
jadeo, tengo miedo de que no le guste pero reprimo las ganas que
tengo de taparme con las manos.
-¿No te gustan? Son un poco
pequeños pero... - Trato de disculparme. Pero me calla dándome un
casto beso.
-Son perfectos. Tu eres perfecta,
toda tú. -
De nuevo esa confianza que me
inyecta con sus palabras. En realidad no es por lo que dice, es por
como lo dice. Terminamos de quitarnos la ropa. Me besa por todo el
cuerpo, entreteniéndose bastante tiempo en mis pechos arrancándome
unos gemidos vergonzosos. Estamos un rato mirándonos, diciéndonos
palabras de amor al oído. Estamos disfrutando del momento, nuestro
momento y estoy feliz. Contenta por poder compartir estas
experiencias con el hombre que amo, entregarle todo lo que tengo y lo
que soy, dándole mi cuerpo y mi alma. Cuando se separa de mi para
mirarme a los ojos, veo en los suyos deseo, pero también
preocupación y ternura. Me pregunta:
-¿Estás nerviosa? -
-No. Estás conmigo. - Beso uno de
los antebrazos que están a los lados de mi cabeza. -
Veo como trata de levantarse y me
siento fría. No quiero que se vaya así que le retengo entre mis
brazos. - Katniss, tengo que coger un preservativo.
-No hace falta. - Me mira perplejo y
sin entender. Esta conversación no la deberíamos de haber tenido
ahora, pero eso me pasa por la timidez. - Tomo la píldora. El médico
me las mandó para regular mi periodo. -
-Vale. -
Retoma los besos mientras acaricio
su suave espalda y los costados. Con su rodilla abre un poco más mis
piernas para después posicionarse entre ellas profundizando el roce.
-Si quieres que pare solo tienes que
decírmelo. -
Asiento. Incapaz de articular
cualquier palabra. Sabía que lo que venía ahora no era agradable,
pero no tengo ni las fuerzas ni las ganas de decirle que parará.
Necesitaba sentirle mío. Poco a poco se va enterrando en mi, no es
doloroso solo una leve molestia por el cuerpo invasor, hasta que se
topa con la barrera. Hace un poco de presión para pasarla y noto
como se desgarra algo dentro de mi, dando paso al conocido dolor.
Lágrimas salen por mis ojos y se pierden en mi pelo, me muerdo el
labio para evitar gemir por el dolor. Le sujeto con las piernas para
que no se atreva a moverse, aún tengo que acostumbrarme.
-Lo siento, lo siento cariño. - me
besa la frente y me limpia las lágrimas. -
-No pasa nada. Solo no te muevas
todavía. -
Hunde la cabeza en mi cuello para
respirar mi aroma y reparte pequeños besos por la zona aliviando un
poco el dolor. Pasados unos pocos minutos muevo mis caderas
instándole a continuar. Peeta me hace el amor de la forma más dulce
con la que me haya tratado nunca. Preocupándose de hacerme sentir
bien y sentir el mínimo dolor. En ese momento me sentía amada, y
deseada. Sus manos seguían con el trabajo de darme caricias y sus
labios besaban los míos con devoción.
Estoy acostada sobre su pecho, los
dos desnudos y tapados con una manta, pintando con nuestros dedos en
el cuerpo del otro. Siento como si por cada poro de mi piel se
pudiera ver la felicidad saliendo de ella a raudales. Cierto es que
no he llegado hasta el final, solamente he sentido una mezcla de
dolor y placer que no sabría como calificar. Pero la sensación de
sentirte tan unida a la persona que quieres, compartir algo tan
intimo sin barreras entre los dos, es mejor que cualquier placer
físico.
-La próxima vez será mejor. -
Susurra contra mi pelo.
-Para mi ha sido maravilloso. - Le
abrazo fuerte de la cintura. - No me hace falta nada más que estar
así contigo. -
-Siento mucho haberte lastimado ¿Te
duele mucho ahora? - Hasta que lo ha preguntado no notaba nada, pero
si le pongo un poco de atención siento un ardor. Situándose en esa
zona tan sensible hace que sea bastante molesto pero no tanto como lo
ha sido antes, puedo convivir con ello.
-Arde un poco, pero no pasa nada.
Estoy perfectamente. - me separa de él con delicadeza, y se levanta
tal como su madre le trajo al mundo.
-Espera un momento. -
Esta cama se siente tan grande sin
él... Me da un escalofrío, su cuerpo calentaba el mío y al
separarse me ha dejado fría. Cuando aparece por la puerta trato de
no mirar su desnudez y me fijo en su mano, que trae una pequeña
toalla húmeda. Se sienta a mi lado en la cama, a mi altura. Mete su
mano por debajo de las mantas y la posa sobre mi intimidad, doy un
respingo por el frescor del agua pero al instante siento alivio.
Ejerce un poco de presión con su mano. Inevitablemente me siento
avergonzada en esta situación, mi desnudez sigue incomodándome.
-Peeta, no es necesario que hagas
esto.
-No es molestia.
-Puedo hacerlo yo.
-Insisto. Ha sido mi culpa, yo curo.
- Me da un beso en los labios. Estamos así hasta que el agua se
calienta y la sensación de alivio se marcha haciendo que vuelva a
sentir esa molestia. Espero que se me pase pronto. Aprovecho cuando
se va de nuevo al lavabo para dejar la toalla y cojo la primera
prenda que encuentro y me la pongo. Es la camiseta que llevaba puesta
esta noche. Me queda enorme y por lo menos tapa hasta la mitad de mis
muslos. Encuentro mi ropa interior y me la coloco. Cuando me giro a
la cama veo el estropicio que hay montado. No nos hemos molestado ni
en quitar la colcha. Todavía queda algún que otro pétalo sobre
este, pero lo que llama mi atención es la enorme mancha de sangre en
el centro. Unos brazos me rodean.
-Te queda muy bien mi ropa. - No me
concentro en su elogio, sigo con la mirada fija en la mancha. Sabía
que iba a sangrar ¿Pero tanto?
-Mira. - Señalo la mancha. El solo
se encoge de hombros.
-Es normal que sangres, hay quien
más y quien menos. - Se acerca a la cama y tira la colcha al suelo.
Deshace el resto de la cama y se mete dentro. Me fijo que se ha
puesto sus boxers - Ven. - Me abrazo a él para sentirle cerca de mi.
Nos tapa con el resto de mantas que quedan y me da un beso en la
cabeza. No puedo evitar bostezar.
-Duérmete cariño. Mañana será un
largo día.
-No quiero que acabe la noche... -
-Habrán más como esta, incluso
mejores. Nos queda una vida por delante. - Cierro los ojos, sintiendo
como el sueño quiere llevarme con él.
-Mmm, que bien suena eso.
-Te amo.
-Yo más a ti. -
Esas son las últimas palabras antes
de sumirnos en un agradable y tranquilo sueño, uno entre los brazos
del otro.
No sabes que alegría me ha dado ver el capitulo^^ llevo estos dias con mono y todo jajaja voy a leerlo corrieendo y ya te cuento muchos besos ^^
ResponderEliminarvale te mereces un monumento, es más te lo hago yo misma! jaja Taniaaaa que monos y que bonito ^^ te ha quedado genial y el momento de ellos dos está genial ainsssssss y que monos todos al dejarlo solos. Se podrá quejar katniss jajaja
Eliminarespero que te hayas acomodado ya en gandia y que te vaya muy bien los estudios :D besitos
PD: mi idola :D
Aish que iluuu me alegro mucho que te haya gustado. Espero que no haya sido demasiado violento T.T
EliminarEstoy medio acomodada, me queda la maleta grande ahahaahaha
Que bonito nena :') me ha encantado! como siempre!!!! ya decia yo que no subias ninguno... oi... jajajjaa un besazo cariño :D
ResponderEliminarMuchas gracias Annet. Besazooos :)!
EliminarOMG! *________________* He muerto *-* Es perfecto Tania *-*
ResponderEliminarAHHHHHHHHHHHHH SII me encanta que te guste ^^ Muchas gracias Sara.
EliminarHola!! Podrias afiliarme? http://carbonquemado.blogspot.com/ y http://asiloveannie.blogspot.com/
ResponderEliminarClara que si, dalo por hecho.
EliminarOMG!!!! Me encanta, estoy flipando, riéndome y tengo ganas de saltar por la casa xD
ResponderEliminarTe has superado. Espero que te vaya bien la uni, yo empiezo 2º de la E.S.O. el miércoles puff
Besitos ^^
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarAjajajaja las risas en este capitulo que no falten!
EliminarYo también espero que me vaya bien estoy mega acojonada! Mucha suerte con la ESO que quieras que no es un PALO.
Diosss!! Es precioso *__*
ResponderEliminarPeeta es tan atento... joder quiero que haya un hombre así en la tierra!!
Jujuju me ha encantado besos :)
Verdad que es perfecto? *o* es tan aish... ajajaja
EliminarMuchas gracias! Un besitoo :D
Lo sabía!! XD Sabía que el conjunto naranja iba a cumplir su función como regalo de cumple. No se podrá quejar jaja Te ha quedado muy bien Tania, el punto medio que yo creo que necesitaba esta historia.
ResponderEliminarCambiando de tema, así que Glimm y Marvel... Espero que les vaya bien ^^
Suerte con la ingeniería. Yo es que soy de mates hija XD
Un beso
Maldita Annie. Ajajajaj El conjunto tenia, nono, debia aparecer jijiji
EliminarJurjur Glimm y Marvel ahí van. Marvel se merece una chichi que le dirija la vida que está más perdiooo
Graciaas Crispi, la voy a necesitar T.T Un besoo
_________________________________________*ese es mi pulso* si me agarro un paro.
ResponderEliminarDIOS! Tania te superaste, te voy a crear un monumento!
Fue genial, hermoso, precioso, ME ENCANTO! Te adoro Tania, T-E A-D-O-R-O!
Un besote grande, Lucia
AHHH Me alegra mucho que qye te guste!!! *-*
EliminarBesazooooos! :$
te superastes, HE MUERTO!! que capitulo mas lindo por favor!! gracias por escribir tambien! espero que halla mas como este, chica me alucinas como escribes!! besos grandes!!
ResponderEliminarSon super cuquis cierto? ajajaja. Que alegría que me da que os guste. Sois lo mejor del mundo.
EliminarBesooooos!!! :D
joder hija ha sido la leche como tw has expresao tia ...m has dejado locaaaaaaaa
ResponderEliminarME HA ENCANTADOOOO
Crazy. Me ha costado un poco el expresar todo como quería. Que no fuera solo carne. You know what i mean ajajajaja.
EliminarBesos!
por fin los lei todos
ResponderEliminarAme este capitulo ❤
ResponderEliminarMe súper mega encanto el cap 💓
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