CAPITULO 26:
Decir que me he levantado con mal pie es decir poco. De por
sí me acosté dando vueltas sobre que podía hacer con el tema de Peeta, pero
además hoy me encuentro totalmente sola y aburrida, todos mis amigos están haciendo
planes de novios mientras yo miro al techo sin saber que hacer. Miro por la
ventana mientras me rocío con un spray de agua mientras el ventilador se mueve
en mi dirección, estoy vagueando un poco mientras hago tiempo.
Aprovecho y limpio un poco los baños, la cocina, el
salón…Aunque esta tarea la debería de hacer Prim conmigo y estar pringando las
dos, aquí estoy, completamente sola con mi delantal y los guantes de goma, me
debo de ver totalmente cómica. Después de dos horas sin parar, la casa está
como los chorros del oro. Después del día de la playa parece que nos trajimos
toda la arena de allí, he sacado kilos y kilos de ella. Una vez que he
terminado me ducho y mientras me seco al aire pienso que puedo hacer. Podría
cocinar alguna tarta, aunque Annie me mataría, tiene prohibido los dulces,
últimamente se ha estado inflando a ellos y el médico le ha echado la bronca.
Miro hacia mi
colección de libros, pero me los he leído tantas veces que no me llama la
atención coger ninguno. Decido levantar el culo de la cama y hacer algo con mi
vida, así que me visto con un vestido fresco y me dispongo a comprar un nuevo
libro para mi librería personal.
Estoy volviendo, caminando con mi libro nuevo, deseando
llegar a casa para poder empezarlo. Vuelvo a sacar el libro para leer la descripción
de nuevo, pero mi vista se fija en la cafetería por la que estoy pasando. Ahora
es cuando veo con mis propios ojos lo que me contó ayer Annie, Peeta está comiendo con Gloss, Cashmere…y bueno,
Clove también está ahí con ellos.
Mi ser interior se debatía por seguir mi camino y hacerme un
té helado mientras me relajo leyendo y trato de olvidar este mal trago, o,
entrar y hacer como si nada mientras cotilleo un poco. Noto como mi parte buena
me dice: ‘No lo hagas, así lo único que puede pasar es que te hagas más daño
todavía’. Aun así mi parte mala y curiosa me lleva arrastras dentro de la
cafetería y me siento en un sitio discreto, pero desde donde pueda escuchar la
conversación.
Cuando me siento trato de pasar desapercibida, como cuando
ves en las películas que se sientan con gafas de sol y un periódico, pero bueno
a falta de periódico yo tengo un libro. Lo abro y trato de concentrarme y
escuchar. Es una conversación bastante aburrida y monótona sobre la fiesta a la
que fueron el otro día, es difícil de admitir, pero cada vez que Clove miraba a
Peeta y le acariciaba el brazo se me salía el corazón del pecho. Aunque lo
único que me consuela es que a él no parece interesarle demasiado.
Hay un momento que a mi mesa llega un café ardiendo ¿En
verano? ¿Cuándo he pedido yo esto? Pretendo llamar a un camarero para que se lo
lleve, pero a mitad de camino que levanto el brazo para hacerme notar me doy
cuenta de que no debería de llamar así la atención, con la mala suerte de que
cuando hago el movimiento rápido para bajar el brazo, la taza de café cae de
bruces contra mis piernas, notando ipso facto el magma liquido que cae por mis
piernas, por lo que no puedo evitar gritar.
- Ah! JODER. - Uf uf uf, quema. Mi primer instinto es
levantarme lo más rápido que puedo y secarme con unas servilletas. Antes de lo
que me puedo imaginar ya hay un camarero a mi lado ayudándome.
Levanto la cabeza para mirar a mí alrededor, he llamado
demasiado la atención. Me dan ganas de mirar a la mesa de Peeta, y lo hago. Están
todos mirándome pero sin demasiado interés, pero Peeta y Clove me miran de otra
manera. Clove con incredulidad y odio, y Peeta con curiosidad, cuando ella se
da cuenta de que les estoy mirando coge su mano. Pues aprovecho este momento
para centrar aún más su atención y me bajo un poco más el escote del vestido
disimuladamente ¿Clove quiere guerra? Pues la va a tener. Supongo que ninguno
de los dos esperaba verme aquí. Ahora me centro en mis piernas, están tomando
un color rojo que no me gusta demasiado.
-Oye si
quieres tengo crema para las quemaduras en la taquilla. - Se yergue delante de
mi y cuando me mira sonríe. - Vaya, eres tú.
-Oh, no te
había conocido… así. - Es el morenazo de
ojos verdes de la playa.
-¿Así? ¿Cómo,
vestido? - Responde mientras se ríe.
-No quería decir eso. - Noto como me sonrojo por la
vergüenza. Giro la cabeza en dirección a la mesa por la que estoy interesada y
ahora todos han retomado la conversación. Peeta seguía mirándome pero en cuanto
me ha visto dirigir los ojos hacia él me ha aguantado un segundo la mirada y
después la aparta.
-No te preocupes, y sigue en pie lo de la crema, esas
quemaduras no tienen muy buena pinta. - Dice mientras me señala las piernas,
quizás no sea mala idea. Además puede servir para intentar darle celos a Peeta.
Podría pensar que se ha olvidado por completo de mí, pero su mirada no me decía
eso. Quizás eso y el poco interés que mostraba por Clove me den alguna
oportunidad.
-Vale, te sigo. - Y por si acaso ha vuelto a mirarme, muevo
las caderas de forma sugerente.
Una vez que estamos dentro me ofrece una silla donde
sentarme mientras busca la crema en su taquilla.
-¿Y se puede
saber a quien se le ocurre pedirse un café ardiendo en pleno Julio? Te has
hecho un buen crimen - Dice mientras abre el tubo de crema y me lo ofrece - No
creo que sea adecuado que te la ponga yo. - Dice con una sonrisa burlona
-Bueno, para
empezar no, no creo que sea lo mejor. Y… bueno el café no me lo he pedido yo,
me lo han traído sin que yo lo pidiera. -
-Pues voy a
tener que investigar para darle las gracias al del café - Responde.
-Pues yo voy
a tener que ponerme unos cuantos días unos pantalones largos porque estas
manchas no es que sean precisamente bonitas. - Digo señalando unos ronchones
rojos que se extienden por mis mulos. Esto en dos días va a empezar a coger un
tono marrón muy poco agradable. Además ¿Por qué le tendrías que dar las
gracias? - Pregunto. Me mira con cara picarona.
-¿Voy a
tener que explicártelo? -
-Por favor.
-
-Le voy a
tener que dar las gracias porque si no, no estaría viendo como una preciosidad
como tu se embadurna con crema, mientras tenemos esta conversación
transcendental - Oh, madre…
-¿Estás ligando
conmigo? - Expreso el pensamiento en voz alta. Bajo ningún concepto hace un año
habría formulado esta pregunta en voz alta. Ahora es cuando me doy cuenta de
cuantísimo he cambiado.
-Mmm, yo no
lo diría así. Yo lo llamaría hacer nuevos amigos, no hay que cerrarse puertas.
- Me da dejado totalmente sin palabras, realmente no se como actuar ante esta
situación, y aunque el chico es muy guapo, yo ya tengo un objetivo y es rubio
con ojos azules.
-Ni siquiera
se como te llamas. - Digo mientras le devuelvo la crema, él se gira para
guardarla.
-Eso se
puede arreglar, soy Darius. - Dice extendiendo su mano hacia mí.
-Katniss . -
Digo estrechándosela. Noto como la crema que ha quedado en mis manos hace que
resbalen al entrar en contacto.
-Encantado
de conocerla señorita. - dice mientras se seca la mano en la camisa del
uniforme de la cafetería, lo que hace que me ría.
-Bueno creo
que debería de irme. No creo que estés en tu tiempo de descanso, no quiero que
te echen la bronca por mi culpa. -
Después de despedirnos salí de los cuartos de empleados.
Como Peeta ya no está decido irme con mi libro bajo el brazo y sin café sobre las piernas. Sigo mi camino
de vuelta a casa mientras doy vueltas a la cabeza a todo lo que ha pasado en
tan poco tiempo.
El extraño comportamiento de Peeta me da que pensar, él no
parecía demasiado cómodo con Clove. Por lo menos no tenía la misma
expresión de cuando estaba conmigo. Quizás
tenga alguna oportunidad si logro acercarme un poco a él y si consiguiera
cruzar con él algunas palabras pues mejor que mejor.
Peeta’s PoV:
-Ah! JODER - Grita una chica en un tono agudo que me resulta
bastante familiar. Cuando me giro para ver que ha pasado, me encuentro con
Katniss tratando de secarse lo que parece un café caliente derramándose por sus
piernas. Veo como se levanta a una velocidad de vértigo para secárselo. Ha
llamado la atención de todo el local y al final uno de los camareros se acerca
a ayudarla.
Mientras él se encarga de ayudarla con un paño mojado, ella
se fija en la gente que la está mirando. Sus mejillas se tiñen de un rojo
profundo, totalmente avergonzada, y sus ojos grises finalmente se fijan en los míos.
Aunque la conexión no dura mucho, ha dado el tiempo suficiente como para
haberme hecho sentir una sensación extraña, algo dentro de mí al oír su voz y
finalmente mirarle a los ojos se ha removido. Es como eso que dicen: ‘después
de la tormenta, llega la calma’, sinceramente pensaba que si volvía a verla
sentiría odio, no se describir la sensación pero odio no lo ha sido. Cuando
Clove coge mi mano, su expresión cambia por completo pero su rostro es
indescifrable, tiene una total cara de poker. Lo primero que hago es mirar mi
mano unida a la de Clove, nunca me ha cogido de la mano y yo nunca se la he
cogido a ella, después las separo con un poco de delicadeza, tampoco quiero que
se sienta dolida.
Cuando vuelvo a mirarla me fijo en toda ella, hacía mucho
tiempo que no la veía. Realmente había llegado a pensar que no volvería a verla
y así lo esperaba. Lleva un vestido veraniego que le llega por la mitad del
muslo y con un escote que deja ver un poco de su pecho, pero me da la sensación
de que antes no se le veía tanta carne. Madre mía, no puedo apartar la mirada.
Esta chica sigue haciéndome temblar solo con posar mis ojos en ella, y no
quiero sentirme así, no con ella. He estado luchando por olvidarla, había
conseguido evitarla e incluso hacia días que ya no pensaba en ella, pero ahora
aparece aquí, tan guapa como siempre y hace que se mueva todo a mi alrededor.
Hundo la cara entre las manos y suspiro. Peeta, no. Solo un mes más y no
volverás a verla, no merece la pena que te pongas así.
Vuelvo a mirarla, ahora con discreción, está hablando
con el camarero que ha ido a ayudarla ¿De que están hablando? ¿Se conocerán?
Pero y a ti que más te dará, deja que hable con quien quiera. Oh, mierda, ha
vuelto a mirarme y me ha vuelto a pillar. Aparto la mirada lo más rápido que
puedo y fijo la vista en mis dedos mientras juego con ellos. Trato de
integrarme de nuevo en la conversación que han seguido teniendo, pero estoy
totalmente descentrado. No puedo evitar volver a mirar y entonces ella se está
yendo con él a los vestuarios, mientras, me fijo en como se contonea -de forma
exagerada, debo añadir-
-Peeta estás
descentrado ¿Te pasa algo? - Pregunta Tresh.
-Pues que ha
visto a Katniss, eso es lo que le pasa. - Dice Clove de forma enfadada
-Está buena
¿Eh? - Dice Gloss. Eso no debería de molestarme pero lo hace. - Igual le entro.
-No digas
gilipolleces tío. - Le respondo quitándole importancia al asunto y tratando de
cerrar el asunto.
-¿Cómo que
no diga gilipolleces? ¿Y a ti que más te da que él le tire los trastos a
Katniss? -
-¿Pero que
te pasa a ti? Estás muy violenta. -
-Es que me
pone los nervios de punta que delante de mi te quedes mirándola totalmente
embobado. -
-Todo género
masculino que se encuentra en el bar se ha quedado embobado mientras se
limpiaba las piernas. Y que piernas. Oye ¿Y en la cama cómo es? - Comenta
Gloss, creo que no sabe donde se está metiendo. Y efectivamente este se gana
una mirada envenenada de Clove.
-Creo
recordar que soy libre para mirar y hacer lo que yo quiera. - Digo, sin
responder al comentario de Gloss.
-A ella no.
- Responde tajante.
-Lo que tú
digas. Yo me largo. Tíos ya nos vemos. - Me despido del resto y dejo mi parte
de la cuenta en la mesa. Oigo como Clove empieza a gritar y a despotricar pero
yo ya he cogido la puerta y me he ido.
Antes que ir
a mi casa y empezar a comerme la cabeza, como sé que haré, prefiero dar una
vuelta. Son casi las 2 de la tarde y el calor que hace es de los mil demonios
pero bueno, prefiero tomar un poco el aire.
Esta
situación empieza a hacerse insoportable, rectifico, la actitud de Clove es
totalmente insoportable. Me agobia muchísimo, ni que fuéramos novios ni nada
parecido, aunque solo de pensarlo se me ponen los pelos de punta.
-¡Peeta! -
Oigo a mis espaldas, cuando me giro veo a Tresh corriendo hacia mi.
-Ei, hola -
Saludo.- ¿Pasa algo? ¿Me he dejado algo allí? -
-¿Eh? -Se
dobla sobre sus rodillas para respirar y coger
aire. - Joder macho, me estoy haciendo mayor, ya no puedo hacer una
carrera sin echar los pulmones.
-Tresh ¿Qué
pasa? -
-Tío te has
ido de muy mala leche. -
-Como para
no… -
-Claro, te
entiendo, a veces Clove es un poco irritante en cuanto a chicos se refiere. ¿Te
apetece que nos sentemos? -
Vamos dando
un paseo en silencio hasta un parque cercano y nos sentamos en un banco que está
a la sombra de un árbol gigante. Por un rato nos quedamos sentados y ya, en
teoría hemos venido aquí porque él quería hablar conmigo, pero por el momento
no ha dicho ni una palabra. Me fijo en el parque, esta totalmente vacío, a
estas horas es una locura dejar salir a los niños jugar al parque. Aun así hay
un grupo de chavales que está jugando al futbol con una lata de refresco.
Cuando estoy apunto de abrir la boca para apresurarle a hablar, entonces lo
hace por si solo.
-¿Por qué no
dejas la tontería que te llevas con Clove? Está claro que no la aguantas. -
-No es eso,
simplemente me ha puesto nervioso y antes de empezar a chillarnos allí con
tanta gente he preferido largarme y así no montar un espectáculo. -
-Tío no me
engañas ¿En que planeta dos chavales que no son vírgenes no se han acostado
todavía? No me negaras que eso no cuadra demasiado.
-No se ha
encontrado el momento todavía. - Trato de poner excusas pero es cierto que yo
no quiero nada de nada con ella.
-Te recuerdo
que Clove no puede callarse nada, todos sabemos que no ha habido nada más que
besuqueos, y no porque no haya habido un momento.
-No sé que
decirte. Tengo un lio en la cabeza que no es normal. - Me agacho y pongo la
cabeza entre las manos, siento la cabeza
como si me fuera a explotar. - Quizás tengas razón y no debería de
seguir con esta tontería, pero pienso que para el tiempo que me queda aquí,
dejo correr el tiempo y así es todo más fácil.
-Hay que
echarle cojones chaval. - Suspiro. -
Venga, no pasa nada. Quizás necesites despejarte. - Me da unas palmaditas
amistosas en la espalda. -
-Quizás… -
Repito -
-Oye hemos
hablado un poco cuando te has ido y hemos pensado en ir a una disco que acaban
de abrir, a bailar un poco. -
-Tío no se
si debería. Ayer me puse fatal, vosotros no paráis eh. - Me incorporo y le
sonrío.
-Hay que
aprovechar el tiempo antes de que se acabe el verano ¿Salimos desde casa de
Cashmere vale?
-Venga tío,
nos vemos. -
Bueno pues
después de todo hay alguien profundo y con cabeza en este grupo de amigos,
incluso dudo de que yo tenga dos dedos de frente. Bueno, me voy a casa ya y a
ver si termino de comer que lo poco que he tomado me ha sentado fatal.
Katniss’s PoV:
Me despierto
de sopetón y me incorporo. Sin darme cuenta se cae el libro al suelo, no me
acordaba haberme dormido mientras leía.
-¿Me has
echado de menos? - Pregunta Prim, gritando desde la puerta.
-¿Quién
eres? Llevo todo el día sola, ya no me acuerdo de tener hermana. - Digo
haciendo una pose melancolía sobre el sillón.
-Ja-ja, me
parto el pecho. Tienes que aprender a vivir solita, cuando vivas en Nueva York
no me tendrás para dar la lata. Además seguro que te acuerdas de mi cuando te
de el regalito que te he comprado. -
-¡Ala! ¿Un
regalo? ¿Para mi? - Me pongo de rodillas sobre el sillón y doy botes por la
expectación. Prim nunca había tenido un mínimo detalle conmigo.
-No, no. He
salido de casa teniendo hermana y he vuelto y ella ya no se acordaba de mi.
Supongo que me lo quedare yo. - Se sienta a mi lado, pidiéndome un beso en la
mejilla mientras sonríe ampliamente.
-¡Lo siento!
Prim, no lo decía enserio. - Le doy más besos en la mejilla de lo que ella es
capaz de soportar. -
-Vaaale,
vale. Espera que lo busque. - Mete la mano en su bolso gigante y se tira un
buen rato para encontrarlo y cuando me lo da, lo analizo un poco antes de
abrirlo. Sinceramente me esperaba alguna prenda de ropa o algo por el estilo,
pero delante de mi hay una cajita de las típicas de las joyerías, pero dudo que
Prim se haya gastado el dinero en una joyería.
Cuando lo
abro veo un colgante con la figura de un pájaro dorado envuelto en una
circunferencia.
-Es precioso
Prim, pero que vergüenza… no tengo ni idea de lo que es. -
-Es un
colgante. - Lo dice súper convencida, como si yo no lo supiera. Ruedo los ojos,
solo ha podido decir eso ella.
-¿No me
digas? Me refería al pájaro, genio. -
-¡Ahhh! Pues
la mujer de la tienda me ha dicho que es un ave que vivió hace mucho tiempo. Un
ave cantor, y por eso me recordó a ti y te lo compré. Quería que tuvieras un
recuerdo mío para cuando te vayas.-
Eso último
me ablanda el corazón sobremanera, y me abalanzo a abrazarla, vale que haya
habido muchas ocasiones que me han dado ganas de matarla pero por momentos como
este me alegro de tener una hermana. Es una persona que sabes que vas a tener
siempre para lo que necesites, y nos une un vinculo muy especial. Llevaré este
colgante para recordarla siempre.
-Muchas
gracias Prim, es… me encanta. - Y la abrazo muy fuerte. - ¿Me ayudas a
ponérmelo? -
-Claro, así podrás
lucirlo esta noche- Me doy la vuelta y me retiro el pelo a un lado. -
-¿Esta
noche? - Digo extrañada, que yo recuerde no tenemos ningún plan. -
-Si, me han
comentado los chicos un plan. Dicen de ir a un garito nuevo, dicen que ponen
buena música. Habrá que contárselo a Voldemort… -
-¿Voldemort?
- ella hace forma de barriga grande con sus manos. -Oh, claro. Annie nos matará…-
-Habrá que
hacerlo con tacto. - Se encoge de hombros.
-Mejor será
que nos pongamos alguna cota de malla para la ocasión. Eso, o la alejamos de la
zona de cuchillos en el momento crítico. - Prim y yo nos reímos, cómplices. Si,
definitivamente echaré de menos a esta cría.
Hemos
quedado para ponernos un poquito a tono en casa de Marvel, aunque yo no beberé
demasiado. Nos sentamos tranquilamente en la mesa del salón mientras Marvel no
para de toquitear la música.
-Cariño
¿Puedes dejar alguna canción entera, por favor? - Le dice Glimmer.
-He nacido
para ser Dj, deja trabajar al maestro. - Le responde.
Me fijo en
Finnick, no para de dar vueltas con la pajita a la copa. Él se sentía reticente
a dejar sola a Annie, pero necesita despejarse un poco, vive por y para Annie.
Una noche de bailoteo no lo vendrá mal. Le cojo de la mano para darle un poco
de apoyo, el pobre está de capa caída y así no va a durar demasiado.
-Ei Finn, no
te preocupes, ella estará bien. Está embarazada, no enferma. -
-Lo se, pero
se me hace difícil dejarla sola. -
-Si te
consuela, a ella se la ve súper feliz, y radiante. - Consigue sonreír. -
-Está
preciosa ¿Verdad? - Dice con los ojos brillantes. -
-Sip, parece
un huevo Kinder con ese pedazo de barril que tiene. - Dice un insensible
Marvel.
-Calla,
imbécil. Ese barril, como tú lo llamas, es mi bebé. - Responde Finnick
señalándole con el dedo.
-Eh, eh.
Tranquilo… era una broma. A partir de ahora... -Cierra su boca con una
cremallera invisible. -
-Así me
gusta.-
-Venga,
venga. Se suponía que esta noche es para desconectar y pasarlo bien. No para
discutir. -Dice Prim.
-Si, y tu,
en cuanto nosotros salgamos para allá, te vas para casa. - Le digo
-¡Ala! ¿Por
qué? - Dice indignada.
-¿Crees que
a ti te van a dejar a pasar? Tienes dos años menos que nosotros. Además, no
tengas prisa por salir por ahí. Ya tendrás tiempo. -
-¡Pero no es
justo! -
-Es lo que
hay Prim. No voy a decir más. - Y ella se sienta en una silla como una niña
pequeña.
-Bien hecho,
parecías toda una madre en acción. - Me susurra Glimmer al oído.
Aun que un
poco enfadada, Prim se va para casa. Ser hermana mayor, aparte de buenos momentos
como el de esta tarde, también implica cuidar de ella.
Mientras,
nosotros ponemos camino hacia allá. Conduzco yo, dado que mis amigos se
encuentran en un estado deplorable. El caso es que los conozco tanto que se
cuando cada uno ha llegado a su punto álgido de borrachera. Cuando Marvel
empieza a hacer chistes malos es su signo de que ya no debe beber más. El de
Glimmer es cuando se quita los tacones, por su propia seguridad claro, en el
bolso lleva unos zapatos planos para cambiarse. El de Finnick es simplemente,
que no para de hablar, toooodo el rato está hablando, luego al día siguiente no
le escuchas una palabra.
Miro por el
retrovisor y los veo partiéndose de la risa por uno de los chistes malos de
Marvel. Ah, se me olvidaba, todos se ríen de esos chistes cuando van en ese
estado. Niego con la cabeza mientras
aparco el coche, es una panda de cafres, pero no los cambio por nada en el
mundo.
Cuando
llegamos ya hay una gran cola para entrar, parece ser que el sitio es bastante
bueno. Después de haber estado el tiempo suficiente esperando como para que a
estos se les haya pasado un poco la cogorza y de haber enseñado nuestros
carnets de identidad para que se fiaran que somos mayores de edad, al fin
logramos pasar.
Una vez
dentro no escuchas nada más que la música, a mi sinceramente estos sitios nunca
me han gustado demasiado. Prefiero un plan más tranquilo para poder escuchar
una conversación sin que me tengan que gritar al oído o simplemente quedarme en
casa viendo una peli, pero dado que nunca he salido ‘de fiesta’, como lo llaman
ellos, pues he decidido tirarme a la piscina. Y aquí estoy, sujetando a Glimmer
para que no se caiga mientras el dúo dinámico se pega unos bailoteos de miedo.
-Vaya… ¿Por
qué unas chicas tan guapas como vosotras estáis solas? - Me giro al escuchar
esto detrás de mi, y lo miro con una ceja levantada ¿Enserio en pleno siglo XXI
siguen diciendo esta clase de cosas? Al llevar agarrada a Glimmer, ella gira
conmigo pero parece lejos de este lugar. Al mirar nuestra posición, teniéndola
agarrada por la cintura, se me ocurre una excusa que decirle.
-Si… es que
somos lesbianas. - Él parece confuso y trato de explicárselo mejor. - Novias.
Ella y yo. - Y le toco una teta, así por encima ¿Va sin sujetador? Ella no se
entera de nada, va a su bola, cosa que no me ayuda demasiado.
-Vale, vale.
Lo siento. - Y se larga, en ese momento me giro hacia mi amiga y trato de
hablar con ella.
-Glimm ¿Se
te ha olvidado ponerte sujetador o ha sido premeditado? -
-Nnnno, ¿Qué
pashha? Esste vestido esh demashiiadoo bonito commmo para ponermmme un
sujjetafor. - la he entendido a duras penas.
-Pues creo que
he notado un poco el pezón. Pero vamos, que si mañana no te acuerdas de esto me
haces un favor eh.-
-Tranquilizzate
tiiiia. Vamosh a bailar, uuuuh! Fieshtaaa. - Y sale corriendo arrastrándome a mí
a la pista con la parejita de la noche. Marvel y Finnick nos reciben con los
brazos abiertos.
Me lo
estaría pasando genial, si no fuera por el agobio. Me rio más por las tonterías
que están haciendo mis amigos que por el ambiente. Hace mucho calor, y la gente
está súper pegada una con otra y la mayoría suda como cerdos. Me giro cuando
noto como alguien me toca el hombro, cuando me vuelvo me encuentro con la verde
mirada de Darius.
-¿Me puede
permitir este baile señorita? - me pregunta ofreciéndome la mano.
-No se
bailar esta música. - Grito sobre la música para que me escuche o al menos
espero que pueda leerme los labios.
-Tranquila,
yo tampoco. He sido arrastrado aquí por mis amigos. - Miro primero a su sonrisa
y luego a su mano que no la apartado todavía. ¡¿Qué demonios?! Vamos a bailar
un rato, cojo su mano e irremediablemente nos tenemos que poner muy juntos
porque el gentío no nos deja permanecer muy alejados.
-¿Te apetece
salir un momento fuera? -
-Por favor.
-
Una vez
fuera, respiro el aire de noche de verano. Prim vuelve, te cambio el sitio
encantada.
-Madre mía,
cuantísima gente. No se tu pero yo no pienso volver ahí dentro.
-Tengo que
hacer de chofer para mis amigos, no creo que deban de coger el coche en esas
condiciones.
-Que responsable. Yo he de admitir que voy un poco borrachin… - Nos
quedamos en silencio un buen rato. No sé que conversación tener con este chico,
lo conozco de haberme restregado las piernas con un trapo de cafetería y de
haberle visto diez segundos en la playa. Vaya situaciones…- ¿Qué tal las
quemaduras? - Como respuesta le enseño los pantalones largos que llevo. -
Parece que no es solamente lo que mira, ya que noto como se para más tiempo de
lo debido es mi escote, y con una velocidad increíble trata de darme un beso en
los labios. Gracias a Dios tengo unos reflejos de miedo, el chico es muy guapo,
pero tengo claro que no quiero nada de esto con él.
-Bueno, creo
que debería de entrar. Mis amigos si no me ven se preocuparan. -
-Mmm, oye
¿Tienes novio? -
-¿Y esa
pregunta así de repente? -
-Por saber
si puedo seguir intentándolo o estás pillada. -
-Pues… No.
No tengo novio, pero me encuentro en una situación personal un poco complicada.
Así que te aconsejo que aun así no lo intentes.
-Vaya por
Dios, tengo muy mala suerte pero bueno… otra vez será. - Me guiña un ojo. -
Vamos te acompaño dentro. -
Una vez
dentro no tardo mucho en localizar a mis amigos, son los que siempre están
haciendo el cafre.
-Oye
Glimmer, voy a la barra a pedirme una fanta o algo ¿Vale? - Creo que no me ha
oído, pero bueno, no importa. - Que ahora vengo, hija, que ahora vengo. - Ella
levanta el dedo pulgar indicándome que eso si lo ha entendido.
Cuando consigo llegar a la barra y conseguir mi vaso de refresco, un chico se pone a
mi lado. No me hace falta girarme para saber quien es. Ese olor lo reconocería
en cualquier lugar. Estoy paralizada, no se si hacer como que no me he dado
cuenta de que está ahí, o saludar o yo que se. Me siento como una estúpida aquí
parada con mi vaso de tubo cogido entre las dos manos. Antes de que logre tomar
una decisión sobre que hacer, él ya lo ha decidido.
-Hola. -
Dice Peeta en modo neutro.
-Hola. -
Respondo yo de la misma forma.
como te echaba de menos , por dios cuando puedas el siguiente capitulo!! un gran saludo
ResponderEliminar¿Celos Peeta? jajaja sos una genia. Eso es lo que Peeta necesita, una buena dosis de celos. ¿O que se cree? ¿Que es el único que liga?NO! Katniss tambien, y me encanta que tenga las cosas tan claras y no se deje llevar por los trastos que le tira Darius... Digo, un poco esta bien, pero solo lo suficiente para que Peeta se interese otra vez ;)
ResponderEliminarAY!!!!!!!!!!!!!!! Por favor, que emoción! Ya quiero leer el siguiente. Besos.
Ahora pondré mi correo de gmail en algún apartado a la derecha del blog y hablamos de eso si quieres, me envias en correo con tu duda y trataré de responderte lo antes posible.
ResponderEliminarCon respecto al capitulo, tranquilidad todo ocurre a su debido tiempo y tratare de meter al padre de Peeta por algún lado para darle alguna charla de sabiduría ajajajajaj.
Un beso y gracias por el comentario! :)
AY, EL SINSAJO. MIS FEELS. MIS FUCOS FEELS.
ResponderEliminarTania, no sabes lo muchísimo que amo tu historia. Te prometo ponerme al día ahora mismo, es que estuve muuuy liada.
Te quiero, en serio. Tienes futuro como escritora. *-*
Beeeeeeesos^^
PD: Todavía recuerdo cuando Katniss apareció cambiada por primera vez y Peeta flipó en colores. xDD
Btw, la parte de la discoteca me ha encantado. Finn es súper adorable, Glimmer borracha hace que me ría mucho y el tío de la playa me cae mal.
ResponderEliminarAh, y quiero que Peeta y Katniss vuelvan. ;-;
Por fin llega a España!! Envía purpurina a quien quieras!! Que bueno!
ResponderEliminarbombardeaatusenemigosconpurpurina.com