CAPITULO 29:
Pensaba que aquí tendría demasiado tiempo para mi y que me
volvería loco, pero no. La tía Mags tiene mucho trabajo aquí, vive en una
preciosa casa en mitad del monte por lo
que para llegar al pueblo más cercano tienes que ir en coche. Por las mañanas
me encargo del huerto que tiene en la parte trasera de la casa, mientras que
por las tardes hago un poco de mantenimiento. Como ella está mayor ya no puede
hacer muchas de las cosas que necesita la casa. Luego por las noches me dedico
a descansar en una hamaca que hay entre dos pinos que hay en el patio y miro el
cielo oscuro. Aquí es bastante fácil vislumbrar las estrellas y me paso horas
mirándolas y pensando, muchas veces la tía Mags se sienta a mi lado y
mantenemos cualquier conversación sin importancia o simplemente miramos ambos
al cielo.
Ya no estoy tan agobiado y frustrado como estaba antes, quizás
es por la tranquilidad que reina aquí y que me rodea. Últimamente pienso mucho
en Katniss, realmente cuando llegué aquí, los primeros días, me forzaba a mi
mismo para obviarla en mis pensamientos pero poco a poco me fui dando cuenta de
que no debía hacerlo. Poco a poco fui dándole cabida a mis sentimientos y dejar
que ellos me ayudaran a decidirme y finalmente encontrar la respuesta. Esos
besos, no se los di por nada, realmente tenía ganas de hacerlo. Seguramente el
amor que llegué a sentir por ella quedó enterrado en lo más profundo de mi,
después de verla, saber que me quería y haberla besado, poco a poco los
sentimientos volvieron a florecer con timidez. Cierro los ojos y suspiro, en mi
interior sé que debería decírselo y en el caso de que ella sintiera lo mismo
que yo aprovechar el máximo tiempo posible antes de que cada uno siga su camino
después del verano. Estoy bien, en cierto modo. Como dijo mi padre, la vida me
dará más oportunidades y más amores. Si tenemos que terminar juntos, la vida
encontrará el camino para que volvamos a encontrarnos. Tengo que hablar con
ella
-Peeta
¿Estás dormido? - Pregunta mi tía. Sin abrir los ojos le niego con la cabeza. -
Vas a coger frío. - Abro un ojo y la miro, en cuanto se esconde el sol ella
siempre se pone una chaqueta. Es cierto que aquí hace fresco por las noches
pero no hasta ese punto, se nota que tiene ya una edad.
-Estoy muy
bien. - Le digo en voz baja, aquí hay tanto silencio que se puede escuchar
hasta un susurro.
-Se te ve
muy contento. Seguro que es porque te vas en un par de días y ya no tendrás que
trabajar más aquí. - Bromea ella. Yo me incorporo y me siento al borde de la
hamaca, ella ya está sentada en una mecedora al lado del pino.
-Créeme
cuando te digo que pasar aquí estas tres semanas me ha venido genial. -
-Es un buen
lugar para vivir. - Me mira y sonríe, después su vista se dirige al cielo. -
¿Por qué estás tan contento entonces?
-Se podría
decir que al fin he tomado una decisión y creo que es la correcta. -
-¿Y estar
aquí te ha ayudado? -
-Mucho,
alejarme de allí me ha despejado la cabeza. He pensado en la universidad, hasta
estoy ilusionado por empezar.
-Me alegro
mucho de que te haya servido estar aquí. Además a mi me ha venido de perlas, la
casa tiene hasta otro color ¿Te ha dado tiempo a pensar algo más a parte de la
universidad? - Yo simplemente sonrío. - Oh…Vaya ¿Echas de menos a tu novia?
-No se
podría decir exactamente que es mi novia, es una chica que me gusta. - Respondo
-Entonces
tendrás unas ganas inmensas de verla. - Me mira y sonríe de forma picara.
-No creo que
nos veamos para lo que tú te piensas. - Se ríe a carcajadas.
-O sea que
ella no sabe que te gusta. - Asiento. - Pues se lo dices y ya está. -
-No es tan
fácil, ha habido problemas entre nosotros. Luego va a estar la distancia yo me
voy a Nueva York y no tengo ni idea de donde va a acabar ella finalmente. Son
muchos puntos en contra tía.
-Se te
olvida el punto a favor. -
-¿Cuál? -
-El amor
¿Qué más da la distancia si os queréis? -
-Eres una
romántica. Eso es muy utópico y en la vida real no pasan las cosas maravillosas
de las películas. Ella conocerá a otro y yo a otra, es lo que la experiencia
nos ha enseñado. - Ella se levanta.
-Quizás
tengas razón, yo lo único que se ahora es que me voy a la cama, estoy muy
cansada. Buenas noches.
-Buenas
noches. - miro como se aleja, y antes de meterse en casa me grita desde la
puerta.
-Todavía
quedan dos días más para que esta maravilla de sitio cambie tu parecer. - Me
río en respuesta y finalmente se mete en casa.
Me quedo un rato
más al aire libre hasta que siento que el sueño me va invadiendo. Esta noche,
como me pasa últimamente sueño con ella, con Katniss.
Katniss’s PoV:
Estoy
tocando de nuevo la composición que presentaré en la audición, siento que
podría tocarla hasta sin partitura por la de veces que he practicado ya. Mañana
sale el avión y mis nervios son cada vez más fuertes. Cuando termino de tocar
las teclas suelto todo el aire de golpe, siempre se me olvida respirar ¿Tan
difícil es? Se supone que es una función que hacemos de manera inconsciente
pero de pronto parece que mis pulmones se olvidan de coger aire.
-Está muy
bien Kat, te va a salir perfecta. Como sigas tocando vas a tener agujetas en
los dedos. - Dice Annie mientras se hace la manicura. Yo me cojo un refresco de
la nevera.
-Gracias, y
de nuevo gracias por el piano. - Annie me presto un piano que pertenecía a su
tía abuela. Era un poco antiguo pero bien cuidado.
-Eres una
pesada. Ha sido un placer. - Cuando me siento miro el móvil. Nada, vacío.
Hace tres
semanas que Peeta se fue, no he recibido ninguna llamada, ningún mensaje, nada.
No he querido ir a su casa, a ver si se va a pensar que soy una pesada, aunque
ha estado con Clove, si eso no es pesado… Pensaba que cuando volviera se
pondría en contacto conmigo, pero nada de nada. Casi un mes ha pasado y sin
tener noticias, quizás es su forma de decirme que finalmente pasa de mí y ya
está. Maldita sea, no me des ese beso y luego no esperes que esté desquiciada
esperando respuestas Peeta Mellark. Dejo el móvil sobre la mesa con un golpe
seco.
-Vaya,
alguien está enfadada. - Dice Glimmer. - Deja ya el maldito móvil ¿No ves que
no dice nada?
-Llámale tú.
- Ofrece Prim.
-¡Qué dices
loca! Si tiene que decirme algo, que me llame él. -
-Tendrías
que haberle hecho caso a Marvel. Yo estaba con él, tendrías que haberle dicho
que te sigue gustando -Dice Annie, poniendo posturas para intentar pintarse las
uñas de los pies, la pobre ya no puede hacer muchas cosas con esa barriga. Es
por esto que no se da cuenta de la mirada de asesina que le manda Glimmer. -
Mierda, no puedo. Glimm ¿Me las pintas? -
-Que te las
pinte mi hermano. - Responde ella, cruzándose de brazos.
-Es que él
lo hace fatal. Vengaaa, porfii. - Annie le ofrece el pintauñas y le pone
ojitos. Me encantaría ver la escena de Finnick pintándole las uñas de los pies
a su embarazadísima novia.
-Joder, te
odio. Encima de que te pones de parte de Marvel… Dame eso. - Glimm le quita el
pincel y se pone manos a la obra. - Katniss, hiciste perfectamente, no le hagas
caso. Las hormonas hablan por ella.
-Pero la
semana que viene me voy. De una manera u otra, o me voy a Juilliard o a Harvard,
el lunes que viene ya no estaré aquí y no me gustaría irme sin saber que es lo
que piensa. - Me fijo en mi hermana, está dándose cariños con Cato en el
sillón. Arg ¿No tienen otro sitio donde demostrar su amor? - Encima Prim no
para de restregarme por la cara que ella tiene novio.
-Paciencia
Kat. En su momento, todo llega. - Dice ella.
-Vale pero
hasta que llegue, ahorraos las muestras de cariño para cuando yo no esté
delante - Le respondo, que envidia me da. - Creo que necesito un helado.
-Oh ¡Helado!
Me apunto. - Dice Annie, botando.
-No te
muevas mujer o te juro que no te vuelvo a hacer un favor jamás. - Dice Glimmer
con el pincel entre sus dedos.
-Lo siento.
Y si puede ser de chocolate mejor. - Ojala este helado me relaje, tanto por la
audición como por lo de Peeta. Quizás debería de hacerme a la idea de que él ha
pasado página totalmente y yo también deba hacerlo.
Al día siguiente
me despierto hecha un zombi, el vuelo sale temprano por lo que mi despertador
estaba puesto a las seis de la mañana, pero lo miro y aún son las cinco. Dudo
que vuelva a dormir, asique empiezo a hacer cosas. Llamo a un taxi para que
pase a por mí y me lleve al aeropuerto.
Cuando
escucho el claxon cojo las maletas, me
cercioro de que lo llevo todo y cuando voy a coger el bolso para salir, mis
padres aparecen por la puerta. No se quien está más extrañado si ellos o yo,
sus miradas se intercalan entre la maleta y mi cara. Yo, sin embargo, busco
alguna solución para salir de aquí lo antes posible. No aparecen en todo el
verano y vienen hoy, cuando tengo que salir por la puerta para dirigirme a la
audición que puede darme el futuro que yo quiero, pero que ellos no.
-¿Te vas? -
Dice mi madre.
-Si, tengo
un vuelo que coger ¿Hablamos cuando vuelva? El taxi me está esperando. -
-Acabamos de
llegar ¿A dónde vas? ¿De vacaciones? - Dice mi padre.
-Si. Llego
un poco tarde. Nos vemos. - Cuando voy a coger mi bolso, no se si es por los
nervios o es que la vida no me quiere dejar tranquila ni un momento, pero se me
cae al suelo saliéndose todo fuera cuando se estrella. Mi padre se agacha para
ayudarme a recoger, trato de guardarlo todo lo más rápido posible pero le da
tiempo de ver los billetes y las partituras que llevaba.
-¿Qué
significa esto? - Dice él. Se lo enseña a mi madre y pone cara de susto, parece
que es demasiado obvio lo que voy a hacer en Nueva York. -
-Katniss… -
Dice ella
-Por favor,
no me montes un numerito ahora. - Suenan los pitidos del taxi otra vez. - Me
tengo que ir.
-Kaat ¿No se
suponía que te tendrías que haber ido ya? -Prim aparece por las escaleras,
rascándose los ojos sin ser consciente de quien está aquí. Abre los ojos con
cuidado. -Mi madre… - Esas palabras vienen al pelo para la situación. Aprovecho
ese momento para tratar de escabullirme, pero se dan cuenta.
-Ni se te
ocurra salir por esa puerta. - No le escucho, le cojo los billetes y las partituras, bueno más
bien se las quito de las manos porque lo tenía todo muy bien agarrado. Cierro
la puerta detrás de mí. Me monto en el taxi y cierro antes de que les de tiempo
de abrir la casa y sigan gritándome.
-Al
aeropuerto. - Me apoyo contra el reposacabezas, cierro los ojos y me masajeo las sienes.
-Si, si.
Pero en el precio de la ruta va incluido este tiempo de espera. - Abro los ojos
y le hago la mirada del tigre.
-Al
aeropuerto. - Repito. Él se da la vuelta y conduce en silencio todo el
trayecto. Lo que me faltaba para este viaje, que aparecieran justo en ese
preciso momento. Pobre Prim, se va a ganar un interrogatorio por su parte.
Cuando llegamos me limito a pagarle y bajar la maleta.
Cuando ya he
pasado la maleta por rayos, y de haberme sometido a un cacheo por un error de
los guardas de seguridad por fin puedo entrar por la puerta de embarque y
sentarme en mi asiento. Antes de que me de tiempo a abrocharme el cinturón un
hombre viene y me da dos toques en el hombro. Me giro, imagino que con cara de
pocos amigos -ayuda el que haya dormido pocas horas - el hombre me mira
asustado.
-Disculpe,
es que creo que ese es mi sitio. -
-Mire, llevo
despierta desde las cinco de la mañana, el taxi me ha cobrado un pastizal, me
han manoseado todo el cuerpo buscando armas, cuando resulta que lo que tenía
era una horquilla del pelo. Deme eso. - Le cojo el billete y miro su asiento.
Efectivamente. - El tuyo es el 22F, el mío es el 22E, que es este. Ahora por
favor, déjeme dormir tranquilamente. -
El hombre, sin parpadear, se marcha cuando le doy su billete. Finalmente puedo
abrocharme el cinturón y dormitar tranquilamente dejando a un lado mis padres,
Peeta y al espíritu santo, lo que yo quiero es dormir.
Peeta’s PoV:
Mi padre me
espera en el aeropuerto, junto a taxistas y otras familias esperando a recoger
a alguien. Entre sus manos hay un cartel que pone mi nombre. Cuando termino de
bajar las escaleras mecánicas me da un fuerte abrazo.
-¿Me has
echado de menos? - Le pregunto, bromeando.
-No,
simplemente es que pasaba por aquí y dije: Dado que no tengo nada mejor que
hacer voy a recoger a mi hijo, del cual tampoco me había dado cuenta de que no
estaba en casa. - Dice, bromeando también, espero.
-Vale, vale.
Queda claro que no. - Nos reímos ambos y vamos a cargar las maletas en el
coche.
-Sé que esto
no es como Montana, pero espero que no te den ganas de volver a irte. -
-Para nada,
he echado de menos el ambiente de aquí. La tranquilidad me gusta, pero está
bien ver a más gente aparte de la del pueblo. - Le respondo.
-¿Te ha
servido estar allí? -
-Pues si, ya
sé que voy a hacer. -
-O sea que
al final hablábamos de ti ¿No? - Mi padre se ríe por lo bajo.
-Como si no
lo supieras desde el principio. -
Seguimos
charlando hasta que llegamos a casa. Yo deshago la maleta rápidamente y pongo a
cargar el móvil, me lo dejé aquí con la total intención de desconectar. Espero
después de meter el PIN, me llevo una pequeña decepción cuando no veo ninguna
llamada ni ningún mensaje. No le dije cuando volvía -error mío- , así que
esperaba que llamara o enviara algún mensaje para saber de mi. No pasa nada, me
acercaré a su casa después de comer y hablaré con ella. Suelto el móvil de
cualquier manera sobre la cama y me ducho, el viaje me ha agotado. Cuando voy
bajando las escaleras me viene el olor a la comida, que bien huele.
-¿Qué hay
para comer? - Cuando entro a la cocina trato de ahogar una risita, ver a mi
padre con un delantal de cocina que tiene un estampado de un tío cachas es muy
cómico
-Adivina. -
Me acerco y miro lo que hay en los cazos.
-Ohhh
¿Lasaña? -
-Correcto.
-Me encanta.
-
-Lo sé. Tu
madre y yo estuvimos a punto de cambiarte el nombre por el de Garfield. -
Después de
mantener una conversación con él sobre lo que han resultado mis vacaciones, y
de haber reposado un poco la comida cojo las llaves de la moto y me dispongo a
ir de no ser porque la pobre, después de tanto tiempo sin usarla no arranca.
Joder, después de un rato intentándolo y de no conseguir nada mi intención es
coger el coche pero mi padre lo necesita. Solo me queda ir andando, me gustaría
poder llegar antes pero voy a tener que darme un paseo. Mientras en otros
sitios el tiempo comienza a cambiar, aquí todavía hace un calor de los mil
demonios.
Una vez me
encuentro delante de la puerta, me dispongo a llamar. Los nervios crecen
mientras espero a que abran la puerta, pero se desvanecen cuando veo a Effie,
su madre. La miro extrañado, en realidad la había visto pocas veces. Tengo
entendido que no pisan casi su propia casa.
-Hola ¿Puedo
hablar Katniss? - Cuando pregunto por ella, Effie sale del umbral de la casa y
entorna la puerta tras de si.
-Ella no
está ahora, está de viaje, además no es un buen momento. - Dice en un susurro y
mirando a sus espaldas en cada palabra.
-¿Cuándo va
a volver? ¿Puedo esperarla? - Necesitaba hablar con ella lo antes posible.
-¿Quién es
mamá? - Pregunta Prim al otro lado de la puerta.
-Es el
cartero, me está preguntando por una calle. -Dice volviéndose hacia adentro. -No
sabemos cuando va a volver. Y será mejor que te vayas, no es un buen momento.
Me alegro de verte, adiós. - Y sin darme tiempo si quiera a rechistar me cierra
la puerta en las narices.
Me siento un
rato en los escalones de la entrada, esperando a que vuelva. Cuando llevo un
rato sin ver nada más que coches que no
conozco delante de mi, me levanto y sigo caminando. Voy para casa de Finnick a
ver si allí puedo encontrarla. Llamo a la puerta y me abre Glimmer, la cual
levanta una ceja y se apoya en el marco de la puerta.
-Hola ¿Está
Katniss? Tengo que hablar con ella, no está en su casa. -
-Claro que
no está, se ha ido. Ahora vete de mi casa. - Finnick impide que me vuelvan a
cerrar por segunda vez una puerta en las narices. Glimmer se va con cara de
indignación.
-Perdonala,
ya sabes que cuando tiene rencor… -
-Lo
entiendo, no pasa nada. Venía buscando a Katniss ¿Ha dicho Glimmer que se ha
ido? ¿A dónde? -
-¿Por qué no
la has llamado ni ido a ver hasta ahora? - Él pasa de mis preguntas, ruedo los
ojos y le respondo con toda la paciencia que me queda.
-He llegado
hoy, y no tenía el teléfono a donde me he ido ¿A dónde se ha ido? - Repito,
tratando de no tratar de perder los nervios.
-Pues ella
cogió ayer un vuelo hacia Nueva York. -
-¿Y a ella
que se le ha perdido en Nueva York? - Expreso mis pensamientos en voz alta.
-Anda pasa y
te lo explico, si no te incomoda la mirada asesina de mi hermana. - Me meto
dentro sin responderle. Lo que no me esperaba era encontrarme a toda la tropa
aquí metida y todos los pares de ojos se centran en mi. Es un momento un poco
incomodo de pronto todo se queda en silencio con mi presencia.
-¿Qué pasa?
Ni que fuera un terrorista. - Dice Finnick a mis espaldas guiándome para
sentarme en el sofá. - Ha venido buscando a Kat.
-¿Qué le vas
a decir? - Dice Annie, bastante entusiasmada. - Perdón, no me incumbe, lo se. -
Vuelve a recostarse sobre el sillón y a comer sus chucherías. Hacía tanto
tiempo que no la veía que ver ahora lo grande que está me sorprende.
-¿Cómo lo
llevas? ¿Se sabe lo que es? - Pregunto, me siento un poco culpable por no
haberme interesado como debería. Ella pone sus manos sobre la barriga mientras
sonríe.
-Por el
momento lo llamamos bebé, todavía no sabemos que es. Y todo va estupendo. -
-Me alegro.
- Le respondo.
-Sobre lo de
Katniss. - Dice Finnick, redirigiendo la conversación. - Se fue ayer a hacer la
audición para Juilliard. De hecho estamos esperando a que llame para saber como
le ha ido. - Así que al final está a un
paso de cumplir su sueño. Espera esa academia donde se supone que está, nunca
me he parado a pensarlo.
-Se que es
una pregunta estúpida. -
-De ti nos
lo esperamos. - Dice Glimmer, con un poco de desprecio en su voz he de decir.
-¿Dónde está
exactamente Juilliard? -
-En Nueva
York. - Dicen todos a coro, parece que soy el único que no lo sabía. Yo también
estaré allí. No me da tiempo a pensar en nada más cuando suena el teléfono.
Todos se pelean por cogerlo hasta que al final lo coge Annie, lo pone en manos
libres en el centro de la mesa.
-¿Si? - Dice
ella.
-¿Sabéis
algo? - Suena como Prim.
-Mierda Prim
estamos esperando la llamada de tu hermana. - Suelta Marvel. - ¿Por qué no
estás aquí? -
-Una larga
historia. Mis padres vinieron justo cuando ella salía de casa. Yo estoy
castigada por haber guardado ese ‘secreto’ y básicamente resumido eso es lo que
pasa en mi casa. -
-Joder,
suerte pequeña. Te avisaremos cuando sepamos algo, adiós! - Y cuelgan.
-Parece que
se ha liado bastante grande. - Dice Glimmer. - Espero que la cojan y le de una
hostia en las narices a Haymitch.
-En realidad
es un padre que solo quiere lo mejor para su hija. - Le digo.
-Pues la
está cagando. - Me responde ella.
-Solamente
tiene que ver lo que a ella realmente la hace feliz. -
-Bueno, eso
tú tampoco supiste verlo en su momento. - Ugh, no le respondo porque sé que
tiene toda la razón.
-Glimm… - Le
reprocha Marvel. Ella sin decir nada se levanta y se marcha del salón. -
Perdónala, ya sabes como es.
-No, déjala.
Me lo merezco. Lo que no se es como todavía sigo aquí y no me habéis echado a
patadas.
-Pues porque
todo el mundo merece oportunidades en su vida, si es que se la merece claro. -
Dice Finnick. Nos miramos entre nosotros tres y nos quedamos un momento sin
decir nada. Me doy cuenta de que Annie mira a nosotros y después al techo
mientras se muerde el labio.
-Mmm, creo
que voy a ver como está Glimmer. - Se levanta y en pocos segundos estamos
solos. Dado que creo que soy yo el que debe dar el paso hablo primero.
-No venía
con esta intención, pero creo que es un buen momento para pediros perdón. No me
porté bien con vosotros, me convertí en una persona diferente pero ya me he
dado cuenta de mis errores y no quiero irme de aquí con este mal sabor de boca.
-Venga tío,
no pasa nada. Sabemos que estabas pasando por un mal momento. Por nosotros está
todo olvidado y enterrado, lo importante es que te hayas dado cuenta de lo que
estaba mal. Borrón y cuenta nueva-
-Gracias, de
verdad. - Se me acercan los tres y me dan un abrazo.
-Oh vamos no
me jodas, esto parece un capítulo de la casa de la pradera. - Oigo a Glimmer en
la puerta del salón cruzada de brazos y a Annie dando saltitos a su lado. - La
enana hiperactiva me ha convencido para hacer tregua, pero yo paso de darme
abracitos. - Le sonrío dándole las gracias.
-Eres una
tía dura. - Le dice Marvel acercándose a ella y dándole un morreo de los que
tiene pinta que quitan la respiración.
-Imbécil. -
Le responde ella. Estos dos se quieren a su manera, no es un amor empalagoso
como puede llegar a ser el de Finnick y Annie, que parece que están más
enamorados que nunca.
-Oye yo
quería hacerte una pregunta. - Se dirige Annie a mí.
-Dime. -
-¿Clove?
¿Enserio? - Todos se ríen por lo bajo, supongo que para no reírse tan
descaradamente en mi casa. De todos modos entiendo sus risitas malvadas.
-Ha sido un
momento de mi vida que querría enterrar en lo más hondo. -
-No se como
has podido acostarte con esa tía. - Dice Marvel.
-En realidad
no hicimos nada. -
-No me lo
creo. - Dice, todos tienen una cara de incredulidad.
-Es cierto.
Me daba un poco de repelús esa tía. - Entonces todos se ríen fuerte y a coro.
-Eres un
pringao. - Se mofa Finn.
-Vale,
gracias. - Ahora es cuando me doy cuenta de que los he echado bastante de
menos. En realidad mi ambiente es más como este, una amistad sana.
-¿Oye y que
vas a decirle a Katniss? Has venido aquí buscándola ¿No? - Dice Glimm.
-Son cosas
que…tenemos que hablar primero entre nosotros. -
-Oh venga,
lo sabemos todo. Os vimos un poco acaramelados en su casa. - Ruedo los ojos,
como no… Aquí todos lo saben todo, sino Annie ya se encarga de decírselo a
todos.
-Pues, venía
con la intención de decirle que no deberíamos de vernos más. Por eso de que
cada uno va a seguir su camino - Todos me miran con pena. - Pero cuando me habéis
dicho que estaba haciendo la audición para Juilliard se me han roto todos los
esquemas. Me han admitido en Columbia por lo que estaremos en el mismo estado.
-De todos
modos a ella la han cogido en Harvard, así que de una manera u otra seguiríais
en Nueva York ambos. -
-¿Entonces
que vas a hacer? ¿Aún te gusta no? -
-Si, pero… -
Me interrumpe la melodía del teléfono móvil que vuelve a sonar en el centro de
la mesa esperando a que alguien descuelgue. Lo intenta Annie, pero parece una
tortuga como cuando está boca arriba, al final lo coge Glimmer.
-¿Kat? -
-Hey hola.
Estaba llamando a Finnick ¿Está bien?
-Si claro,
lo que pasa es que hemos hecho quedada para ver que te decían. -
-Me lo dicen
mañana, es cuando se acaban las audiciones. - La cara que se le queda a todos
es de chasco.
-Ya veras
como tienen buenas noticias. Además aquí hay una sorpresita para ti. - Dice
mirándome, yo le hago señas para que no le diga nada, ella me mira
interrogante.
-¿Qué es? -
Glimm se queda callada sin saber que decir.
-Se supone
que es una sorpresa y no te lo podemos decir, listilla. - Dice Finnick.
-Bueno pues
os veo mañana, y a mi sorpresa también. Adiós chicos! - Y cuelga.
-¿Por qué no
has querido hablar con ella? - Dice Annie.
-¡Pues
porque todo se ha dado la vuelta y no sé que decirle ahora! -
-Que te
sigue gustando, por ejemplo. -Responde Marvel. - Le das demasiadas vueltas a
las cosas, lánzate, no pierdes nada.
-Pero yo ni
siquiera se si ella me va a perdonar, ni si yo le sigo gustando. -
-Já. -
suelta Marvel, quien se ha llevado un pisotón por parte de su novia. No se que
ha querido decir eso, pero quizás tenga razón y deba tirarme a la piscina, esté
llena o vacía.
me ha encantado el cap, que ganas del siguiente me encanta!!! creo que no aguantare viva hasta el siguiente... la curiosidad me esta matando!! Me he reído un montón con lo de Garfild, jajaja esta muy bien. Esta fantástico eres una escritora 10.
ResponderEliminarBye, besoooooos <3
Ainssssss, no puedo creer que Peeta fuera pensando en decirle que cada uno por su lado.... Gracias a los chicos que han aclarado las cosas. Top que vayan a terminar en el mismo lugar!! No puedo esperar para ver que nos tenes preparado para la reconciliación. Ha sido mucho tiempo de espera, pero no dudo un segundo que valdrá la pena. A ver que pasa finalmente. Te quedó muy bien este capítulo. Besos!!
ResponderEliminarPorfiiiiii necesito otro capi nuevo yaaa guapííííííssisisimaaaa, que no es justo que nos dejes así de enganchadas ;P
ResponderEliminarLo primero que quiero decir es que lamento que mis comentarios sean un asco, pero voy mal de tiempo y meh.
ResponderEliminarLo pasé muy mal cuando dejaste de actualizar, la verdad. Estuve recargando tu página casi día tras día, hasta que diste señales de vida y me alegraste por completo.
Ya no estaba preocupada por la historia, sino por ti. Temía que te hubiese pasado algo. u.u
Con respecto al capítulo... No sabes lo feliz que estoy de que Peeta ya se haya decidido, srsly. *----*
No sé qué decirte que no te haya dicho antes, so... ¡Te quiero y gracias por hacernos felices a todos con tu historia!
Beeeeeeeeesos^^
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarporfavooorrrrrr cuando vas a subir el siguiente capituloooo lo necisitooooooooo no puedo esperar porfavorrrrrrrr que hace tiempo que no subes ninguno !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarHace 5 meses q no sube :S
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