Buenas tardes mis queridas lectoras!! Buhh. Aunque no me creais odio subir tan de tanto en tanto, pero aquí estoy, cumpliendo con lo que prometí. Es 9 y aquí teneis el capítulo recien cocinado. Espero que os guste tanto como a mi me ha gustado escribirlo, me han dado incluso ganas de llorar T_T. Os Love.
CAPITULO
23: UN MAL DÍA
Después
del incidente de la otra noche estaba muerta de miedo. Y no solo por
el detalle de los bombones, si no también porque cada día me
llegaba un ramo de rosas blancas a casa. Nadie sabía de este
detalle, no quería meter más preocupaciones en las cabezas de mis
amigos, mucho menos en la de Peeta. Me llamaba cada hora para saber
como estaba, sino se presentaba en mi casa para pasar todo el tiempo
conmigo o en su defecto todos juntos. Por esto me costaba mantener lo
de los ramos en secreto, estaba atenta cada minuto para interceptar
al mensajero a mitad de camino para que no se acercara a casa. Antes
de entrar lo tiraba en el contenedor más cercano. Tampoco me sentía
cómoda en la calle, sentía como si un par de ojos se clavaran en mi
nuca cada vez que me daba la vuelta.
La
mano de Peeta me devuelve a la realidad. Estamos en el ambulatorio
todos juntos. Si, al final todos se enteraron del pequeño problema
de Annie. Estábamos haciendo ella y yo palomitas en la cocina antes
de poner la película en el DVD. Empezamos a hablar del tema,
confiando en que nadie entraría a la cocina, cuando nos escuchó el
mejor de todos. Marvel empezó a gritar por toda la casa ¿¡ESTAS
EMBARAZADA!? Eso alertó a los demás y así es como hemos terminado
en manada en la sala de espera de la consulta de mi amiga. El medico
ya la había llamado y ella y Finnck habían desaparecido tras la
puerta. Llevaban más de un cuarto de hora dentro, lo más seguro es
que ya sabrían si estaban embarazados o que. A ninguno nos quedaban
uñas por morder. Cuando creía que tras la puerta había un universo
paralelo que se había tragado a mis amigos de pronto salen a paso
lento de la consulta. Mi amiga está pálida, con la mirada perdida.
Finnick está más o menos igual que ella pero creo que guarda mejor
la compostura, porque la sujeta por la cintura y de una mano,
temeroso de que en cualquier momento se fuera a caer.
-¿Y?
- Pregunta por fin alguien. No se muy bien quien ha sido, estamos
pasmados esperando una respuesta.
-Voy a
ser padre. - Dice Finn, todavía sin creérselo. Oh joder, estaba
embarazada. Era definitivo, un medico y pruebas científicas se lo
habían confirmado y no un palito donde tenías que mear. Annie
seguía con la mirada perdida en en un punto de la pared opuesta de
la sala.
-Joder
¡Y yo tío! - Dice muy, muy entusiasmado Marvel. ¿Hola? Que alguien
me explique de donde sale esa emoción. Me acerco a Annie para
cogerle la mano que tiene libre.
-Cariño
¿Cómo estás? - Trato de decirlo de la forma más suave que puedo.
Creo que está en estado catatónico.
-No lo
voy a tener. - El primero en reaccionar es Finnick que la mira con
ojos abiertos. Se separa de él para echarse a mis brazos a llorar.
Él me mira, como pidiéndome una explicación, pero sigo igual que
él.
-Annie,
estás nerviosa. Piénsalo, esa clase de decisión no la puedes tomar
en caliente – Trato de que entre en razón. Nadie más reacciona,
sus palabras nos han sorprendido a todos.
-Está
decidido Katniss...No quiero ser madre tan pronto. Todavía tengo que
ir a la universidad... tengo que hacer muchas cosas antes de atarme
de esa forma.
-¡No
puedes hacer eso! -
Oh,
oh... Glimmer ya se ha despertado y parece dispuesta a armar jaleo
del bueno en mitad del centro de salud. Unos ancianos que estaban
esperando su turno nos miran recelosos. Me disculpo con la mirada con
ellos y guío a Annie hasta la calle. Si creía que la bronca se iba
a acabar ahí estaba equivocada. - ¿Como vas a hacerle eso a tu
hijo? - Ella esconde su cara en mi cuello, como una niña pequeña
asustada. Tampoco creo que me equivocara mucho, estaba muy asustada.
-Yo...
no puedo... - Hipa a causa del llanto – No puedo hacerlo...
-¿Le
has preguntado a Finnick? - La rubia señala a su hermano con el
dedo. Annie por primera vez desde que ha salido por la puerta lo
mira, pero es como si no pudiera soportarlo porque vuelve a
refugiarse en mi cuello. Yo no puedo hacer otra cosa que consolarla,
no se que otra cosa hacer. - Él también merece formar parte de la
decisión.
-Este
niño es mío. Es mi cuerpo. No voy a tenerlo, lo decidí incluso
antes de saber si estaba embarazada. -
Dice
con voz alta y clara, totalmente segura de si misma. Glim chilla de
indignación. Sale corriendo con su hermano, supongo que su prioridad
ahora es consolarlo. Nunca lo había visto así, las lágrimas caen
por sus ojos. Un hombre como él no debería llorar, no está bien.
El Finnick siempre sonriente y optimista ante la vida había
desaparecido y lo había sustituido un chico temeroso y desgarrado.
Podía ver en su cara la desesperación. Estamos sentados en varios
bancos. Estoy sola con Annie, que se ha quedado dormida en mis brazos
y Peeta a mi otro lado, dándome caricias y apoyo. Estaba totalmente
agotada. Mis brazos se resentían de tenerla ya un rato sujeta en la
misma posición. Cuando siento un par de gotas de lluvia caerme en la
mejilla aparece Finnick y se pone frente a mi. Ya no llora pero
estaba claro que está devastado. Me la arrebata y la coge en brazos.
Ella no se despierta, solo acomoda su cabeza en el pecho de su novio
y sigue durmiendo plácidamente, en el mundo de los sueños, donde
las penurias del mundo no pueden alcanzarle. La quiere demasiado.
Llegando a unos límites insospechados, daba miedo la forma en la que
estos dos se amaban. Se que si ella ya ha tomado esa decisión él no
iba a imponer sus deseos. Pero debía hacerlo, por él mismo, por
ella, pero sobre todo por el bebé que estaba creciendo en el
interior de mi amiga. Estiro mis brazos y no puedo evitar poner cara
de dolor, Peeta me coge de la mano y da un apretón. Yo solo me
limito a sonreirle débilmente.
-Muchas
gracias Katniss...Voy a llevarla a casa. Supongo que debemos tener
una conversación con nuestros padres... - Pone una sonrisa amarga en
sus labios. Cuando se da la vuelta para marcharse me levanto,
arrastro a mi novio conmigo. No estoy dispuesta a soltarle.
-Finnick
espera. - Digo bajito para no despertarla. Está empezando a cogerse
la lluvia, iré rápido. - Habla con ella. Convéncela, por favor. Se
arrepentirá toda su vida si cumple lo que ha dicho. - Me asiente con
la cabeza y ahora si que se marcha. Con eso me vale, se que hablará
con ella.
-¿Cómo
estás? - Abrazo a mi sustento en estos momentos, aunque no haya
querido demostrar debilidad con Annie ahora me empezaban a fallar las
piernas.
-Agotada,
triste, enfadada... ¿Quieres que siga? - Me acaricia suavemente el
pelo.
-Te
entiendo. Creo han sido demasiadas emociones para solamente una
mañana.
-Demasiadas...
- Sin decir nada, separa mi rostro de su cuerpo y alza mi barbilla
para besarme. Después se separa de mi para abrazarme muy fuerte por
los hombros.
-No se
que habría hecho si de verdad ese predictor hubiera sido tuyo y no
quisieras seguir.
-Por
el momento eso no entra en mis planes. - Quiero evadir este tema, no
estoy bien, realmente estoy deprimida. Se pone rígido.
-Pero
puede pasar, mira lo que les ha pasado a ellos. Tú...¿Qué harías?
- Suspiro, mejor quitármelo ya de encima.
-¿Sabes?
Al principio cuando me dijo que probablemente estuviera embarazada
pensé que era una putada. Pero ahora la putada ha pasado a ser el no
seguir adelante. Lo tendría sin dudarlo. - Suelta todo el aire de
golpe, suspirando de alivio. Me da un delicado beso en la frente.
-Me
alegra escuchar eso. Ven, vamos con los demás.
El
ambiente por esta parte no está mucho más animado que el nuestro.
Todos tienen la cabeza agachada, enfrentándose a sus enemigos
internamente. Glimmer estaba llorando en los brazos de Marvel, que la
abrazaba mientras la mecía en su regazo. Supongo que esto nos supera
a todos. Después de no se cuanto tiempo decidimos marchar cada uno a
su casa. Estoy en la puerta de la mía despidiéndome de Peeta.
-Como,
arreglo un par de cosas que tengo en mente y me paso a verte más
tarde ¿De acuerdo?
-Vale.
No me moveré. - Me acaricia la mejilla con el dorso de la mano y me
besa. Es un beso largo, pausado y totalmente perfecto. Lo he echado
de menos durante el rato que hemos estado juntos.
-Te
quiero. -
-Como
yo a ti. -
Le
respondo. Me sonríe y se separa para marcharse. Me quedo en la
puerta hasta que ya no logro vislumbrarlo. Estoy metiendo la llave en
la cerradura cuando escucho un ruido a mis espaldas. Me giro asustada
y empuñando las llaves, como si me fuera a valer de algo... No hay
nadie. Vale Katniss, te ves estúpida. Me vuelvo a girar para abrir
de una vez y meterme en la seguridad de mi hogar. Estoy con un pie
dentro cuando una mano se apoya en mi hombro. Me doy la vuelta y le
doy una patada en la espinilla. La cabellera color bronce de Finnick,
que ahora mismo esta frente a mi cara por el angulo que ha tomado su
cuerpo, me devuelve a la realidad. He pegado a mi mejor amigo, el
cual no estaba pasando por su mejor momento. Mala amiga.
-Dios
mio Finn, lo siento. Pensaba que eras otra persona. - Se levanta, sin
apoyar la pierna.
-No
pasa nada. Aunque compadezco al que algún día se meta contigo. -
Trata de bromear, pero le sale el tiro por la culata.
-¿Cómo
estás? ¿Cómo está Annie? - Le invito a pasar a casa. Se sienta en
el sofá.
-La he
dejado durmiendo en su casa. Primero hemos hablado con sus padres.
Ellos ven bien que vaya a abortar, aunque también aceptaban que
ella lo tuviera. -
Se
tapa la cara con las manos, totalmente afligido. Lo atraigo hacia mi
y él pone la cabeza sobre mi regazo y comienza a llorar de
nuevo...Acaricio su pelo tratando de consolarlo, vaya día. Este
hombre es demasiado grande para mi pequeña complexión, este
cuerpito no sirve para consolar a personas tan grandes, mis brazos no
abarcan.
-Espero
que cuando despierte vea las cosas de otra manera. -
-Lo
dudo mucho Kat... Ya ha pedido cita para ir al medico, es mañana. Me
ha pedido por favor que te diga que quiere que vayas con ella. La
acompañaremos los dos, también puede venir Peeta, pero ya está.
-Haré
lo que haga falta por ella, lo sabes. Aunque no esté de acuerdo con
lo que vaya a hacer, lo respeto. No puedo dejar a mi amiga en estos
momentos. - vuelve a su posición original para mirarme a los ojos.
Pone una mano sobre mi mejilla.
-Eres
tan buena Katniss... eres una persona ejemplar. Me gustaría ser la
mitad de como tú. Eres única. - Esas palabras me ponen los vellos
de punta. 'Si tu supieras Finnick... No soy tan buena como puedo
aparentar'
-Solamente
hago lo que debo como amiga. Por que quiero. - Sonríe
superficialmente. Se que no siente la alegría que debería de
significar una sonrisa.
-Por
cierto, no pienses que Glimmer es cruel con ella.
-Yo no
he pensado eso... Puede que si que haya sido algo brusca con Annie
teniendo en cuenta la situación en la que está.
-Tiene
sus razones para comportarse así. - Oh, mi mente vuela. ¿Ella ha
estado en una situación similar? Puede que también estuviera
embarazada y decidiera hacer lo mismo que Annie. Lo hizo y ahora se
arrepiente por haberlo hecho- Oh, no pequeña, no es lo que estás
pensando.
-Pues
explicámelo, me has dejado con las ganas. - Se ríe por mi
comentario, algo bueno que has hecho en el día Katniss, buen
trabajo.
-Pasó
hace unos seis años... En ese entonces tú no vivías aquí y no te
conocíamos. Mi madre se quedó embarazada, estábamos todos muy
ilusionados con el bebé. Creo que la que más era Glimmer. Una
ecografía mostraba que era una nena. Cuando lo supo se volvió loca,
empezó a pensar en nombres, comprar vestiditos, diseñar su
habitación... - Súbitamente su rostro se ensombrece, no habla.
-¿Que...
que pasó? - Pregunto temerosa, no se si quiero saber lo que viene
ahora.
-Mi
madre tuvo un aborto. Nos entristeció a todos, tardamos en
superarlo. Todos queríamos con locura a esa pequeña, y tuvimos que
hacernos a la idea de que no iba a llegar. Después de eso mi madre
perdió la fertilidad y no pudo volver a quedarse embarazada. - Me
llevo las manos a la boca, horrorizada...
-Eso
es terrible Finnick. Lo siento mucho... -
-Supongo
que ahora entiendes porque Glimmer se ha puesto como se ha puesto. Yo
tampoco estoy de acuerdo con que no quiera seguir, pero ¿Qué hago?
Ya he intentado convencerla, no me escucha. He perdido toda
esperanza.
-Lo
siento tanto... no te mereces que te esté pasando esto. -
-Ya lo
quiero Katniss ¿Cómo puedes querer a una persona que ni siquiera
conoces? - Se tapa la cara con las manos.
-Es tu
hijo, claro que lo quieres...
-Me
siento tan impotente.
Trato
de recomponer los pedacitos en los que se ha convertido Finnick sin
mucho éxito. Cuando se va de casa me deja preocupada, pero no hay
nada que hacer. Esta decisión lo va a acompañar durante toda su
vida. Ese hijo que pudo ser y nunca fue, Annie no tiene ni idea de lo
que va a hacer. Solo de pensar en su arrepentimiento en un futuro
hace que se me pongan los pelos de punta. Hay mujeres que acaban con
problemas psicológicos graves después de un aborto y yo no quiero
que acabe mal.
Necesito
relajarme y desestresarme, así que me subo a la habitación para
darme una buena ducha caliente. El calentor me ayuda a despejar la
mente y poder quedarme en blanco, lo cual no viene del todo mal
después de los días tan malos que estoy pasando últimamente.
Cuando me tiro de nuevo al sofá escucho el timbre de casa. Me
levanto para abrir, lo más seguro es que sea Peeta. Pero no, delante
de mi y en el suelo hay un sobre grande y amarillo. Miro a todos
lados esperando ver a alguien, pero nada. Esto es como la típica
película mala de terror. Lo recojo del suelo antes de que ningún
vecino pueda verme y me meto de nuevo en la casa, me siento más
segura cuando hecho todos los cerrojos de la puerta. Tiro el sobre a
la mesa de centro y deambulo al rededor de ella, decidiendo si
abrirla o tirarla directamente a la basura. Tiene que ser de la
persona que ha estado mandándome los ramos de rosas. Decido que no
quiero saber más del tema y tiro el sobre precintado al cubo de la
basura. De nuevo el timbre, tiemblo de pies a cabeza. Parezco
realmente un flan, me acerco sigilosamente a la puerta. Si me
mantengo aquí nada me va a pasar, en el momento que trate de abrir
la puerta y sea esa persona puede hacer lo que quiera conmigo. Estoy
tan absorta mirando a la puerta que me tropiezo con lo que fuera que
hay en el suelo y armo un jaleo tratando de no caerme. Vuelven a
llamar al timbre, me reprendo a mi misma. Seguro que me ha oído y no
se irá hasta que no abra.
-Cariño
te he oído, abre. - Suspiro de alivio, es Peeta. El sonido de los
cerrojos inunda la estancia y me mira extrañado antes de dejarle
pasar. - ¿Por qué estabas encerrada?
-¿Y
por que no? -
Se
encoge de hombros para dejar pasar el tema. Me da un beso y se
recuesta en el sofá totalmente exhausto, creo que todos estamos
igual hoy. Sin necesidad de que me diga nada me acuesto de espaldas a
él, recostada en su pecho. Sus manos cogen las mías y nos rodea con
nuestros brazos.
-¿Cómo
estás? - Pregunta un tanto preocupado -
-He
tenido días mejores ¿Y tú? -
-Agotado.
Pero no físicamente, sino mentalmente. No paro de darle vueltas al
tema de los chicos.
-Yo
igual. Hace un rato ha estado Finnick aquí, parecía tan
vulnerable... se ha desmoronado y ha llorado como un niño pequeño.
Me desconcierta verle así.
-Supongo
que hasta el más fuerte de los hombres necesita llorar. Me alegro de
que haya recurrido a ti. Eres la mas buena y cariñosa de las mujeres
del universo. -
cerca
de sentirme alagada lo que hace es que me de asco a mi misma. ¿Por
que todos tenían esa visión de mi? No era la más buena ni de
lejos. Todavía me siento mal conmigo misma por como comenzó mi
relación con el que ahora está aquí. He decidido que no se lo voy
a contar ¿Para que? Estamos bien, y eso es lo que me importa.
¿Egoísta? Pues si, para que engañarnos. Ya era hora de querer
cosas buenas para mi, y no me arrepiento de tomar esa decisión.
-Annie
ha tomado la decisión definitiva. - Se tensa detrás de mi, acaricio
su mano con mi pulgar en círculos para tratar de suavizar la
noticia. - Va a hacerlo, va a abortar... - Suelta un suspiro de
cansancio, creo que se lo esperaba. - Finn me ha dicho que quiere que
la acompañe mañana al medico. Ven conmigo por favor, no creo poder
afrontar yo sola eso.
-Iré
contigo amor. Si lo necesitas estaré contigo. -
La
conversación toma rumbos distintos. No se como pero hemos terminado
hablando de las universidades, casi todas las que tiene en mente son
en este Estado. Osea que relativamente no se iba a alejar demasiado
de su familia y amigos, en cambio yo me encuentro en una situación
completamente diferente. Tengo que hablar pronto con mi padre, con
Effie no había problema alguno, ella respetaba mis decisiones.
Ahora... Haymitch era harina de otro costal. Cuando lograra coincidir
con ellos en algún momento de mi existencia tendríamos una charla.
Lo que
no me imaginaba es que fuéramos a coincidir tan pronto. Seguíamos
en la misma postura cuando la puerta de la entrada se abre, en un
principio pensaba que serían Prim y Cato. Pero no, son mis padres.
Supongo que mi cara y la de ellos son parecidas, no puedo ver la de
Peeta pero su reacción es la de soltar mis manos y, sin darme tiempo
de retirarme, se levanta haciendo que casi cayera de morros contra el
parqué.
Llevaban
bolsas del centro comercial, supongo que son los regalos de la
navidad. Lo que no esperaba es que estuvieran a estas horas en casa.
Abro y
cierro la boca tratando de hablar, así lo único que hago es
balbucear.
-Mmm,
hija ¿Quien es este chico? -
Me
mira sonriente, para después dirigirle una mirada evaluadora a mi
novio. Su sonrisa se ensancha y pone cara de satisfacción en el
rostro mientras asiente. No me lo puedo creer, creo que mi madre le
da el visto bueno a mi novio. Peeta, en reacción, extiende su mano
para presentarse.
-Buenas
tardes señora. Soy Peeta Mellark. -
La
boca de mi madre forma una perfecta O. Sabe quien es, pero lo
relaciona como el novio de una de mis mejores amigas. No dice nada y
estrecha su mano.
-Encantada
Peeta. Yo soy Effie y me gustaría que me llamaras así. No me gusta
eso de señora, y disculpa a mi marido. Puede que esté un poco
sorprendido. -
Le
guiña un ojo de complicidad. Vale, que alguien me explique que está
pasando aquí. Llego a notar como se pinta en la cara de mi novio una
pequeña y tímida sonrisa. Mi padre reacciona y se presenta. Le
estrecha la mano, aunque intuyo que con más fuerza de la necesaria.
-Soy
Haymitch. ¿Eres el novio de mi niña? - Aleee. Claro que si, que
tacto que tienes papá. La cara de Peeta no puede ser más cómica.
Tiene los ojos abiertos y los labios sellados.
-Si
papá, es mi novio. - Tres pares de miradas se centran en mi.
-Yo
creo que debería irme. - Dice a mi lado.
-Si,
creo que si chico. - Peeta va a despedirse de mi dándome un beso en
los labios pero a mitad de camino se arrepiente, supongo que por la
mirada fija que recibe de mi padre, y planta sus labios en mi frente.
-Encantado
de conocerlos. -
-Nosotros
más que encantados cariño –
¡¿Pero
que cojones le pasa a mi madre!? Es la mujer más emocionada que haya
visto en mi corta vida. Cuando cierra la puerta se lanza hacia mi
para abrazarme. - ¡Me encanta! ¡Es guapísimo nena! ¿Ha salido de
una revista de modelos o algo? - Me sonrojo abruptamente.
Despreocupada ya por mi madre me fijo en Haymitch. Tiene la cara
ligeramente roja y los labios apretados formando una fina linea. -
Vamos no te pongas tan a la tremenda, la niña se ha echado un novio.
No es tan malo, está en la edad.
-No
estoy acostumbrado a que pasen estas cosas. -
-Bueno
papá, algún día tenía que pasar ¿No? No quiero morir sola.
-Pero
es muy pronto... - Dice en un susurro - ¿No es muy joven Effie?
-Para
nada, solamente recuerdanos a nosotros. También eramos jóvenes. -
Suspira audiblemente y me señala con el dedo.
-Quiero
conocerlo. No se va a librar de mi tercer grado. - Contenta porque mi
padre no se haya puesto a la tremenda, le doy un abrazo emocionada.
-Claro
que si. ¡Muchas gracias! -
Los
ayudo a envolver los regalos, menos los míos. Esos los envolverá
Prim. Han comprado cantidad de cosas. Desde peluches de Bob Esponja
(A Prim le vuelve loca) hasta un colgante precioso de oro blanco.
Estábamos Haymitch y yo solos envolviendo nuestros respectivos
paquetes. Quiero hablar con él sobre el tema 'Annie' y si me veía
con fuerzas sobre mis estudios.
-Papá...
quiero pedirte un favor. -
-Claro.
Dime. - Dice sin apartar la vista de su trabajo.
-Se
trata de la novia de Finnick, no se si conoces a Annie.
-Por
supuesto que la conozco. Es esa chica tan encantadora y animada ¿No?
- Sonrío ante lo de 'animada'. Yo diría más bien hiper activa.
-Si,
esa es. Resulta que... Buff.. Que está embarazada. - para de
envolver durante un momento, pero no me mira. Después sigue con lo
suyo.
-Ya...
¿Qué quieres que haga yo? -
-Ha
decido abortar.
-¿Se
lo ha pensado bien? No es algo que deba tomar a la ligera. -
-Se ve
que si. No quiere cambiar de parecer...
-Donde
entro yo en todo eso.
-¿Conoces
a algún especialista en ese campo? -
-Mmm.
Si, es un buen amigo. Creo que se por donde vas. Haré alguna llamada
para ver si él puede encargarse del caso de tu amiga. Es el mejor de
los de su especialidad. -
-Muchas
gracias papá. Iré con ella a la consulta - Asiente. Creo que voy a
aprovechar para hablar del otro Tema, si el Tema. - También quería
que conversáramos sobre mis estudios.
-Ah
si. Se acerca el momento de que tengas que decidirte ¿Ya lo has
hecho?
-El
caso es que he visto que todas están demasiado lejos... - A estas
alturas ya me he hecho a la idea de que no iba a estudiar música.
Pero podría estudiar medicina perfectamente en California, también
habían muy buenas universidades.
-¿Qué
más da? Son las mejores.
-Pero
están al este. O Europa. No me gustaría alejarme tanto. - Hemos
dejado nuestra tarea y nos desafiamos con la mirada.
-¿Por
que? ¿Es por ese chico no?
-No
lo metas en esto. - Vale si, era por él, pero no iba a dejar que lo
metiera de por medio. -
-Es
una chiquillada. No puedes tirar al traste tu futuro por algo que no
va a durar más que unos meses. - Ofendida. Ahora me siento ofendida.
-No
es una chiquillada papá. Además es indiferente, tampoco me gustaría
irme. Dejo aquí demasiadas cosas, mi familia, mis amigos...
-Me
da igual a quien dejes aquí, tendrás más amigos cuando vayas a la
universidad.
-¡No
me quiero ir! ¿No lo entiendes? - Automáticamente cierro mi boca.
He alzado demasiado la voz, lo mejor era hablar de estas cosas con mi
padre en un tono formal, pero me estaba poniendo nerviosa.
-¡Te
irás! Son las mejores, tu solo estudiarás en las mejores. Se acabó
el tema y más te vale que te decidas pronto o seré yo mismo el que
decida por ti. - Mis ojos ya se estaban empezando a empañar.
-¿No
te basta con tener que obligarme a abandonar la música? ¿También
tengo que abandonar a la gente que quiero? - Al final lo ha
conseguido. Estoy llorando.
-¡No
seas niña Katniss! En esta vida hay cosas más importantes que tu
novio o tus amigos. ¡Tienes que labrarte un futuro de provecho!
-No
iré donde tu quieras. Iré donde yo quiero. - Trato de sonar todo lo
tranquila y tajante que pueda.
-No
me hables así jovencita. Empieza a decidirte, no acepto una
respuesta diferente a las posibilidades que te ofrezco. Si no, te
mandaré a Cambridge. Seguro que allí se te quita toda la tontería.
-
Esas
son sus últimas palabras. Lo se porque ha cogido la puerta y se ha
marchado. Estoy sola, con mis sentimientos a flor de piel y sin nadie
que me diga que todo va a salir bien. Estoy harta, por hoy han sido
muchas emociones. Quiero llorar hasta quedar deshidratada, quiero
acostarme en la cama, dormir y no despertarme hasta mañana, o
directamente no despertar. Se está muy bien durmiendo y alejándote
de la realidad por unas horas. Pero no caería esa breva.
Cojo
las llaves de mi coche y salgo por la puerta de casa, necesito salir
de aquí, me estoy agobiando. No me cruzo con Haymitch, o al menos
eso creo. Mi objetivo es salir de allí, lo demás no era analizado
por mi cerebro. Notaba que la ropa se me pegaba al cuerpo, oh claro.
Está lloviendo, no he cogido ropa de abrigo... da igual. No voy a
volver a esa casa, no quiero cruzarme con nadie. Me monto en el coche
y deambulo por la ciudad al volante. No había forma humana de
convencerlo de quedarme lo más cerca posible de mi gente, era un
caso perdido. Si conocía a alguien más testarudo que yo, ese era mi
padre.
Quizás
pasan minutos, horas, que se yo. No estoy atenta a nada, solamente a
la carretera. Me ayuda a mantenerme concentrada en eso y olvidar el
resto. Hoy sinceramente es un día para olvidar. Cuando me quiero dar
cuenta estoy en casa de Peeta. Hace apenas un rato que lo había
visto, pero lo necesitaba. Estaba segura de que me iba a derrumbar en
cuanto lo viera. Bajo del coche y me planto en su puerta, esperando a
algo para llamar. Mientras me decidía, el agua y el frío calaba en
mis huesos. Mis lágrimas se confundían con el agua de la lluvia.
Cuando iba a llamar al timbre, la puerta se abre para mostrar a un
preocupado Peeta. Me coge por los hombros y me mete dentro de la
casa. Va vestido simplemente con unos pantalones holgados y
elásticos. Era curioso, yo estaba helada de frío y él iba con tan
poca ropa. Ahora me percato de que en la casa hace bastante calor.
-¿Que
pasa?¿Estás bien? - Pregunta ansioso. -
-He
discutido con Haymitch. - La comprensión llega a su rostro y me
abraza, trato de zafarme de él, debo de estar helada –
-Ni
lo intentes. ¿Ha sido por mi? - Niego, restregando mi rostro con su
pecho. Sigo aferrada. - ¿Entonces?
-He
tratado de hablar con él para no tener que irme tan lejos... ya
sabes. Cuando terminemos el instituto. Intentando razonar con él las
cosas se nos han ido de las manos y nos hemos chillado. No me voy a
ir, me niego. Puede decir misa si quiere, pero no me voy. - Suspira.
Se
separa de mi y me coge en brazos. Al principio me sorprendo, pero me
dejo llevar. Subimos por las escaleras y terminamos en un cuarto de
baño. Me deja en el suelo, acciona la ducha y vuelve conmigo. Me da
un suave beso y en silencio agarra el bajo de la camiseta, empapada y
pegada al cuerpo, y la desliza hacia arriba. Levanto los brazos
facilitándole el trabajo, dejándome llevar. Aparta unos mechones
mojados de la cara y sigue desvistiéndome. Desabrocha los pantalones
vaqueros y los deja caer. Se agacha, coge primero el tobillo derecho
y después el izquierdo para librarse también de esa prenda. Cuando
vuelve a subir para encontrarse con mis ojos, su mirada destila
comprensión, amor y ternura por los cuatro costados, nada de deseo.
Ablanda así mi sobresensibilizado corazón. Sus manos acarician mis
hombros y mi espalda hasta que llegar al broche del sujetador, el
cual acaba en el suelo. El resto de la ropa ya era historia.
Me
abraza por la cintura con un brazo y con la otra mano afianza su
agarre en mi nuca y me besa. Lenta y tortuosamente. El vapor del agua
caliente hacía que estuviéramos sonrojados, se ve adorable de esta
manera. Se separa de mi y me acaricia el cuello.
-Duchate.
Pondré tu ropa a secar. - Cuando se dispone a irse lo agarro de la
muñeca, aterrada por que me deje sola.
-No
te vayas. Quédate conmigo, por favor... - Por un momento parece
dudar, no se si es por mi expresión o por mi aspecto vulnerable pero
finalmente se rinde a su discusión interna.
-Métete.
Te prometo que ahora vengo. -
Obedezco
y me meto bajo el chorro caliente de agua. Apoyo la cabeza sobre los
azulejos helados de la pared dejando que el calentor cale hasta los
huesos. Por un momento me siento relajada y la tensión de los
últimos días se evapora, soy simplemente una chica que dentro de
unos días tendrá que cenar con sus padres para navidad, abrirá los
regalos y más tarde irá de nuevo a clases.
Unas
manos que conozco a la perfección me masajean los hombros, creando
espuma de la fricción con sus manos y el jabón. Me dejo llevar,
cerrando los ojos para disfrutar plenamente del contacto. Sus manos
pasan por mis brazos y mi abdomen, yo solamente apoyo la cabeza en su
pecho. Cuando estamos fuera me seca suavemente con una toalla, me
siento impotente pero me dejo mimar. No me doy cuenta cuando estoy
estirada en una mullida cama y envuelta en unos brazos
reconfortantes.
-Todo
va a estar bien. - Me dice acariciándome el brazo. Quisiera creer
que es cierto pero, con todo lo que me está pasando estos días, esa
promesa carece de sentido para mi en estos instantes. Presiento que
NADA va a estar bien.
Son
las 10 de la mañana, se podría decir que es una buena hora para
estar despierta, pero no he dormido nada. Peeta me coge de la mano,
mientras Finnick y Annie se sujetan el uno al otro en la espera de
que la llamen. Anoche Peeta me dejó en casa a las tantas, yo
rehusaba de alejarme de él pero pensó que lo mejor para todos, y
para no empeorar las cosas, sería que durmiera en casa. Para
tranquilizarme prometió que me recogería para ir al medico juntos y
así ha sido. Toda la noche la he pasado pegada al reloj, observando
como pasaban los minutos y después las horas. Se que he dormido
algunas horas intercaladas, porque cuando cerraba los ojos y volvía
abrirlos habían pasado algunas horas o algunos minutos.
-Annie
Cresta. Consulta número 5. - Annie se levanta y detrás de ella lo
hace Finn.
-No,
por favor... - Le pone una mano en el pecho para pararlo – No
quiero que vengas, eso solo lo va a hacer más difícil. Katniss... -
Oh no ¿Cómo me pide que esté presente en ese momento? No se si
quiera si iban a intervenirla ahí mismo, si era un reconocimiento o
que mierdas era.
-Pero...
- Empiezo a decir.
-Katniss,
acompañala. No quiero que esté sola. - Finnick tiene los ojos rojos
y acuados. Las lágrimas están en el borde. No me da tiempo siquiera
de dudar. Asiento como una autómata, cojo la mano de mi amiga y
vamos las dos juntas.
Cuando
abre la puerta hay dos médicos esperándonos. Uno está sentado con
una sonrisa amable en su rostro. Al lado de él se encuentra mi
padre, que se sorprende un poco al verme llegar con ella, como
pensaría cualquiera el que se espera aquí es a Finn no a mi. Creía
que después de la bronca de ayer se le olvidaría el favor que le
pedí, pero aquí está.
-Kat...
¿No es tu padre? -
-S..Si.
-
El
médico nos saluda a las dos estrechándonos la mano, Haymitch
realiza el mismo procedimiento, a mi no me da la mano.
-Hola
Katniss. -
-Hola
papá. - El médico anónimo corta este tenso momento.
-El
doctor me ha contado tu situación Annie. Quiero que sepas que vamos
a hacer lo posible por que estés todo lo cómoda que puedas. Tomen
asiento. - Nosotras lo hacemos. - Lo primero que debo hacer es
preguntarle si está totalmente segura de lo que vas a hacer.
-Totalmente.
Todavía no quiero ser madre. - Annie agarra mi mano fuertemente.
-De
acuerdo. ¿De cuantos meses estás? -
-Pues...
Supongo que de un mes más o menos. - Mientras el médico sigue son
las preguntas rutinarias yo miro a mi padre. Su expresión es
indescifrable durante una milésima de segundo, pero después de ver
mi rostro afligido la dulcifica un poco. Sonríe un poco y me guiña
un ojo, que...
-Bien,
creo que vamos a hacerte una ecografía para determinar exactamente
el tiempo del bebé. Túmbate en la camilla y levantate la camiseta.
- Después de obedecer las instrucciones me coloco de pie a su lado y
ella vuelve a agarrarme de la mano. - Te voy a poner el gel, está un
poco frío.
Se
estremece un poco. Unos segundos después comienza a pasar el rodillo
de la maquina por su abdomen y en la pantalla comienzan a salir unos
dibujos que son incomprensibles. Cuando al fin encuentra lo que
busca, señala un punto negro que se diferencia del resto de la
imagen.
-Mira
Annie, este es tu bebé. - Su agarre se deshace un poco.
Dios
mío, ahí está. Su hijo, se me ponen los pelos de gallina al ver
está imagen. Es tan pequeñito e indefenso... Es tan maravilloso el
milagro de la vida, no comprendo como alguien puede acabar con algo
tan hermoso. Me giro a ver a Annie cuando me suelta del todo y se
tapa la boca con las manos. Cuando se escucha un tamborileo rápido,
y el doctor nos indica que es el latido de su pequeño corazón, sus
ojos desbordan de las lágrimas y yo la acompaño a ella, lloramos
las dos juntas. Haymitch me pone una mano en el hombro y aprieta
consoladoramente.
-Bueno
Annie, según esto parece que estás de tres meses. - La cara de
Annie es de desconcierto.
-No
puede ser, he tenido la regla estos dos últimos meses. -
-Ya,
eso es posible. Pero no es el periodo. Es normal que algunas madres
primerizas sangren los primeros meses, esa sangre sería algún
pequeño derrame.
El
doctor limpia el gel y de nuevo nos sentamos frente a su escritorio.
-Si
estuvieras dentro de los dos primeros con un tratamiento podríamos
ejercer el aborto. Al estar en un estado tan avanzado tendremos que
recurrir a otros métodos. - Otros métodos. Suena horrible.
-¿Qué
clase de métodos? - Él suspira.
-La
operación no sería arriesgada para la madre. No habría un uso del
material clásico de operaciones. Ningún corte. Los instrumentos que
se usan en esta clase de intervenciones son las pinzas o el
aspirador. - Me quedo con la boca abierta del horror. Rebusca en su
cajón y saca los instrumentos que acaba de nombrar. Tengo que
apartar la vista para no tirar el desayuno por la boca. Las nauseas
suben por mi garganta y lloro de rabia e impotencia. Miro a Annie
esperando a que reaccione, no puede hacer algo tan terrible. Es
realmente espantoso. Ella simplemente mira con expresión neutra las
piezas de metal.
Peeta's
POV.
Hacía ya un largo rato que habían
desaparecido por la puerta y Finnick después de haber probado todas
las posturas posibles en el asiento ha decidido levantarse y caminar
de un lado a otro, logrando que me pusiera nervioso.
-Finnick para ya. Tu estado no tiene
que ser bueno. -
-¿Y que quieres que haga? -
-Relajarte. - Eso no me lo creo ni
yo, pero si cuela, cuela.
-No puedo. No se lo que están
haciendo. No se si se va a acabar ya o mi hijo todavía seguirá
dentro de mi Annie. Me siento totalmente impotente. - Se sienta de
nuevo, cubriéndose la cara con las manos. Sus hombros se sacuden,
está llorando. Mierda, ahora que hago, se me da bien consolar a
Katniss. ¿Como mierdas se consuela a un hombre? Supongo que no será
muy diferente. Paso un brazo por sus hombros. Tampoco se que decirle
¿Qué se supone que se le dice a alguien que va a perder a un hijo?.
-Siento que te esté pasando esto
Finnick. -
-No es justo Peeta, no es justo. -
-Ya lo se, lo se... -
-Lo iba a cuidar tanto... supongo
que nos iba a costar sacarlo todo adelante pero lo lograríamos. Me
voy a perder tantas cosas con ese pequeño... Su fantasma me
acompañará siempre. - Ver a Finnick tan afligido estaba causando
estragos en mi. Me picaban los ojos, tenía ganas de llorar. Lo peor
de todo es que me ponía en su situación y se que estaría mucho
peor que él.
Nos quedamos en silencio el resto
del tiempo. Solamente se escuchaban los cortos suspiros que
soltábamos de vez en cuando.
Cuando creía que los nervios de
Finn iban a llegar al límite, salen. Katniss sujeta a Annie por los
hombros y a Finnick le falta tiempo par levantarse y abrazar a su
novia que rompe en llanto.
-¿Cómo estás? ¿Que..? ¿Que....?
- Tartamudea Finnick. No puede terminar la pregunta.
-¿Qué ha pasado? - Pregunto yo a
Katniss. Me mira con ojos vidriosos.
-Le han recetado unas vitaminas y
tiene que volver a hacerse una revisión. - Me enseña el papel de la
receta con las pastillas vitamínicas. No... no me lo creo.
-¿Eso que quiere decir? -Pregunta
mi amigo. Madre mía que cateto. No se ha dado cuenta todavía.
-Que vamos a tener que mimar mucho a
tu pequeña novia. - Se separa de ella para mirarla a los ojos y
acariciar su abdomen.
-¿Todavía está aquí? - Pregunta
de nuevo, temeroso. Ella sonríe.
-Si... -
-¿Voy a ser papa? -
-Si... - Su sonrisa ahora es más
sincera, y las lágrimas que corren ahora por sus mejillas son de
felicidad. - Dios mio voy a ser madre. ¡Voy a ser madre! - Finnick
la besa y la levanta del suelo para dar vueltas sobre si mismo. Son
felices.
-Felicidades. - Dice una anciana que
estaba esperando su turno.
-¡Gracias! -
-Me haces el hombre más feliz del
mundo. - Mi suegro aparece por la puerta de la consulta y se acerca
a nosotros.
-¿Lo tenías todo planeado verdad?
- Le pregunta Katniss. Él se encoge de hombros.
-Normalmente hay que hacer entrar en
razón a las adolescentes... La mayoría de jóvenes que pasan por la
consulta de ese hombre sale con otra visión de su embarazo. Pocas
veces ha tenido que realizar un aborto.
-Me alegro mucho de ello. Gracias
papá.
-De nada. Ahora me voy a trabajar. -
Inclina su cabeza hacia mi, en forma de despido. Yo le imito. Acto
seguido Katniss me abraza muy fuertemente.
-He escuchado su corazón. Ha sido
tan bonito... - Miro a la pareja feliz, Finnick no debería haberse
perdido eso. Él mira a Annie con cara de medio enfado, pero es
evidente que está fingiendo.
-No es justo, yo también quiero. A
la próxima te voy a acompañar yo.
Katniss's
POV
Estamos en casa de Finnick. Wiress
también estaba bastante apenada por al decisión que había tomado
su nuera. Pero cuando le han dado la noticia estaba que no cabía de
felicidad. Glimmer también estaba que no cabía en si misma de la
alegría.
-No me des estos sustos de nuevo. O
te juro que te mato. - Dice mientras la abraza.
-Si es chico voy a enseñarle a
jugar a la Xbox, a la Play, al football... - Dice Marvel. Parece el
más ilusionado por el embarazo de Annie. Al estar saliendo con
Glimmer, eso lo hacia tío en todo su esplendor. Peeta que estaba
abrazándome, sentados en el sofá se ríe antes de preguntarle.
-¿Y si es chica? - Parece
pensárselo un momento.
-Le enseñare Muay thai, kick
boxing, taekwondo... Tiene que saber defenderse cuando le metan mano
los niños.
Me recuesto risueña en el pecho de
Peeta, feliz porque al final todo haya salido bien para ellos. Me
fijo en Annie y Finnick. Ella está recostada sobre él, con la
espalda apoyada en su torso. Sus manos están entrelazadas sobre su
vientre. Que imagen tan tierna. Finn me pilla observándolos y me da
un silencioso y sincero gracias, articulándolo con sus labios.
El teléfono dentro de mi pantalón
suena, lo saco y veo que es un número desconocido. Se que es la
misma persona que está atormentando mis últimos días. Guardo de
nuevo el móvil, maldiciendo en mi interior por nublarme el halo de
felicidad que me rodeaba y aferrándome más fuerte a Peeta. ¿Tan
difícil es encontrar un momento de felicidad?
Oh!!! Es perfecto!!! Me encanta Tania, cada día te superas!!!!! Sigue así.
ResponderEliminarSeguro que Snow, lo he sabido en cuanto has dicho lo de las rosas blancas, ¿qué andará tramando? O.o
Muchas gracias Teddy!!
EliminarMuajajajaja espera y veras.
AYYYYYYYY!!!!!!!!!!!!! Casi me haces llorar Tania, es taaaaan bonito. Y lo de las rosas y tal fijo q es Snow.
ResponderEliminarEstare esperando el siguiente capitulo con muchisiiimas ganas!!!!!!!! *__________________________*
Pobrecitos Finn y Ann. La que les viene encima xDD
EliminarYa te digo xD cuando subiras el siguiente?:)
Eliminar¡¡Increíble Tania!!
ResponderEliminarEs precioso el momento de Finnick y Annie...
Y el que le esté mandando eso a Katniss... Es para matarlo!
:D
Me encanta de verdad!
Besoss
A que son mega cukis? Son Finnick y Annie tenian que serlo.
EliminarMuchas gracias criskti ^^
Besoos
OHHHHHHHH! Pobre Annie! Dificil decision, dejar tu futuro y tus sueños de lado por no matar a un indefenso niño y ser madre. Pobre Annie! El capitulo genial Tania! Tengo muchas ganas de leer el siguiente capitulo!
ResponderEliminarBesos =)
Vaya una indecisión cierto? No tenia muy claro como abarcar este capitulo ajaja. Asi ha quedao. Arreando.
EliminarBesos!
jo tia................................... Es precioso!! Puf, te juro que me has emocionado... Siempre me emocionan los bebes jajaja Que lindos tía!!!!!!
ResponderEliminarBonito bonito bonito :)
Uf, la espera ha valido la pena! Pero por favor... No sigas el libro, no mates a Finnick porque ya fue bastante duro la primera vez. No creo que mi corazón lo soportee !! Bueno que me encantas y que me lo paso genial leyendo tía!!!
Te Quiero :))
Por cierto, Que sepas que me has tenido sufriendo todo el cappítulo, que pensaba que te lo ibas a cargar:( JAJA
Eliminarostras NONONONONO no tenia ni siquiera la ligera idea de cargarme a Finnick, por dios, yo yambien lo pase fatal con el libro. T_T
EliminarSi te soy sincera tenia pensado que Annie no estuviera preñada pero digo va... voy a seguir un poco la linea de la historia original xDD
Te quiero nena LL
GRACIAS A DIOS :)) Me quitas un peso de encima jajaja
EliminarTania PERFECTO se queda corto, casi lloro de verdad. Amo esta historia, que emoción, que todo! Pff ! la espera realmente ha valido la pena!
ResponderEliminarMe encanta tu historia y ya sabes que voy a seguir leyendola siempre vale? ojala no la acabes nunca nunca nunca
Ay andrea no se eso de nunca como será, creo que no le queda demasiado a la historia. Pero tranqui, tengo ideas rondando por mi cabeza.
EliminarGracias por tu comentario ^^
puuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuaf!!! que capitulazo! ^^ estaba segura que lo iban a tener, que tiernos OMG, como lo vas a llamar? será niño o niña? araaaaaaaaaaaaaahhh!! me emociono jajaja
ResponderEliminarPD: SNOW? jaja quien manda rosas blancas? Tania no nos hagas sufrir más :) besos linda
Pues yo no lo tenia tan claro!!! hasta el ultimo momento no le decidí. Cuando empece a escribirlo dije: va vamos a darles un poco mas de tiempo. Pero despues: Que cojones, vamos a preñarla! ajajajajaja
EliminarPD: No vais a sufrir mucho más. Lo sabreis pronto!
Tania, siento no haber comentado, he estado de exámenes. Cuando dijiste rosas blancas pensé en Snow, lo prometo.ME encanta el capi.
ResponderEliminarUn besazo.
No te preocupes Cris. Tu centrate en lo importante ^^ espero que te este iendo bien el curso :D
EliminarGracias por tomarte algo de tiempo y leas y comentes mi historia.
Besazos!
Oish Tania! Me he enamorado de Finnick y Annie *-* Son tan cucos *-* Y bueno, Peeta y Katniss como siempre *________________* :$ Dios! Te juro que estoy empezando a odiar a ... ¿Snow? XD Bueno, pues eso, que me encanta como siempre :$ Un besito!! <3
ResponderEliminarDEBEN DE SER CUCOS. FINNICK Y ANNIE NO PUEDEN SER DE OTRA FORMA.
EliminarNo odiemos tan pronto... que todavia no se sabe nada. Pero pronto lo sabreis, pronto...
SNOW ANDA CERCA! jeje joe pero que capi mas tiste, beshillo Finnick... aunque que bonito el latido del corazon, sniff xD me ha encantado en geniaal!!! bueno como simepre jeje un besoo :3
ResponderEliminarchanananan. Me estaba dando una lastimica mientras escribia. Puedo llegar a ser un poquito cruel.
EliminarUn beso!
tania te quedo genial me encanta yo estuve en esa situasion y se q no es facil y tu has sabido escribir muy bien sobre los sentimientos del momento
ResponderEliminarMuchas gracias Jeanna. No sabia muy bien como escrbirlo, supongo que he escrito lo que creia que sentiria y haria yo. El tema es bastante complicado u.u
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